DSK convertido en villano
El escenario tan esperado por unos y tan temido por otros, el de la explosi¨®n en pleno vuelo, est¨¢ a punto de realizarse. En este punto, uno no imagina c¨®mo Dominique Strauss-Kahn (DSK), inculpado por agresi¨®n sexual e intento de violaci¨®n en Nueva York, podr¨¢ llevar a t¨¦rmino el proyecto en el que se hab¨ªa embarcado y presentarse a las elecciones presidenciales francesas de 2012.
Evidentemente, antes de ir m¨¢s all¨¢, hay que atenerse a los hechos y esperar el desarrollo de la investigaci¨®n y el proceso en Nueva York. Y tambi¨¦n la versi¨®n del propio DSK. Recordemos que ya fue exculpado de un caso anterior y que entonces sus intenciones agresivas quedaron descartadas. Tuvo que presentar excusas, pero, aunque estuvo cerca del desastre, sali¨® bien librado.
Si verdaderamente es un adicto al sexo ?c¨®mo ha podido intentar conseguir el voto de los franceses?
De lo que se trata ahora es del inevitable efecto que producir¨¢ esta ¨²ltima informaci¨®n sobre la opini¨®n p¨²blica y sobre el comportamiento de los medios de comunicaci¨®n para con el interesado. No olvidemos que el episodio del Porsche desencaden¨® en la prensa una cascada de art¨ªculos sobre el tren de vida de DSK. Ahora, es m¨¢s que probable que el incendio neoyorquino conduzca a los medios de comunicaci¨®n a concentrase en la vida privada del director del FMI.
?Verdad a este lado del Atl¨¢ntico y mentira al otro? En los d¨ªas de la informaci¨®n instant¨¢nea y planetaria eso no le ayudar¨¢ demasiado. En lo que ayer llamaban "c¨ªrculos bien informados", DSK est¨¢ considerado como un adicto al sexo, en el sentido en que los norteamericanos consideran esta adicci¨®n, y la tratan. Hab¨ªa quien dec¨ªa: en este terreno, los franceses est¨¢n de vuelta de todo y son tolerantes, mientras que los norteamericanos son excesivamente puritanos y est¨¢n judicializados hasta el punto de que, en la vida cotidiana, hay que abstenerse de hechos y gestos que podr¨ªan ser interpretados como agresivos. "Que el que est¨¦ libre de pecado arroje la primera piedra", tal era el argumento que algunos cre¨ªan poder esgrimir contra aquellos adversarios que, en la vida p¨²blica, insist¨ªan en el asunto.
Desgraciadamente, he aqu¨ª a DSK convertido en el villano de una teleserie norteamericana banal, con inculpaci¨®n, polic¨ªas oblig¨¢ndole a bajar del avi¨®n... Una verdadera cat¨¢strofe de la que parece dif¨ªcil que pueda recuperarse.
Pregunta: si verdaderamente DSK es un adicto al sexo y lo sabe, ?c¨®mo ha podido persistir en su intenci¨®n de conseguir los votos de los franceses? ?No hay una exigencia de responsabilidad, m¨¢s all¨¢ de su imprudencia, que deber¨ªa haberle conducido a tratar el problema o a renunciar a su candidatura?
Evidentemente, todo esto es m¨¢s que exasperante. Ayer mismo, el diario digital JDD publicaba un sondeo del IFOP que confirma la ventaja comparativa de Strauss-Kahn en el paisaje pol¨ªtico franc¨¦s: no solo encabeza la intenci¨®n de voto para la primera vuelta (26%), sino que, sobre todo, y seg¨²n la misma fuente, es el ¨²nico que puede estar seguro de pasar a la segunda. Los otros socialistas y el mismo Nicolas Sarkozy est¨¢n en la zona de mayor incertidumbre y cuentan, m¨¢s o menos, con el mismo respaldo que Marine Le Pen (22% y 23%).
Esta situaci¨®n privilegiada la explica el hecho de que DSK es, de todos los candidatos de izquierda, el que mejor se ajusta al criterio de la elecci¨®n presidencial.
En mi opini¨®n, en efecto, la clave de las elecciones la tendr¨¢ aquel o aquella que mejor sepa situarnos. Situarnos en el mundo en general y en Europa en particular. La globalizaci¨®n, las revueltas ¨¢rabes y el intenso traj¨ªn planetario que vivimos obligan a ser capaz de decirle al pa¨ªs: "Esto es lo que somos, a esto debemos aspirar, esta debe ser nuestra ambici¨®n y as¨ª es como Francia y Europa deben situarse en los nuevos equilibrios planetarios que se est¨¢n construyendo ante nuestros ojos".
Por eso Nicolas Sarkozy todav¨ªa no ha perdido la partida, pues, gracias al cargo que a¨²n ocupa, se mantiene en escena. M¨¢s all¨¢ del episodio libio, est¨¢ su gesti¨®n de los asuntos europeos o del G-20, que constituyen otras tantas ocasiones que pueden permitirle ese ejercicio en el que Fran?ois Mitterrand destacaba, con su obsesi¨®n por "mantener la posici¨®n" de Francia.
La ventaja de DSK era que su cargo ya nos situaba. Evidentemente, como director del FMI, ya estaba en situaci¨®n y era el actor de esa vuelta al orden generalizada.
En el contexto actual, el escenario m¨¢s probable es el de su eliminaci¨®n de facto de la carrera presidencial y, por tanto, de la candidatura de Martine Aubry. A posteriori, se comprende mejor la actitud y la obstinaci¨®n de Fran?ois Hollande. Todos nos pregunt¨¢bamos: "?Por qu¨¦ se empecina, si DSK es candidato y comparten las mismas ideas?". En su fuero interno, seguramente, Fran?ois Hollande ten¨ªa alguna noci¨®n de la fragilidad de DSK...
Mientras, un acontecimiento as¨ª produce, lo mismo que una erupci¨®n volc¨¢nica, r¨ªos de lava sucesivos y solo despu¨¦s podremos evaluar la nueva relaci¨®n de fuerzas. ?Menudo asunto!
Traducci¨®n de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva.
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