Ning¨²n galard¨®n deber¨ªa preocuparnos
Siempre resulta extra?o que Artur Barrio, artista enormemente cr¨ªtico, reciba un premio institucional. ?l siempre se ha mantenido lejos de los sistemas de legitimaci¨®n del arte. Desde los a?os sesenta ha desarrollado una obra combativa y lo ha hecho, adem¨¢s, en momentos altamente complicados, como el trabajo desempe?ado en plena dictadura brasile?a. Su po¨¦tica personal se ha tejido en materiales ef¨ªmeros, precarios y org¨¢nicos -como el pan, el vino, la sal, el pescado crudo, el bacalao- y de esa manera constru¨ªa la po¨¦tica de una memoria que era, a la vez, la de su cultura y la de su propia biograf¨ªa.
Barrio y su generaci¨®n -creadores como Cildo Meireles, Helio Oiticica, Ligia Clark y Lydia Pape- redefinieron el arte al protagonizar el primer momento verdaderamente cr¨ªtico del modernismo, narrando el aislamiento de la vida, acercando el arte a la po¨¦tica de lo cotidiano.
Es por todo esto que la obra de Artur Barrio no es para ver sino para sentir con el olor y con el tacto, que genera situaciones en los espacios que luego ¨¦l documenta con sus fotograf¨ªas y con sus libros de artista.
Trabajar con ¨¦l es compartir su vida, su sentido cr¨ªtico del mundo y su capacidad de invenci¨®n. Cada d¨ªa reimagina sus exposiciones. Cuando colabor¨® con nosotros en la muestra regist(r)os, en 2000, coloc¨® una monta?a de algas en la puerta del museo. Aquellas algas, su intenso olor, fuerte y particular, tra¨ªan la memoria perdida de las playas de su infancia, cuando las mujeres cargaban con ellas.
Aquello me pareci¨® la demostraci¨®n definitiva de que su obra es para vivir y para desarrollar a la vez un pensamiento cr¨ªtico. ?l pone en cuesti¨®n los museos en los que expone, las ferias en las que participa y los premios que recibe. Su obra es libre y libertaria. Y nos pone continuamente en aprietos, como con esa costumbre suya de dibujar en las paredes de los museos. Es su manera de romper con los muros de todas las convenciones, las sociales y las culturales. Es su manera de recordarnos que nada puede domesticarle, por eso ning¨²n premio que reciba deber¨ªa preocuparnos.
Jo?o Fernandes es director del Museo de Arte Contempor¨¢neo Serralves, en Oporto, donde expuso obra de Artur Barrio.
Babelia
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