Supertraidor americano
Y Superman dej¨® de ser estadounidense. En el n¨²mero 900 de Action Comics, el Hombre de Acero vol¨® a Teher¨¢n a manifestarse contra los ayatol¨¢s. Washington le critic¨® porque hab¨ªa provocado un conflicto pol¨ªtico con Ir¨¢n. Entonces, se vio al Hombre de Acero, amargado, dici¨¦ndole al asesor de seguridad nacional del presidente: "Estoy harto de que mis acciones se entiendan como instrumentos de la pol¨ªtica de Estados Unidos... La verdad, la justicia, los ideales americanos, ya no me bastan". Y decidi¨® ir a la ONU a renunciar a su pasaporte. ?La idea? Un Gobierno que no interviene con contundencia en asuntos internacionales no es digno de un superh¨¦roe como ¨¦l, justo en una temporada en la que los republicanos tanto critican a Barack Obama por no haber sido m¨¢s rotundo en Libia.
"?Por qu¨¦ no te mudas a Francia, cobarde?", pregunta el 'New York Post'
El c¨®mic en cuesti¨®n es un compendio de cuatro distintos. En el ¨²ltimo, El incidente, de David S. Goyer, responsable, en parte, del gui¨®n de Superman begins (2006), se narra la deserci¨®n del superh¨¦roe. Ha sido un regalo en bandeja para los oponentes de Obama y del internacionalismo. El candidato republicano a las primarias presidenciales de 2012, el reverendo Mike Huckabee, dijo recientemente en una comparecencia en el canal conservador Fox News: "S¨¦ que es solo un c¨®mic, pero es turbador que Superman, que siempre ha sido un icono americano, diga ahora que no quiere ser ciudadano. Creo que es parte de una tendencia m¨¢s amplia en la que los americanos piden perd¨®n por ser precisamente americanos".
"?Ser¨¢ un p¨¢jaro? ?Ser¨¢ un avi¨®n? ?Es un americano traidor!". As¨ª titulaba una informaci¨®n al respecto el tabloide conservador New York Post. Le dedicaba al superh¨¦roe todo un editorial el 29 de abril en el que le dec¨ªa: "?Por qu¨¦ no te mudas a Francia, cobarde?". Luego, el diario, propiedad del magnate Rupert Murdoch, pon¨ªa en duda que el superh¨¦roe fuera ni siquiera norteamericano, al no haber nacido en Kansas, sino en el lejano planeta Krypton.
El enfado de la derecha es l¨®gico. En sus 73 a?os de vida hasta la fecha, al Hombre de Acero le hab¨ªa sucedido de todo. Perdi¨® sus poderes. Vio morir a sus familiares, humanos y extraterrestres. Se cas¨®. Desapareci¨® en el espacio. Fue adorado y vilipendiado. Incluso lleg¨® a morir, brevemente. Pero a lo largo de todas esas aventuras nunca olvid¨® lo que era desde su llegada a la Tierra: americano.
Nacido en el planeta Krypton, aterriz¨® en Smallville [un pueblo ficticio de Kansas] y all¨ª pas¨® su infancia, volando entre granjas y praderas interminables. Ese Estado es el centro geogr¨¢fico y moral de Estados Unidos, la quintaesencia de lo que los americanos llaman el heartland, el coraz¨®n de la tierra. Superman, creado en 1938 por Jerry Siegel y Joe Shuster, es en realidad el sue?o americano con capa. Hizo lo que muchos hijos de granjeros hicieron en periodo de entreguerras y en la segunda mitad del siglo XX: emigrar de su pueblo a la gran ciudad, Metr¨®polis -un trasunto de Nueva York-, donde cumpli¨® su sue?o de ser periodista.
En los ¨²ltimos a?os de la Guerra Fr¨ªa, la editorial de tebeos DC public¨® una miniserie llamada Legends en la que el villano Darkseid manipul¨® a la opini¨®n p¨²blica para enfrentarla a los superh¨¦roes. Aquello oblig¨® al presidente Ronald Reagan a firmar un decreto que prohib¨ªa a estos interceder ante cualquier injusticia, dando paso al caos criminal generalizado. En secreto, Reagan y Superman mantuvieron una relaci¨®n de respeto y admiraci¨®n mutuos. El presidente respir¨® con alivio al volver a permitir la libertad de maniobra de los superh¨¦roes.
M¨¢s c¨¦lebre fue el episodio de la breve muerte de Superman, en 1993, a manos del villano Doomsday. Aquello marc¨® un duelo nacional en los medios norteamericanos, justo en el a?o en el que Bill Clinton tomaba el relevo a George Bush padre. La muerte ayud¨® a vender tres millones de c¨®mics en su primera edici¨®n en Estados Unidos. Cuando ha necesitado lectores, DC Comics no ha dudado en recurrir a todo lo posible, incluido el homicidio. En 1986 mat¨® a Supergirl. Tres a?os despu¨¦s aniquil¨® a Robin, dejando a Batman en solitario. Esos superh¨¦roes siguen ahora vivos y coleando. Exacto: pueden resucitar.
?Qu¨¦ pretende, entonces, DC al publicar que Superman renuncia a su ciudadan¨ªa estadounidense? Probablemente, crear pol¨¦mica y vender m¨¢s c¨®mics, para luego devolverle el pasaporte. De todos modos, ?de qu¨¦ le puede servir volver a ser yanqui, cuando una de las tareas que se esperaban de ¨¦l, como era capturar a Osama bin Laden, ya la cumpli¨® Barack Obama por su cuenta y riesgo?
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