Madrid quiere respirar menos humos

La boina estaba en todo su esplendor. Se ve¨ªa perfectamente esa masa de aire parduzco desde cualquier punto elevado. El Ayuntamiento tuvo que alertar de los altos niveles de contaminaci¨®n y pedir a los ciudadanos que contribuyeran usando el transporte p¨²blico. Pero el 9 de febrero pasado, en una entrevista en la Cope, la concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, sentenci¨®: "El paro asfixia m¨¢s". Al d¨ªa siguiente volvi¨® a la carga: insisti¨® en que la mala calidad del aire no es una preocupaci¨®n ciudadana, sino un debate "electoralista" fomentado por el Gobierno de Zapatero.

Quiz¨¢ la concejal no conoc¨ªa entonces la encuesta anual sobre Calidad de vida en la ciudad y satisfacci¨®n con los servicios p¨²blicos. La hace el Ayuntamiento donde ella trabaja. En su ¨²ltima edici¨®n, de 2009, la contaminaci¨®n es el segundo problema que los madrile?os detectan en la capital, solo por detr¨¢s del tr¨¢fico. "Los problemas relacionados con el medio ambiente urbano tienen cada vez mayor protagonismo en la agenda p¨²blica", asegura la encuesta, recogida en la Memoria 2009 del Consistorio. El m¨¢s importante, el que destaca un 23,7% de los ciudadanos, es la contaminaci¨®n. "Y con un peso creciente, pues en 2006 ocupaba el noveno puesto en el ranking", a?ade. As¨ª que a los madrile?os s¨ª les preocupa que la ciudad incumpla, por ejemplo, los l¨ªmites legales de di¨®xido de nitr¨®geno (NO2), un gas irritante de las v¨ªas respiratorias que producen principalmente los veh¨ªculos de motor.

El Ayuntamiento suprimi¨® en 2010 las estaciones m¨¢s contaminantes

Legan¨¦s o Coslada tambi¨¦n registran altos niveles de poluci¨®n

El a?o pasado la media anual en Madrid fue de 44 microgramos por metro c¨²bico. Deber¨ªa haber sido inferior a 40. Botella tuvo que admitirlo en una comisi¨®n de Medio Ambiente, en la que reconoci¨® ser incapaz de rebajarla y anunci¨® que pensaba pedir una moratoria de cinco a?os a la Uni¨®n Europea. De poco le hab¨ªa servido remodelar la red de medici¨®n en enero de 2010 y eliminar las estaciones en las que se registraban los peores niveles de poluci¨®n. De "maquillaje" calific¨® ese cambio el fiscal coordinador de Medio Ambiente, Antonio Vercher. El Ayuntamiento us¨® un resquicio en la normativa para eliminar de un plumazo las estaciones que registraban m¨¢s contaminaci¨®n y sustituirlas por otras ubicadas cerca de parques. Aun as¨ª, el NO2, obstinado, insiste en no desaparecer del aire de la ciudad. En el primer trimestre de 2011 se han vuelto a registrar niveles ilegales.

El problema no es exclusivo de la capital. Legan¨¦s y Coslada tambi¨¦n rebasaron los l¨ªmites de NO2 el a?o pasado. Y hay puntos en los que los niveles de part¨ªculas en suspensi¨®n, que la capital s¨ª cumple, se dispararon, como en Alcal¨¢ de Henares, Torrej¨®n y Legan¨¦s. Es muy probable que la Comunidad de Madrid tenga que emular a la capital y pedir un aplazamiento moratoria a la UE. "Casi seguro que se pedir¨¢ la moratoria. Eso requiere que elaboremos un exigente plan de cinco a?os para reducir la contaminaci¨®n", se?ala Federico Ramos, director general de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. El responsable regional trata de restar importancia al asunto. "Los umbrales m¨ªnimos cada vez son m¨¢s exigentes. Esta situaci¨®n se da en muchas regiones europeas. Casi seguro que habr¨¢ que hacer un plan global que sea exigente sobre el tr¨¢fico", a?ade Ramos que considera que "existe cierta tendencia al alarmismo y a la exageraci¨®n en este asunto". Es la opini¨®n del entorno de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que recuerdan que hace unos a?os hab¨ªa m¨¢s contaminaci¨®n y nadie se preocupaba tanto.

Puede que el paro asfixie m¨¢s en sentido figurado, pero en el literal gana, sin duda, la contaminaci¨®n. Estudios recientes relacionan las emisiones de los veh¨ªculos de motor con varios efectos perniciosos sobre la salud. Los investigadores han demostrado, por ejemplo, que los niveles altos de part¨ªculas PM2,5 (las finas, que producen los veh¨ªculos di¨¦sel hasta seis veces m¨¢s que los de gasolina) en Madrid est¨¢n relacionados con los aumentos de los ingresos hospitalarios, especialmente en el caso de ni?os y ancianos, y la mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio (infartos, ictus...), entre otras.

Otro estudio europeo financiado por la Comisi¨®n Europea en el que 60 cient¨ªficos de 12 pa¨ªses estudiaron durante tres a?os los efectos de la contaminaci¨®n sobre la salud en 25 ciudades -Madrid no estaba entre ellas- concluy¨® que la contaminaci¨®n por part¨ªculas finas reduce la esperanza de vida una media de ocho meses. Pero no es solo una amenaza a largo plazo. Las personas con afecciones respiratorias, como los asm¨¢ticos, o los al¨¦rgicos, sufren los episodios de contaminaci¨®n en el d¨ªa a d¨ªa.

Ecologistas en Acci¨®n, la organizaci¨®n m¨¢s combativa con lo que ellos consideran la "inacci¨®n" de las Administraciones, asegura que no se est¨¢n tomando medidas. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, anunci¨® en 2006 que a partir de 2008 impedir¨ªa la entrada al centro de la ciudad a los coches m¨¢s contaminantes. Lleg¨® la fecha, y el Consistorio dijo que la retrasaba dos a?os m¨¢s. En 2010 tampoco lo puso en marcha. "En el pr¨®ximo mandato restringir¨¦ el uso del coche en el centro", asegur¨® el alcalde en una entrevista a este peri¨®dico.

De momento, la Estrategia de Calidad del Aire de Madrid, con vigencia para 2006-2010, est¨¢ caducada. En la concejal¨ªa de Medio Ambiente aseguran que se est¨¢ trabajando en la pr¨®xima. Sin embargo, el coordinador de Medio Ambiente, Antonio de Guindos, asegura que aguardan a ver qu¨¦ plantea el Gobierno. "M¨¢s que en la l¨ªnea de la prohibici¨®n, creemos en la mentalizaci¨®n, en el uso de combustibles alternativos", asegura. Las restricciones no parecen estar en la agenda. En una respuesta por escrito, el departamento que dirige Ana Botella asegura acerca de la prohibici¨®n de circular a los coches m¨¢s 'sucios' que "la limitaci¨®n de turismos en funci¨®n de la antig¨¹edad tendr¨ªa un efecto muy limitado en la reducci¨®n de emisiones de di¨®xido de nitr¨®geno".

Los responsables municipales enumeran las medidas que han puesto en marcha para reducir la poluci¨®n: peatonalizaci¨®n de calles en el centro, eliminaci¨®n de calderas de carb¨®n... Pero en vista de los resultados, son insuficientes o no los han ejecutado. La Comunidad tampoco parece haber hecho lo suficiente. Mientras, Madrid sigue con su boina.