Torturas y agujeros negros de la CIA
Setmarian, fundador de Al Qaeda en Espa?a, secuestrado desde 2005, permaneci¨® en manos de Estados Unidos y fue entregado a Siria. Lo revelan documentos secretos obtenidos por EL PA?S
Se acab¨® un misterio, pero prevalece un caso de torturas. Mustaf¨¢ Setmarian, el fundador de Al Qaeda en Espa?a, detenido en 2005 en Pakist¨¢n, entregado a la CIA y desaparecido en los siniestros agujeros negros creados por la agencia de inteligencia norteamericana, se encuentra en una prisi¨®n de Siria, seg¨²n reflejan documentos secretos del Departamento de Defensa de EE UU a los que ha tenido acceso EL PA?S. Este maestro de la yihad global, desaparecido hace seis a?os, es el paradigma de los m¨¦todos empleados por el Ej¨¦rcito norteamericano y la CIA para obtener informaci¨®n en la denominada guerra contra el terror iniciada por la Administraci¨®n del presidente George W. Bush. Su captura hizo albergar esperanzas de que les condujera hasta la madriguera afgana o paquistan¨ª de Osama Bin Laden, donde este ¨²ltimo ha sido finalmente abatido.
El sirio espa?ol ha permanecido varios a?os en c¨¢rceles secretas y ha sido interrogado sobre el paradero de Bin Laden
Los 11 presos sirios en Guant¨¢namo son disc¨ªpulos de Setmarian, seg¨²n se lee en sus fichas penitenciarias
La tortura a los detenidos para descubrir al jefe de Al Qaeda ha sido reconocida por Leon Panetta, de 72 a?os, el director de la CIA que ha dirigido la caza y liquidaci¨®n del emir saud¨ª. Adem¨¢s, los servicios antiterroristas norteamericanos han practicado el secuestro y desaparici¨®n de jefes de esta organizaci¨®n como Setmarian, el sirio nacionalizado espa?ol, de 52 a?os, casado con una madrile?a y padre de cuatro hijos, que alcanz¨® el n¨²mero cuatro de la organizaci¨®n tras dise?ar los m¨¦todos de combate de la nueva yihad y por el que el Federal Bureau of Investigation (FBI) ofrec¨ªa cinco millones de d¨®lares, justo detr¨¢s de Bin Laden y Ayman al Zawahiri.
Las autoridades de EE UU han declinado facilitar datos sobre el paradero de Setmarian pese a las gestiones de su esposa, Helena Moreno, residente en Doha (Catar), del Gobierno espa?ol y de diversas organizaciones de derechos humanos que han denunciado su prolongada desaparici¨®n, que todav¨ªa contin¨²a. En 2009, el FBI contest¨® a una comisi¨®n rogatoria del juez Baltasar Garz¨®n con una lac¨®nica y ambigua respuesta: "No est¨¢ en territorio de EE UU". Este servicio retir¨® la recompensa que ofrec¨ªa por el jefe de Al Qaeda y borr¨® su nombre de la lista de los terroristas m¨¢s buscados pocos d¨ªas despu¨¦s de su detenci¨®n. "No hay mayor tortura que la desaparici¨®n de una persona. No sabemos nada de ¨¦l desde hace seis a?os", repite una y otra vez su esposa en las conversaciones telef¨®nicas mantenidas con este peri¨®dico.
Durante a?os, Setmarian ha sido interrogado en agujeros negros de la CIA por si pudiera facilitar pistas sobre el paradero de Bin Laden, de Ayman al Zawahiri y del mul¨¢ Mohamed Omar, con los que colabor¨® durante a?os en Afganist¨¢n. La ¨²ltima pista del terrorista sirio condujo hasta un barco prisi¨®n del Ej¨¦rcito norteamericano en su base naval y a¨¦rea de Diego Garc¨ªa, isla brit¨¢nica en el oc¨¦ano ?ndico donde han permanecido presos yihadistas calificados de alto valor informativo para ellos, seg¨²n testimonios de varios exagentes de la CIA. "Este barco est¨¢ haciendo algunas cosas buenas que no puedo revelar", afirm¨® tras el 11-S el vicealmirante norteamericano David Brewer sobre su criatura preferida, el buque de asalto anfibio USNS Stockham.
Semanas despu¨¦s, en las celdas de Guant¨¢namo, el ruso Rustam Akhmiarov y el brit¨¢nico Moazzam Begg recibieron confidencias de compa?eros en las que les hablaron de otro limbo m¨¢s oscuro, de un limbo en el mar, de c¨¢rceles flotantes peores que la base en la isla de Cuba. Y les detallaron en qu¨¦ consist¨ªan "las buenas acciones" de las que habl¨® el vicealmirante Brewer: torturas interminables a presos hacinados en las bodegas de varios barcos norteamericanos.
Begg, expreso brit¨¢nico, explica ahora las diferencias entre Guant¨¢namo y una c¨¢rcel flotante: "El aislamiento es absoluto. Es el limbo de los limbos. No hay abogados ni miembros de la Cruz Roja que puedan visitarte o identificarte". Exactamente lo que le ha ocurrido al pelirrojo Mustaf¨¢ Setmarian, al que nadie ha visto desde su detenci¨®n en Quetta, un feudo de Al Qaeda en Pakist¨¢n.
Las fichas secretas de los 11 presos sirios en Guant¨¢namo elaboradas por el Ej¨¦rcito de EE UU y a las que ha tenido acceso este peri¨®dico demuestran que las autoridades norteamericanas s¨ª saben d¨®nde est¨¢ este presunto jefe de Al Qaeda. Los expedientes est¨¢n plagados de referencias a Mustaf¨¢ Setmarian, Abu Musab al Suri, su entrenador y profesor en la asignatura del terror en Afganist¨¢n, y en dos de ellas se se?ala que fue detenido y transferido a Siria. Es la primera vez que sale a la luz un documento oficial norteamericano en el que se recoge el paradero del hombre al que Bin Laden despidi¨® en oto?o de 2001 con un abrazo y dos besos en las cuevas de Tora Bora (Afganist¨¢n) tras encargarle el dise?o de la guerra santa del futuro, seg¨²n revel¨® el propio sirio en un manifiesto que hizo p¨²blico antes de su captura en 2005.
El informe de evaluaci¨®n del preso Ali Husain Shaabaan, de 29 a?os, uno de los disc¨ªpulos aventajados de Setmarian, fechado en marzo de 2008, dice que entre diciembre de 2001 y octubre de 2005 el yihadista sirio espa?ol desaparecido trabaj¨® "en el dise?o estrat¨¦gico y militar de la futura yihad. Este dise?o inclu¨ªa el uso de armas de destrucci¨®n masiva, tanto nucleares como qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas, as¨ª como la bomba sucia. Abu Musab al Suri fue capturado en octubre de 2005 y transferido a Siria". Esta ¨²ltima frase, donde se reconoce su entrega a las autoridades sirias, va acompa?ada de una cita en la que aparecen tres informes del FBI.
El preso Ali Husain Shaabaan estudi¨® en una escuela de Utayba, localidad siria situada a una hora y media de Damasco; trabaj¨® en la tienda de su padre y viaj¨® a Afganist¨¢n atra¨ªdo por la yihad, donde se aloj¨® en una casa de hu¨¦spedes para yihadistas sirios cerca de Kabul, seg¨²n ha relatado a sus interrogadores en Guant¨¢namo. Cada tres meses recib¨ªa un sobre que conten¨ªa dinero, mientras estudiaba el Cor¨¢n, le ense?aban a manejar un rifle AK-47 y a participar en operaciones suicidas. El barbudo Ali Husain se entren¨® en el campo afgano de Al Ghuraba que dirig¨ªa el propio Setmarian y que estaba ocupado por sirios, en su mayor¨ªa pertenecientes a los Hermanos Musulmanes, movimiento integrista perseguido en Siria y con una fuerte implantaci¨®n en numerosos pa¨ªses ¨¢rabes. El informe del preso destaca la efervescente actividad de este campo terrorista y define a Setmarian como un estrecho asociado de Bin Laden.
En la ficha firmada por el contraalmirante de la Marina de EE UU Mark H. Buzby se lee lo siguiente: "Abu Musab al Suri (Setmarian) cre¨® un campo para entrenar ¨¢rabes. El campo se llamaba Al Ghuraba (los extranjeros) y estaba cerca de Kabul. All¨ª se ense?aban sistemas electr¨®nicos y preparaci¨®n de artilugios explosivos accionados a distancia... Abu Musab al Suri es un asociado a Al Qaeda, entrenador de muyahidin, un te¨®rico del islamismo con una larga historia de apoyo a los extremistas isl¨¢micos".
La ficha de 14 folios de Masun Abdah Muhammad, de 39 a?os, otro disc¨ªpulo del desaparecido Setmarian, est¨¢ fechada en abril de 2008 y recoge parecidas referencias a la anterior, as¨ª como la afirmaci¨®n de que el fundador de Al Qaeda en Espa?a fue entregado a las autoridades sirias. Masun fue entrenado en el mismo campo terrorista de Al Ghuraba al que acudieron lamayor¨ªa de los sirios recluidos en Guant¨¢namo, casi todos miembros de una c¨¦lula salafista desarticulada en Damasco. All¨ª encontraron un buen refugio con el amigo Mustaf¨¢.
Setmarian vivi¨® durante m¨¢s de una d¨¦cada en Madrid y Granada bajo la tapadera de vendedor de objetos ¨¢rabes, estudi¨® en la escuela de idiomas de Madrid y se cas¨® con Helena Moreno. Los padres de esta se negaron a asistir a su boda en una mezquita de Madrid y les cost¨® a?os recuperar la relaci¨®n con su hija. En los noventa Mustaf¨¢ fue vigilado por la polic¨ªa, grabado en v¨ªdeo y fotografiado por sus actividades de proselitismo. "De cabello pelirrojo, 1,70 de altura, ojos verdes, barba de elegante corte, tez clara y aspecto occidental", le define un informe policial. Entonces, su redactor no imagin¨® que este tipo llegar¨ªa hasta la c¨²pula de Al Qaeda.
Mustaf¨¢, el hombre que trabaj¨® en Londres dirigiendo la revista del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA) a las ¨®rdenes de Abu Qutada, un palestino icono de los autores del 11-S, fue reconocido recientemente por un testigo protegido como presunto autor del atentado al restaurante El Descanso, en Madrid, en 1985, en el que murieron 18 personas. Su desaparici¨®n a manos de la CIA ha impedido que se profundice en el testimonio de esta persona herida en aquel ataque, un testigo que logr¨® la reapertura del caso archivado hasta que se encuentre a los autores. "No tengo ninguna duda de que fue ¨¦l. Lo reconoc¨ª al ver su fotograf¨ªa en el peri¨®dico", afirma ahora la v¨ªctima, que perdi¨® en el atentado a dos de las personas que le acompa?aban.
La entrega secreta de Setmarian a Siria implica que se prolongar¨¢ la agon¨ªa de su familia, ya que las autoridades de ese pa¨ªs tampoco reconocen tenerlo, pese a las reiteradas preguntas de Helena. Su silencio es igual de inquietante que el de las autoridades de EE UU. ?Seguir¨¢ en Siria? ?Estar¨¢ vivo? No hay evidencias de nada. "Cuando llegan a Damasco, desaparecen. Lo denuncia Amnist¨ªa Internacional", advierte la esposa ceut¨ª de Mohamed Zaher, de 43 a?os, un sirio residente en Granada que, tras cumplir una pena de ocho a?os por pertenecer a una c¨¦lula yihadista, ha recibido la orden de expulsi¨®n "por razones de orden p¨²blico y seguridad ciudadana". "En mi pa¨ªs, si entras a la c¨¢rcel ya no ves la luz, desapareces o mueres", afirma Mohamed.
?Qu¨¦ es peor: estar desaparecido en un agujero negro (c¨¢rcel secreta) como ha permanecido Setmarian o preso en Guant¨¢namo? Jaled Seij Mohamed (KSM), de 46 a?os, el cerebro del 11-S, pas¨® por c¨¢rceles secretas de la CIA en Tailandia y Polonia hasta reaparecer en 2006 en el penal de la isla cubana. Su ficha penitenciaria no recoge la menor alusi¨®n a los interrogatorios que sufri¨®, al igual que las del resto de reclusos. Pero informes de la CIA aseguran que este paquistan¨ª que se inici¨® en la yihad con 11 a?os y estudi¨® ingenier¨ªa mec¨¢nica en la Universidad norteamericana de Carolina del Norte sufri¨® el waterboarding (simulaci¨®n de ahogamiento) 183 veces en marzo de 2003, d¨ªas despu¨¦s de su detenci¨®n en Pakist¨¢n. Supuestamente, facilit¨® en estos u otros interrogatorios el nombre del mensajero kuwait¨ª que acaba de conducir hasta el refugio en Abbottabad de Bin Laden. El mujeriego Jaled, el tipo que cautiv¨® al emir de Al Qaeda con sus terribles proyectos contra EE UU y sus aliados, sigue en Guant¨¢namo. Su expediente en el penal no le atribuye como a la mayor¨ªa de los presos un potencial informativo, porque ha sido explotado hasta la m¨¦dula.
Igual suerte corri¨® Abu Zubaydah, un palestino de 40 a?os, detenido en 2002 en Faisalabad y reaparecido en 2006 en Guant¨¢namo despu¨¦s de cuatro a?os engullido por los agujeros negros. El tuerto Zubaydah sufri¨® 83 simulaciones de ahogamiento hasta que vomit¨® su "vasta informaci¨®n sobre personal de Al Qaeda, operaciones, planes, finanzas y terroristas", tal como lo valora su ficha personal, fechada en 2008, que le atribuye, al igual que a KSM, alto riesgo y valor de inteligencia.
Leon Panetta, director de la CIA, ha sugerido que la tortura a presos como Setmarian, KSM o Zubaydah ha servido para capturar a Bin Laden. "Las t¨¦cnicas de interrogaci¨®n coercitiva fueron empleadas contra algunos de estos detenidos. No sabemos si podr¨ªamos haber obtenido la misma informaci¨®n a trav¨¦s de otros m¨¦todos". ?Se han incluido en esas t¨¦cnicas el ahogamiento simulado?, le han preguntado a Panetta, y su respuesta fue tan escueta como rotunda: "Correcto". La duda radica en si es verdad que la pista se obtuvo mediante esas torturas o es un argumento para justificar el horror de Guant¨¢namo.
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