Los indignados agitan la campa?a y los grandes partidos les piden el voto
El PP promete a los grupos que protestan crear empleo juvenil
Parec¨ªa una campa?a anodina, una no campa?a, perfecta para el dise?o de Mariano Rajoy: sin sobresaltos, centrada en asuntos nacionales como Bildu o los recortes de Zapatero. Pero sucedi¨® lo inesperado: las masivas y crecientes manifestaciones de los indignados con el lema: "No queremos ser marionetas de pol¨ªticos y banqueros". Y han revolucionado todo, tambi¨¦n la campa?a. Los pol¨ªticos est¨¢n desconcertados, no saben bien c¨®mo responder a una protesta dirigida contra ellos a pocas horas de las elecciones, y ayer todos trataron de arrimar el ascua a su sardina en medio de una generalizada estupefacci¨®n.
Nadie sabe c¨®mo afectar¨¢ este in¨¦dito movimiento, incontrolable pol¨ªticamente, a las elecciones del domingo. El PP sigue pensando que no le afecta esta guerra que ve dentro de la izquierda. Pero nada est¨¢ claro y el fin de fiesta de la campa?a es imprevisible.
Las formaciones pol¨ªticas creen que el movimiento no es pasajero
Ayer todos, de una manera u otra, trataron de cortejar a esos potenciales votantes. En privado, los partidos admiten que el movimiento, con sus aristas y su complejidad, es serio y parece que va en aumento, no es ni mucho menos pasajero. Algunos pol¨ªticos incluso plantean que ir¨¢ creciendo a medida que lleguen m¨¢s recortes que todos los gobiernos auton¨®micos tienen congelados hasta despu¨¦s de las elecciones. El oto?o caliente est¨¢ casi garantizado.
Los m¨¢s preocupados son, sin duda, los socialistas. El mensaje de fondo de la protesta -esto es: que el PP y el PSOE son lo mismo porque ambos obedecen intereses financieros y empresariales- es demoledor para la campa?a del PSOE, centrada precisamente en esa idea de que "no es lo mismo", lema de campa?a de Zapatero en las elecciones de 2008. De momento, el PSOE ya ha tenido que cambiar su acto de cierre de campa?a. No ser¨¢ en la Plaza Mayor -a unos metros de la protesta-, sino a un recinto cerrado a las afueras de Madrid.
Diversos dirigentes del PSOE, tan relevantes como el expresidente Felipe Gonz¨¢lez o el lehendakari Patxi L¨®pez, lanzaron an¨¢lisis de fondo sobre el movimiento. Gonz¨¢lez se?al¨® en La Sexta que este "fen¨®meno interesant¨ªsimo" sigue la estela de las protestas en el mundo ¨¢rabe. "En el mundo ¨¢rabe piden votar y aqu¨ª dicen que no vale para nada votar", ha contrastado. Cree que trata de crear "una ciudadan¨ªa permanente y no solo de voto". "La generaci¨®n mejor preparada se siente, y tiene raz¨®n, con menos oportunidades y expectativas que la anterior", analiz¨® Gonz¨¢lez.
Nadie o casi nadie quer¨ªa enfrentarse ayer o criticar a los manifestantes. Ni siquiera el Gobierno, uno de los objetivos de la protesta. El ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez, dijo que siente "m¨¢s cercan¨ªa que lejan¨ªa" hacia el movimiento. La ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, asegur¨® que el movimiento no solo pide "locuras", sino que algunas de sus reclamaciones son "cosas razonables" e incluso "posibles".
Patxi L¨®pez, el lehendakari, abri¨® un proceso en Twitter para tratar de dialogar con los manifestantes y contestar a sus inquietudes. En el fondo del debate, admiti¨®, est¨¢ la incapacidad de la pol¨ªtica para enfrentarse a las presiones de los mercados. "Puedo entender el cabreo de quienes padecen la crisis sin causarla. Y s¨ª, yo tambi¨¦n me indigno por la incapacidad de la pol¨ªtica para embridar los impulsos oscuros e incontrolados de los mercados; porque seguimos pensando con complejos nacionales, mientras aquellos act¨²an globalmente", sentenci¨®.
Otros socialistas, como Tom¨¢s G¨®mez, animaron a los indignados a votar al PSOE, y Jos¨¦ Blanco, jefe de la campa?a, remat¨®: "El Gobierno comprende el malestar, pero hay que acertar no qued¨¢ndose en casa, votando y castigando a quienes compartieron mesa y mantel con los ap¨®stoles de la codicia y la especulaci¨®n".
El PP no est¨¢ tan preocupado, cree que va a ganar y esto no va a afectar a su campa?a. Pero tampoco quiere enfrentarse a los manifestantes. Una frase del d¨ªa anterior de Mariano Rajoy, en la que dijo que "lo f¨¢cil es criticar a los pol¨ªticos", ya gener¨® muchas cr¨ªticas, entre otras cosas porque el mismo d¨ªa que dijo eso ofreci¨® un mitin en Valencia con Francisco Camps y otros imputados. As¨ª que Rajoy decidi¨® no echar m¨¢s le?a al fuego y ayer se?al¨® en la cadena SER que "entiende" la indignaci¨®n de los j¨®venes con un 45% de paro juvenil. Pero responsabiliz¨® a Zapatero, hizo como si la protesta no afectara al PP.
Rajoy no volvi¨® a citarlos, aunque anoche en Barcelona reclam¨® un plan de choque contra el paro juvenil, tal vez un gui?o. El l¨ªder evit¨® de nuevo a la prensa y mand¨® a S¨¢enz de Santamar¨ªa a contestar. La portavoz pidi¨® a los j¨®venes que voten al PP porque es el partido que "crear¨¢ empleo juvenil, como hizo en 1996".
La que s¨ª entr¨® de lleno fue Esperanza Aguirre. No en vano la principal protesta, en la Puerta del Sol, est¨¢ frente a su despacho. Ya les hab¨ªa llamado "antisistema". Ayer dijo que les comprende, pero sostuvo que la izquierda est¨¢ tratando de "manipular este movimiento contra el PP", pidi¨® que voten contra el PSOE y que, en vez de manifestarse frente a su despacho, lo hagan en el Palacio de La Moncloa, donde est¨¢ "el unico responsable del paro".
IU, por su parte, est¨¢ ilusionada porque no ve el asunto en t¨¦rminos electorales, sino sociales, y cree que, al margen de lo que pase el 22-M, es muy positiva la protesta. Los l¨ªderes de IU han estado en todas las manifestaciones.
Mientras, en la prensa ultraconservadora empez¨® a extenderse la idea de que todo es un complot urdido por Alfredo P¨¦rez Rubalcaba para alterar el resultado de las elecciones. A esa teor¨ªa de la conspiraci¨®n se apunt¨® Francisco ?lvarez-Cascos, candidato de Foro Asturias, en la Cope. Dijo que los movimientos "no son casuales ni espont¨¢neos" y admiti¨® no tener pruebas pero s¨ª "indicios" de que detr¨¢s hay "juego sucio" de la izquierda.
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