Bernanke habla con la prensa
En la primera conferencia de prensa p¨²blica que recientemente ofreci¨® la Reserva Federal estadounidense, su presidente, Ben Bernanke, hizo una en¨¦rgica defensa de la muy criticada decisi¨®n de hacer compras masivas de bonos del Tesoro estadounidense, una pol¨ªtica conocida como relajaci¨®n cuantitativa. Sin embargo, ?fue persuasiva su justificaci¨®n?
La mayor¨ªa de los economistas consideran que su actuaci¨®n fue imperiosa. Sin embargo, el hecho de que el d¨®lar ha seguido cayendo mientras que los precios del oro siguen aumentando crea un fuerte escepticismo en los mercados. Una de las cosas m¨¢s dif¨ªciles de la banca central es que los inversores a menudo perciben un mensaje muy distinto del que el banco central trata de comunicar.
Es probable que la Reserva Federal suba los tipos de inter¨¦s de forma sostenida en los pr¨®ximos 12 meses
Al aminorar la relajaci¨®n cuantitativa debe evitar otra trampa: un colapso del precios de los activos
Por supuesto, la Reserva Federal se ha visto obligada a recurrir a la relajaci¨®n cuantitativa o quantitative easing (QE, como la llaman los agentes del mercado) porque su herramienta habitual para ajustar la inflaci¨®n y el crecimiento, el tipo de inter¨¦s interbancario, ya es de cero. Con todo, el crecimiento econ¨®mico de EE UU sigue siendo lento y va acompa?ado de un desempleo tenazmente elevado. Se ha culpado a la QE de todo, desde las burbujas de los precios de los valores hasta los disturbios por los alimentos, pasando por el imp¨¦tigo. Todo el mundo, desde los ministros de finanzas extranjeros hasta los caricaturistas, pasando por Sarah Palin, han atacado esa pol¨ªtica.
Los cr¨ªticos insisten en que la relajaci¨®n cuantitativa es el fin del sistema financiero global, si no de la civilizaci¨®n misma. Su queja m¨¢s reveladora es que se sabe muy poco sobre c¨®mo funciona y que, por tanto, la Reserva Federal est¨¢ arriesgando indebidamente el sistema financiero global para lograr una recuperaci¨®n modesta de la econom¨ªa estadounidense.
Tengan o no raz¨®n los cr¨ªticos, una cosa est¨¢ clara: dado que la Reserva Federal est¨¢ retrasada con respecto a otros bancos centrales del mundo en lo que se refiere al ciclo de restricci¨®n monetaria y que las agencias de calificaci¨®n de riesgo est¨¢n barajando una reducci¨®n del rating del cr¨¦dito estadounidense, el poder adquisitivo del d¨®lar ha ca¨ªdo a un nivel sin precedentes frente a las monedas de los socios comerciales de EE UU.
La defensa que hizo Bernanke fue s¨®lida y rotunda. Argument¨® que la relajaci¨®n cuantitativa no es ni remotamente tan poco convencional como sostienen sus detractores. Si se examina el impacto que ha tenido en las condiciones financieras, incluyendo los tipos de inter¨¦s a largo plazo, la volatilidad y los precios de las acciones, la relajaci¨®n cuantitativa se parece mucho a la pol¨ªtica convencional de los tipos de inter¨¦s que creemos que entendemos. As¨ª pues, las preocupaciones sobre los supuestos efectos adversos de la relajaci¨®n cuantitativa son muy exageradas, y dar marcha atr¨¢s en el futuro tampoco ser¨¢ particularmente dif¨ªcil. Bernanke rechaz¨® las quejas sobre los precios de las materias primas y la inflaci¨®n en los mercados emergentes y agreg¨® que esos fen¨®menos est¨¢n mucho m¨¢s relacionados con las pol¨ªticas monetarias laxas y los tipos de cambio excesivamente r¨ªgidos de las econom¨ªas en desarrollo de r¨¢pido crecimiento.
Las observaciones del presidente de la Reserva Federal llegan en un momento cr¨ªtico y sensible. A lo largo del pr¨®ximo a?o es probable que la Fed entre en un ciclo de restricciones en el que aumentar¨¢n los tipos de inter¨¦s de forma sostenida. No desea apresurarse porque la econom¨ªa estadounidense a¨²n es d¨¦bil, como lo demuestra el mediocre crecimiento del 1,8% del primer trimestre. Pero no puede demorarse demasiado, pues las expectativas de inflaci¨®n podr¨ªan aumentar a un nivel peligroso, lo que obligar¨ªa a la Reserva Federal a actuar de modo m¨¢s contundente -a costa de un considerable sufrimiento econ¨®mico- para eliminar la inflaci¨®n del sistema.
Al aminorar la relajaci¨®n cuantitativa, Bernanke debe evitar otra trampa, a saber, un colapso inoportuno de los precios de los activos. Muchos agentes expertos de Wall Street est¨¢n convencidos de que la relajaci¨®n cuantitativa no es m¨¢s que la pol¨ªtica monetaria de Alan Greenspan (Greenspan Put) en esteroides. El culto al Greenspan Put surgi¨® a ra¨ªz de que el anterior presidente de la Reserva Federal dijese que la instituci¨®n no deb¨ªa tratar de frenar un mercado de valores que subiera abruptamente, salvo en la medida en que dicho mercado socavara la estabilidad de los precios a largo plazo de los bienes comunes. Sin embargo, si el mercado de valores cae demasiado r¨¢pido, la Fed debe preocuparse por la posibilidad de una recesi¨®n y reaccionar con contundencia para amortiguar la ca¨ªda.
?Tienen raz¨®n los agentes? ?Acaso la relajaci¨®n cuantitativa es simplemente la secuela del Greenspan Put? Es cierto que las tasas de inter¨¦s extremadamente bajas de ahora alientan a los inversores a invertir sus fondos en valores de riesgo. Tal vez la Reserva Federal podr¨ªa argumentar que es responsabilidad de los reguladores asegurar que las burbujas de valores no den lugar a un endeudamiento excesivo y a una posible crisis de deuda, aunque, por supuesto, la pol¨ªtica monetaria debe ser uno de los elementos.
En vista de la lenta recuperaci¨®n, Bernanke podr¨ªa haber ido m¨¢s lejos y sostener que la Reserva ten¨ªa la raz¨®n. Las autoridades monetarias de otras econom¨ªas avanzadas, como el Banco Central Europeo, podr¨ªan estar reaccionando excesivamente ante la volatilidad de la inflaci¨®n a corto plazo. No obstante, quiz¨¢ por no querer causar problemas a sus contrapartes extranjeras, Bernanke adopt¨® un enfoque m¨¢s cauteloso y se limit¨® a defender la pol¨ªtica de la Reserva Federal como la m¨¢s adecuada para Estados Unidos.
Al defender esa pol¨ªtica, Bernanke tuvo que cuidarse de no decir nada que pudiera alarmar demasiado a los inversores. De hecho, estos ya tienen motivos suficientes para estar nerviosos: despu¨¦s de todo, tras la excepcional relajaci¨®n de las condiciones financieras que ha implantado la Reserva Federal tendr¨¢n que venir restricciones extraordinariamente dolorosas. ?Estar¨¢ lista la econom¨ªa cuando llegue ese momento? Explicar el inevitable viraje hacia las restricciones podr¨ªa resultar ser un reto mucho m¨¢s dif¨ªcil que explicar las excepcionales flexibilidades de la relajaci¨®n cuantitativa.
La Reserva Federal debe recordar siempre que, por sereno y racional que sea su an¨¢lisis, trata con mercados que pueden ser todo menos serenos y racionales. Precisamente debido a que en la cuesti¨®n de la relajaci¨®n cuantitativa han entrado en juego muchas emociones, los efectos psicol¨®gicos del regreso a la normalidad ser¨¢n peligrosos e imprevisibles. -
Kenneth Rogoff es profesor de Econom¨ªa y Pol¨ªticas P¨²blicas de la Universidad de Harvard y fue economista jefe del FMI. ? Project Syndicate, 2011. Traducci¨®n de Kena Nequiz
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.