'Los enamoramientos', el 'thriller' que no lo era
Javier Mar¨ªas presenta su nuevo libro en el Cervantes
El escenario parec¨ªa solemne pero el acto no lo fue: una sala forrada de madera en la sede madrile?a del Instituto Cervantes y 200 personas con una inusualmente baja media de edad que la llenaban desde tiempo antes de que llegaran los protagonistas (algunos aprovechaban para terminar sobre la marcha la novela que se presentaba: Los enamoramientos, publicada por Alfaguara). Los protagonistas eran el autor de ese libro, Javier Mar¨ªas, y el editor y cr¨ªtico Manuel Rodr¨ªguez Rivero, desde 1999, Real Cronista en Lengua Espa?ola (o "Inca Garcilaso") del Reino de Redonda, el famoso islote caribe?o cuyo monarca es el propio novelista madrile?o, que este a?o cumple 60 y parece que va camino de dejar de ser, por fin, el joven Mar¨ªas.
Pese a lo formal del contexto, la charla fue de todo menos estirada
El novelista escribe sobre asuntos que le preocupan en su vida cotidiana
Pese al fervor del auditorio y lo formal del contexto, la charla fue de todo menos estirada. Los personajes del drama no dudaron en llevarse la contraria todo lo que hizo falta: "Es pat¨¦tico que sigas escribiendo a m¨¢quina", dijo el segundo con la charla ya lanzada. Se contravino as¨ª el c¨®digo no escrito de las presentaciones literarias seg¨²n el cual el presentador dice maravillas del presentado y este las agradece. Este agradeci¨®, no obstante, la hospitalidad de un Instituto del que no acepta invitaciones para acudir a las muchas sedes que tiene por el ancho mundo siguiendo la norma de no aceptarlas de las instituciones p¨²blicas: "El Estado no tiene por qu¨¦ dar nada y menos gastar dinero en eso". Lo dijo sin quejarse, porque tambi¨¦n dijo que de sus mayores aprendi¨® a no hacerlo. De sus mayores y del Real Madrid "hasta que lleg¨® Mourinho; uno no se queja de los ¨¢rbitros; siempre he sido madridista pero ahora estoy casi buscando equipo".
"?Despu¨¦s de las 1.328 p¨¢ginas de Tu rosto ma?ana no pensaste en escribir una novela m¨¢s ligera, un thriller tal vez? ?No sabes hacer thrillers o no sabes descansar?", dispar¨® de nuevo Rivero, que, por cierto, en Babelia describi¨® certeramente Los enamoramientos como un thriller filos¨®fico en el que la protagonista se ve "atrapada en el laberinto moral del amor". "?Un thriller?", respondi¨® Mar¨ªas, "yo nunca los he hecho; mis novelas no pierden de vista la trama pero nunca busco temas para ellas: escribo sobre asuntos que me preocupan en mi vida diaria: el enga?o, la envidia, el secreto...".
"?Pero no te ped¨ªa el cuerpo...?", arranc¨® Rodr¨ªguez Rivero. "?El cuerpo no pide cosas literarias! Pide otras cosas", zanj¨® el aludido. Respecto a la hipot¨¦tica dificultad de escribir en primera persona con voz de mujer, Mar¨ªas record¨® a Juan Benet citando a Lola Flores: "Cuando le hac¨ªa gracia algo lo repet¨ªa continuamente y durante dos semanas, cuando le preguntabas c¨®mo estaba dec¨ªa: ?Disgustad¨ªsima! Pens¨¦ en ¨¦l cuando se me escapaba un 'estoy seguro' por 'estoy segura'".
En el fondo, la charla de Rivero fue, claro, un ir¨®nico elogio de la obra de su amigo, al que, no obstante, le record¨® cuanto pudo el retrato que ¨¦l mismo hace en su novela de los escritores como "gorrones, taca?os y sin orgullo". "Bueno", explic¨® Mar¨ªas, "la protagonista trabaja en una editorial y habla como habla la gente que convive con escritores, o sea, mal". Tambi¨¦n se habl¨®, por supuesto, algo del amor y del estado de enamoramiento y nada de la trama de una obra que, por sus preguntas, mucha gente parec¨ªa haber devorado ya.
No en vano, el propio Javier Mar¨ªas record¨® el pasaje en el que, al hilo de un relato de Balzac, se dice que lo que ocurre en las novelas "da lo mismo y se olvida, una vez terminadas. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a trav¨¦s de sus casos imaginarios, se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales". Tal vez valga lo mismo para las presentaciones. En algunas, como en la de ayer, no hace falta llevar corbata -ni en el cuello ni en la cabeza- para que est¨¦n llenas de ideas y posibilidades.
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