La fugitiva

NARRATIVA. La nueva novela del nicarag¨¹ense Sergio Ram¨ªrez, La fugitiva, tiene dos posibles lecturas. Una de tipo hist¨®rico-social y otra estrictamente literaria. Empecemos por la segunda. Ram¨ªrez urde la historia de una escritora costarricense llamada Amanda Solano. Nosotros sabemos por algunas entrevistas que concedi¨® el autor, que detr¨¢s de ese nombre ficticio se esconde uno verdadero: el de la escritora Yolanda Oreamuno, muerta en M¨¦xico en 1956 a los 40 a?os. La informaci¨®n que tenemos de Amanda Solano la recibimos a trav¨¦s de tres mujeres que conocieron muy de cerca a la escritora. Esas tres voces, distintas en su concepci¨®n del mundo y por su extracci¨®n social, las arma Ram¨ªrez para que sacien la curiosidad de un interlocutor que bien pudiera ser el mismo Sergio Ram¨ªrez. Tenemos por tanto una repetici¨®n de la f¨®rmula que ya hab¨ªa empleado en Margarita, est¨¢ linda la mar. La ya harto utilizada simbiosis entre realidad y ficci¨®n. Por tanto tenemos una especie de palimpsesto narrativo. Accedemos a la tortuosa existencia de Amanda Solano. A sus discrepancias con el sistema moral de la Costa Rica de la primera mitad del XX. A sus fracasos sentimentales y a su consagraci¨®n a la escritura novel¨ªstica y ensay¨ªstica, a su admiraci¨®n por Marcel Proust y los modernistas anglosajones. Y de esta manera accedemos a su vez a la realidad vital e intelectual de la verdadera Yolanda Oreamuno. La segunda lectura tiene que ver con la realidad pol¨ªtica y social de Costa Rica, de la que se nos da abundante informaci¨®n, tal vez excesiva teniendo en cuenta que quien nos interesa es la escritora. La fugitiva se queda a medio camino entre la biograf¨ªa y la novela. Esa buscada indeterminaci¨®n comienza a ponerse de moda en muchos novelistas. Y tengo la impresi¨®n de que a la postre ello no beneficia ni a la biograf¨ªa ni a la novela. Y, sobre todo, al lector. Ya no sabemos qu¨¦ es verdad ni qu¨¦ es invenci¨®n. Yo me qued¨¦ con ganas de leer la biograf¨ªa de la autora de La ruta de su evasi¨®n, antes que la novela de Amanda Solano.