'Indie' tolerado y nost¨¢lgico

El comentario, mal¨¦volo, son¨® a mediod¨ªa en la boca de una integrante de la industria discogr¨¢fica madrile?a: "?Qui¨¦n conoce a alg¨²n seguidor de Sexy Sadie?". Los hay, y un buen pu?ado, por lo que se pudo certificar luego en la Caracol. Nadie prorrumpi¨® en llantos cuando la banda mallorquina anunci¨® en 2006 su disoluci¨®n, pero los mecanismos de la nostalgia son incontrolables. Ma?ana habr¨¢ segunda sesi¨®n en la misma sala, a la vista de que las 600 entradas de anoche se volatilizaron hace dos meses.

Una lluvia de globos salud¨® el regreso de Jaime Garc¨ªa Soriano y los suyos, en teor¨ªa solo para una gira revival de seis meses. La comuni¨®n con la hinchada no tard¨®: los brincos ya eran masivos con You know that's the way I like it y se prolongaron en Stay behind me o No matter how I feel so fine, como si asisti¨¦ramos a un remake de Historias del Kronen. Porque Soriano siempre se afili¨® al rock vitaminado (y en ingl¨¦s, como marcaba el latos¨ªsimo canon de la ¨¦poca), pero de estribillos para corear a voz en cuello. Indie f¨¢cil, tolerado para todos los p¨²blicos.

Muy poca gente recuerda Translate, el sexto y ¨²ltimo disco de los Sadie, casi tan escasa como En la ciudad del aire, el estreno solista del cantante bajo el heter¨®nimo Se?or Nadie. Igual esos contratiempos hayan influido a la hora de echar la vista atr¨¢s. Eso, y la naturaleza voluble del ser humano. Porque no se nos ocurren motivos muy serios para a?orar los a?os noventa, aparte de que fu¨¦ramos m¨¢s j¨®venes y de que Radiohead publicaran discos mucho mejores que The king of limbs. "?Grabad otro disco!", le gritaron a Soriano. "Alg¨²n d¨ªa puede ser, no digo yo que no", respondi¨®. Todo se andar¨¢.