?Que comience el espect¨¢culo!
El gran constitucionalista brit¨¢nico del siglo XIX Walter Bagehot dijo que el poder de la monarqu¨ªa se basa en el misterio y que cuando la luz se derrama sobre la instituci¨®n "el hechizo se rompe". Si eso es cierto, el poder de la monarqu¨ªa brit¨¢nica quedar¨¢ muy debilitado hoy por la boda del pr¨ªncipe Guillermo con Kate Middleton.
Hay poco que sea desconocido sobre esta celebraci¨®n. La lista de invitados se ha discutido sin fin, el vestido de boda ha tenido unos cuantos millones de visitas en Google y ya sabemos que -tras un cuidadoso estudio del protocolo real- los felices se besar¨¢n en el balc¨®n del palacio de Buckingham ante una multitud.
Mantener el misterio sobre una instituci¨®n tan tradicional ante unos medios de comunicaci¨®n insaciables y poco respetuosos es todo un reto. El rey Juan Carlos se mostr¨® aparentemente irritado cuando detalles sobre su reciente operaci¨®n salieron a la luz, pero eso fue como una simple nota a pie de p¨¢gina en comparaci¨®n con la corriente de comentarios que la reina Isabel ha tenido que soportar durante a?os. Tal vez pel¨ªculas como La reina o El discurso del rey sean representaciones simp¨¢ticas de la monarqu¨ªa. Mucho menos lo han sido las fotos, el cotilleo y las escuchas telef¨®nicas que han minado la dignidad de la realeza. ?Qui¨¦n puede olvidar la filtraci¨®n de la conversaci¨®n grabada en la que el pr¨ªncipe Carlos dijo a su entonces amante Camila que se sent¨ªa como uno de sus tampones?
A pesar de todo eso, Reino Unido no muestra signos de querer convertirse en una rep¨²blica. Seg¨²n un reciente sondeo de opini¨®n, 6 de cada 10 brit¨¢nicos creen que el pa¨ªs est¨¢ mejor con un sistema mon¨¢rquico. Thomas Paine -brillante y elocuente cr¨ªtico del sexismo, el racismo, la esclavitud y la monarqu¨ªa del siglo XVIII- estaba en lo cierto cuando dijo que un gobernante hereditario no tiene m¨¢s sentido que un m¨¦dico hereditario. Pero la monarqu¨ªa ha cambiado. Ha pasado de ser una monarqu¨ªa absoluta a una monarqu¨ªa constitucional, y ya es una instituci¨®n pol¨ªticamente marginal.
Cuando las elecciones generales del a?o pasado no lograron producir un resultado claro, se dijo que los libros de texto de Derecho Constitucional precisaban que la reina deber¨ªa arbitrar. En realidad, ning¨²n dirigente pol¨ªtico consult¨® al palacio de Buckingham. Luego le dijeron a la muy querida monarca -que ya tiene 85 a?os- lo que iban a hacer. Y el pr¨ªncipe Carlos -que tiene 63 a?os- no va a convertirse en jefe de Estado hasta que la mayor¨ªa de la gente de su generaci¨®n est¨¦ disfrutando de una agradable y merecida jubilaci¨®n. Es poco probable que vaya a ejercer m¨¢s influencia en la vida pol¨ªtica brit¨¢nica que su madre.
As¨ª que los temidos rayos de luz de Bagehot se convertir¨¢n hoy en un brillante resplandor. Pero no importa, muchos brit¨¢nicos lo van a disfrutar y la monarqu¨ªa seguir¨¢ en pie.
Olv¨ªdense de la recesi¨®n y la precariedad de las finanzas p¨²blicas. ?Que comience el espect¨¢culo!
David Fred Mathieson fue asesor del Gobierno laborista brit¨¢nico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.