Lucha de gui?os por Barcelona
Jordi Hereu, la entrevistadora, el fot¨®grafo y el menda, que va de portero de fincas -escucho, tomo nota y callo-, pasean por Barcelona. Nos preceden y nos anteceden sendos miembros de seguridad. Por si nos caen encima los Navy Seals. Vamos tan protegidos que, en fin, si alguien roba una cartera en el Raval hoy, seguro que hemos sido nosotros.
Nota pintoresca: pocas personas se acercan a darle la patita al alcalde. Algo usual y maravilloso en esta ciudad en la que, a temperatura y presi¨®n normal, la tendencia es no hacer el freaky. Barcelona, en ese sentido, guarda tanta distancia con los personajes p¨²blicos que si a Kennedy le hubieran matado aqu¨ª, y no en Dallas, a¨²n no se habr¨ªa acercado nadie a recoger el fiambre.
A presi¨®n normal la tendencia es no hacer el 'freaky' en Barcelona
Como buen portero, meto la oreja en la conversaci¨®n del pr¨®jimo. En este caso, Hereu. Notas: a) tiene tendencia a utilizar, en lo que es un tic pre-2008 -es decir, del Pleistoceno-, el palabro construir. Y b), en una campa?a en la que los discursos se intercambian -exemplum: CiU es la socialdemocracia cl¨¢sica, ?toma, moreno!-, Hereu esboza gui?os sociales. Tiene guasa que el poder haga gui?os y no pol¨ªtica.
Quiz¨¢s es una ilustraci¨®n de que la pol¨ªtica hoy se realiza fuera de la pol¨ªtica -no s¨¦, donde realicen la pol¨ªtica los islandeses, los griegos, los portugueses, los irlandeses; y, glups, nosotros-. Fuera de lo que el mercado decida como posible, tal vez solo quedan gui?os.
Sorpresa intelectual: en varias ocasiones Hereu utiliza alocuciones con los palabros batalla y lucha - "la lucha del Raval", "la batalla de Barcelona"-, quiz¨¢s una cita de La lucha por Barcelona (Alianza, Madrid, 2005), imprescindible libro de Chris Ealham, disc¨ªpulo de Preston, que ofrece una nueva lectura del urbanismo de Barcelona desde finales del XIX hasta 1937, en el que se lee el urbanismo BCN como choque de tres culturas: la oficial, la republicana y la libertaria. Quiz¨¢s el drama actual es la ausencia de, como m¨ªnimo, dos de las tres culturas. Y de sus discursos. Quedan, en campa?a, algunos de sus gui?os.
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