Sindicatos y patronal se emplean en la ¨²ltima gran reforma laboral
UGT y CC OO celebran el Primero de Mayo con el reto de pactar los convenios
El d¨¦ficit p¨²blico se atempera. La confianza en los mercados resiste los embates. Las exportaciones comienzan a sacar a la econom¨ªa de la depresi¨®n. Son t¨ªmidas se?ales de mejor¨ªa que quedan sepultadas ante el insorportable dato de paro. Porque un a?o despu¨¦s de superar la temida barrera del 20%, la tasa de desempleo se mantiene como el ¨²nico indicador relevante que, lejos de mejorar, ha empeorado en el ¨²ltimo a?o. Este es el escenario que acoge hoy el Primero de Mayo, con el logro del di¨¢logo social recompuesto pero con la frustaci¨®n de que no haya servido para contener la sangr¨ªa laboral.
M¨¢s all¨¢ de lo que ocurra en la calle, el nivel de confrontaci¨®n en los despachos es ahora menor que hace unos meses. Sindicatos y patronal negocian, con m¨¢s dificultades de lo deseable, una reforma de los convenios que el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, ha definido esta semana como "una aut¨¦ntica revoluci¨®n". Hip¨¦rboles al margen, lo cierto es que un cambio de calado en la negociaci¨®n colectiva condiciona m¨¢s la trayectoria del empleo que cualquier reforma laboral. Consciente de la importancia de un pacto en ese terreno, el Gobierno contiene su impaciencia y aguarda a que los agentes sociales cierren un acuerdo que deber¨ªa regir ya desde finales de marzo.
Por encima de su incidencia en el mercado, la reforma de convenios tiene un gran valor simb¨®lico. Se trata de la ¨²ltima bala que guarda el Gobierno para atajar las disfunciones del mercado de trabajo. El Ejecutivo ya ha agotado la v¨ªa ordinaria de la reforma laboral -aunque quedan por desarrollar asuntos clave como los expedientes de regulaci¨®n y el fondo para despidos- y la extraordinaria del plan contra el empleo sumergido. A la espera de que estas medidas surtan alg¨²n efecto, la negociaci¨®n colectiva es el ¨²nico gran cambio laboral pendiente en la agenda del Gobierno, que tendr¨¢ que traducir a leyes lo que convengan empresarios y sindicatos.
"Es una reforma que permitir¨¢ desjudicializar los conflictos laborales", explica Ram¨®n G¨®rriz, secretario de acci¨®n sindical de Comisiones Obreras. Es decir, que los desacuerdos entre empresas y trabajadores se diriman internamente -recurriendo, en ¨²ltima instancia, a un ¨¢rbitro- en lugar de elevarlos a los tribunales. "Se necesita un cambio de cultura muy importante, tanto empresarial como sindical", admite G¨®rriz. Tan profundo que las partes est¨¢n encontrando verdaderas dificultades para redactar el documento. "Es fundamental alcanzar un acuerdo. Todo el ataque que se produce desde instancias europeas e internacionales se dirige a dinamitar una instituci¨®n [la negociaci¨®n colectiva] fundamental para el progreso del pa¨ªs. Pero el acuerdo tiene dificultad", matiza Toni Ferrer, n¨²mero dos de UGT. La posibilidad o no de cerrarlo deber¨ªa estar clara a mitad de la pr¨®xima semana.
La mediaci¨®n externa se perfila como soluci¨®n al intrincado debate sobre convenios que mantienen la patronal y los sindicatos. El objetivo es agilizar la toma de decisiones en el seno de la empresa para ajustarse a circunstancias adversas. En este punto, la patronal pide manos libres para aplicar cambios temporales y los sindicatos lo rechazan. Ahora se requiere un periodo de negociaci¨®n que puede demorarse indefinidamente y, en la pr¨¢ctica, paralizar el proceso. Los cambios que se apliquen ser¨¢n los primeros cruciales en un modelo de convenios forjado hace 30 a?os.
Sindicatos y patronal conf¨ªan en que la negociaci¨®n colectiva no corra la misma suerte que la reforma laboral. Hace justo un a?o, UGT y CC OO celebraban el Primero de Mayo inmersos en un di¨¢logo tripartito para cerrar el pacto laboral. No fue posible y el Gobierno elabor¨® un decreto que desencaden¨® en septiembre la primera huelga general contra Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
En esta ocasi¨®n, la responsabilidad de los sindicatos y CEOE es mucho mayor. Si fracasan no podr¨¢n culpar al Gobierno, que se sentir¨¢ con manos libres para aplicar la reforma de convenios comprometida ante Bruselas.
Valencia releva a Madrid
Por primera vez desde que UGT y Comisiones Obreras celebran conjuntamente el Primero de Mayo, Madrid deja de ser el escenario principal de la reivindicaci¨®n. Los l¨ªderes sindicales de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez, y de Comisiones Obreras, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, recorrer¨¢n hoy el centro de Valencia en lugar de encabezar la tradicional marcha hasta la Puerta del Sol. Los dos sindicatos llevaban tiempo queriendo descentralizar la manifestaci¨®n para trasladarla a otras grandes capitales espa?olas.
El lema "Empleo con derechos. Contra los recortes sociales" presidir¨¢ las marchas que recorrer¨¢n todo el pa¨ªs con motivo del D¨ªa de los Trabajadores. Con el gancho del dato de desempleo conocido el viernes, los sindicatos aprovechar¨¢n la jornada para subrayar lo que consideran un fracaso de la reforma laboral: tras ocho meses en vigor, el paro sigue creciendo y el empleo indefinido, objetivo primordial de esa norma, no florece.
Tambi¨¦n se opondr¨¢n, como ya hicieron a principios de abril en una manifestaci¨®n europea en Budapest, a las pol¨ªticas de ajuste aplicadas en toda Europa para equilibrar las cuentas p¨²blicas, el llamado Pacto del Euro. Y abrir¨¢n tambi¨¦n una ventana para adherirse a las revueltas que vive el mundo ¨¢rabe.
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