La broma filonazi le sale cara a Lars von Trier

Unas d¨¦cimas de segundo, esas que suelen marcar la frontera entre el "lo digo" y el "no lo digo", las mismas que separan el disloque mental del sentido com¨²n, pueden haber asestado un golpe mortal a la carrera de Lars von Trier, uno de los cineastas m¨¢s dotados de su tiempo y, sin duda, uno de los m¨¢s lenguaraces. Sus declaraciones del mi¨¦rcoles por la ma?ana en Cannes tras la proyecci¨®n de su pel¨ªcula Melancholia, en las que reconoc¨ªa "cierta simpat¨ªa" por Adolf Hitler -"la verdad es que le entiendo"- y en las que se dec¨ªa "a favor de los jud¨ªos, aunque no demasiado, porque los israel¨ªes nos joden bastante", desencadenaron una tormenta de las que no se guardaba recuerdo en La Croisette.

No bastaron las disculpas ofrecidas por el brillante y d¨ªscolo autor

"Lars reconoce que quiz¨¢ fue un poco est¨²pido", admite su socio en Zentropa

Una tormenta de consecuencias impredecibles que ayer dejaron de serlo para convertirse en nefastas para el director dan¨¦s, expulsado de facto del Festival de Cannes, cuyos responsables decidieron finalmente declararle persona non grata con efecto inmediato, aunque mantienen Melancholia dentro de la competici¨®n y la lucha por la Palma de Oro.

De hecho, es una de las pel¨ªculas que m¨¢s han gustado estos d¨ªas aqu¨ª. Es la vieja dicotom¨ªa, recurrente en la historia de la cultura: una cosa son las obras y su valor intr¨ªnseco. Otra, quienes las crean y sus ideas, aunque sean odiosas o, simplemente, inoportunas o imb¨¦cilmente fuera de contexto. Queda claro que, en su veredicto, el Festival de Cannes ha tenido todo esto en cuenta.

En un dur¨ªsimo comunicado hecho p¨²blico a primera hora de ayer, el Consejo Representativo de las Instituciones Jud¨ªas de Francia aseguraba que las palabras de Lars von Trier "traducen desde su ignominia las tendencias m¨¢s inquietantes de la banalizaci¨®n actual del nazismo y llevan a la idea de que Hitler no fue tan malo. Lars von Trier no pinta nada en un festival como el de Cannes".

Las palabras de simpat¨ªa hacia Hitler pronunciadas el mi¨¦rcoles por el creador del movimiento Dogma ante cerca de 300 periodistas de todo el mundo podr¨ªan constituir un delito de incitaci¨®n al odio racial, tipificado en Francia desde 1882 y merecedor de condenas de hasta cinco a?os de prisi¨®n y 45.000 euros de multa. Hay que recordar que el modisto John Galliano, exdise?ador de la firma Dior, deber¨¢ afrontar un proceso judicial por haber proferido en febrero en un bar de Par¨ªs, y ante varios testigos, expresiones de afecto por el nazismo y frases como "deber¨ªan haberos gaseado".

En resumen: de la noche a la ma?ana, el director de Dogville ha pasado de aut¨¦ntico ni?o mimado de Cannes -donde ha acudido con casi todas sus pel¨ªculas y donde en 2000 gan¨® la Palma de Oro con Bailar en la oscuridad-, a aut¨¦ntico objeto de vud¨². No bastaron las disculpas ofrecidas en la tarde del mi¨¦rcoles por el brillante y d¨ªscolo cineasta. Casi obligado por el equipo directivo de Cannes, liderado por Thierry Fr¨¦maux y Gilles Jacob, Von Trier acept¨® hacer suya la siguiente declaraci¨®n: "Si he podido herir a alguien con mis palabras de esta ma?ana, quiero pedir sinceramente perd¨®n. Yo no soy ni antisemita, ni racista, ni nazi". Ah¨ª qued¨® la cosa. Pero, ya por la noche y durante el transcurso de una fiesta privada, EL PA?S pudo saber que el Consejo de Administraci¨®n del festival estudiar¨ªa al d¨ªa siguiente la posible expulsi¨®n de Lars von Trier "por sus declaraciones intolerables".

Dicho y hecho. Ayer al mediod¨ªa, el festival dejaba caer su veredicto como una bomba sobre la hasta ahora sacrosanta cabeza de Von Trier, que pese al tsunami se qued¨® ayer en Cannes atendiendo los compromisos con la prensa que ten¨ªa concertados. En algunos de ellos, por cierto, estuvo bromeando con los periodistas y pregunt¨¢ndoles "qu¨¦ quiere decir exactamente persona non grata".

"Esto no tiene ning¨²n sentido, porque todo el mundo sabe que Lars no es un nazi, y adem¨¢s ya pidi¨® perd¨®n por lo que dijo", declaraba ayer en conversaci¨®n telef¨®nica con este diario Peter Aalbaek Jensen, socio de Lars von Trier y aut¨¦ntica cabeza pensante de la productora danesa Zentropa. Aalbaek se?al¨® que todo este rocambolesco asunto le parec¨ªa "una estupidez" y se mostr¨® convencido de que, tarde o temprano, el director de Melancholia o Rompiendo las olas volver¨¢ a Cannes con pel¨ªcula bajo el brazo. "Lars no est¨¢ muy bien hoy, porque reconoce que quiz¨¢ fue un poco est¨²pido... y a nadie le agrada ser un est¨²pido".

En el muy improbable caso de que Melancholia se alzase con la Palma de Oro, el Consejo de Administraci¨®n del Festival de Cannes pedir¨¢ expresamente a Lars von Trier que no acuda a recogerla. Y todo, por unas d¨¦cimas de segundo.