Un sondeo personal
Cada dos por tres la prensa nos castiga con encuestas, sondeos y vaticinios para las pr¨®ximas elecciones. No tanto para las que tendr¨¢n lugar dentro de tres semanas en gran parte de Espa?a, municipales y auton¨®micas, cuanto para las que se celebrar¨¢n de aqu¨ª a diez meses, las generales, las que har¨¢n que el pa¨ªs siga gobernado por el PSOE o vuelva a serlo por el PP, porque otra posibilidad no hay, eso es lo tristemente cierto. No es que las inmediatas carezcan de importancia, pero parece que, en lo referente a los ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas, el tradicional caciquismo espa?ol ha vuelto con toda su potencia, si es que alguna vez se fue, y aun ha salido reforzado. Las tramas de intereses, las corruptelas, el clientelismo de cada poblaci¨®n poseen ya tal vigor que resulta muy dif¨ªcil desalojar del poder a quienes llevan a?os control¨¢ndolos, colocando a gente, haciendo y recibiendo favores. En algunos lugares da la impresi¨®n de que un mero cambio de alcalde har¨ªa que se desmoronara todo el entramado econ¨®mico y laboral de ese lugar. Y de que quienes a¨²n no se han beneficiado de esa tupida red de transacciones s¨®lo aspiran a entrar en ella con un poco de suerte -esto es, gracias a un amigo, un cu?ado, una madre o un suegro bien relacionados con el cacique o la caciquesa-, no a que las pr¨¢cticas corruptas cesen, a qui¨¦n le conviene eso. No otra es la raz¨®n principal de que en Espa?a los imputados, acusados, implicados, aquellos sobre los que pesan numerosos indicios de haberse enriquecido o haber enriquecido a allegados desde sus cargos p¨²blicos, sean mantenidos como candidatos una legislatura tras otra, y a menudo vitoreados y votados por la elevada porci¨®n de la ciudadan¨ªa que s¨®lo desea ser como ellos, o por lo menos que la alcancen unas migajas del pastel. Valencia es el ejemplo m¨¢s n¨ªtido de este esp¨ªritu que ensucia hasta la m¨¦dula, con el benepl¨¢cito de los ensuciados, pero por desgracia no el ¨²nico.
"Muchos votar¨ªan a Rubalcaba, al que ven menos mojigato y buen orador"
Las elecciones generales son otro cantar, por m¨¢s lejanas y abstractas y porque los posibles beneficios personales del triunfo de uno u otro partido se ven m¨¢s quim¨¦ricos. No se percibe f¨¢cilmente que, por estar en La Moncloa Zapatero o Rajoy, un constructor vaya a poder erigir sus espantosas urbanizaciones en terrenos hasta ahora protegidos, por ejemplo, aunque el detalle no deje de influir: recu¨¦rdese que fue el Gobierno de Aznar, con Rajoy, el que declar¨® edificable todo el suelo del pa¨ªs. A¨²n estamos pagando aquella decisi¨®n, en forma de brutal agravamiento de la crisis econ¨®mica mundial.
Yo, como todos, tambi¨¦n hago mis sondeos particulares, con la gente que tengo alrededor, bastante variada, no se crean. Y estos son mis resultados hoy: cuantos votan a la derecha volver¨¢n a hacerlo a ciegas y como un solo individuo, independientemente de lo que hagan o digan los representantes del PP y sus furibundos valedores medi¨¢ticos, que son legi¨®n, sobre todo desde que existe la TDT. Quienes votan a la izquierda (es un decir), o muchos de ellos, estaban a punto de quedarse en casa en marzo de 2012, hartos de Zapatero y de sus cuantiosos ministros o ministras idiotas. Por mucho que los horrorizara un nuevo Gobierno de la derecha, no estaban dispuestos a sancionar otra vez la errabundia, ni sobre todo el puritanismo de Zapatero, que, entre otras cosas, ha logrado que triunfen bastantes aspiraciones de la Iglesia Cat¨®lica, aqu¨¦llas que cuando las enarbolaba ¨¦sta fracasaron siempre: que no haya anuncios de contactos, que no se vean culos ni pechos en la publicidad, que apenas se pueda fumar ni beber ni decir inconveniencias ni exagerar, etc. En cuanto a los votantes oscilantes o indecisos, iban a pasarse en masa al PP, creyendo ingenuamente que con este partido en el poder la situaci¨®n econ¨®mica mejorar¨ªa, que habr¨ªa menos paro y que no se machacar¨ªa tanto a los trabajadores y a la juventud. Bueno, que se preparen todos si gana el PP, porque su penuria y su precariedad actuales ser¨¢n abundancia y estabilidad en comparaci¨®n con las que los aguardan.
Sin embargo, seg¨²n estos sondeos m¨ªos, las expectativas son muy distintas desde que Zapatero confirm¨® que no se presentar¨¢. Muchos que no lo habr¨ªan vuelto a votar ni locos votar¨ªan con esperanza a Rubalcaba, al que ven mucho m¨¢s inteligente, menos mojigato, buen pol¨ªtico y buen orador. Imaginan que un Gobierno por ¨¦l presidido ser¨ªa m¨¢s vivaz, menos dubitativo y ?o?o, y acudir¨ªan a las urnas. Ni uno solo de ¨¦stos, en cambio, mover¨ªa un dedo por Carme Chac¨®n, que en todo el tiempo que lleva de Ministra de Defensa s¨®lo ha sabido ponerse artificialmente solemne (el Ej¨¦rcito es algo serio, oiga) y hacer pucheros en las ocasiones f¨²nebres. Por otra parte, la impaciencia del PP lo est¨¢ llevando ya, con antelaci¨®n, a mostrarse una vez m¨¢s como es, a trav¨¦s de sus monaguillos medi¨¢ticos, desde luego, pero tambi¨¦n de sus dirigentes: como una jaur¨ªa ansiosa y neofranquista, lo cual horripila a cuantos no son como ellos. Saca veinte puntos de ventaja o as¨ª a su rival ahora mismo. Mis sondeos personales dicen que, con Zapatero o Chac¨®n, la distancia se mantendr¨ªa, pero que, con Rubalcaba, se acortar¨¢ tanto que ni siquiera es seguro que el PP vaya a vencer, pese a tenerlo todo a su favor. (Por eso los palafreneros ya pintan a Rubalcaba con pezu?as y rabo, supongo.) Y s¨®lo faltaba que Aznar volviera a hablar en lo que ¨¦l cree ingl¨¦s para echarle un capote a Gadafi, hacernos soltar la carcajada y demostrarnos que ni siquiera ha aprendido a¨²n que extravagant no significa nunca extravagante en espa?ol, sino siempre despilfarrador, dispendioso" o derrochador. Es lo que se llama, en traducci¨®n, un falso amigo cl¨¢sico. Nunca mejor dicho, por cierto, lo de falso amigo: de Espa?a y de su partido. En ¨¦ste deben de tener la mordaza ya corriendo de mano en mano.
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