Colonialismo, DSK y el FMI

Las recientes noticias relacionadas con el FMI traen un mal tufillo colonialista. No me refiero al hecho de que un franc¨¦s rico y poderoso que era el jefe del FMI est¨¢ acusado de haber intentado violar en su lujoso hotel a una joven camarera africana. Lo que all¨ª sucedi¨® no lo sabemos y hay que esperar antes de declarar culpable a Dominique Strauss-Kahn. Pero lo que no se ha hecho esperar son los feos reflujos coloniales que tratan de imponer a un europeo como su sucesor. Seg¨²n esta visi¨®n solo un europeo puede estar al mando del FMI, una instituci¨®n propiedad de 187 naciones. Esta propuesta "solo" discrimina al restante 93% de la humanidad.

Es ins¨®lito que una organizaci¨®n que obliga a los Gobiernos que le piden prestado a adoptar principios de transparencia, eficiencia y meritocracia seleccione a su l¨ªder mediante un proceso que viola las normas que pregona. Esto sucede debido a que, en 1944, EE UU y Europa acordaron que el jefe del FMI siempre ser¨ªa un europeo y el del Banco Mundial un estadounidense.

El cargo debe estar abierto a candidatos cualificados de cualquier parte del mundo, no solo europeos

Este pacto es hoy es tan obsoleto como inaceptable. Incluso los l¨ªderes del G-20, cuyos pa¨ªses representan m¨¢s del 80% de la econom¨ªa mundial y dos tercios de la poblaci¨®n del planeta, prometieron en 2009 que los jefes de estas instituciones ser¨ªan escogidos a trav¨¦s de un proceso "abierto, transparente y basado en el m¨¦rito". El hecho de que estos no hayan sido siempre los criterios, y que aun hoy no lo sean, es indignante. Pero lo es m¨¢s a¨²n ver los intentos de continuar asegurando el cargo para un europeo.

Didier Reynders, ministro belga de Finanzas, afirm¨® que "ser¨ªa preferible que nosotros

continu¨¢semos ocupando estos puestos en el futuro". Angela Merkel acepta que alguien de los pa¨ªses emergentes podr¨ªa ser jefe del FMI... "a medio plazo". Por ahora quiere a un europeo all¨ª. No es casualidad que Christine Lagarde ya aparezca como la favorita. Adem¨¢s de competente, es francesa. Ser¨ªa bueno que Lagarde se midiera en un proceso abierto con candidatos de otras partes. Pero quienes defienden la necesidad de un europeo en el FMI no quieren que su candidato compita en un proceso abierto; quieren que sea coronado por el resto del mundo.

Influyentes columnistas europeos sostienen que el cr¨ªtico papel del FMI en el rescate financiero de Europa obliga a que su jefe conozca bien el continente y tenga profundos v¨ªnculos con su clase pol¨ªtica. Es curioso que este criterio nunca fuese mencionado cuando Asia o Am¨¦rica Latina tuvieron sus respectivas crisis econ¨®micas y el FMI estaba a cargo de un franc¨¦s o un alem¨¢n. En el Financial Times, Wolfgang Munchau se pregunta "si, por m¨¢s competente que sea, el presidente del Banco Central mexicano, por ejemplo, podr¨ªa cumplir esta funci¨®n eficazmente... El trabajo va a estar muy centrado en los problemas europeos, lo cual lo obligar¨¢ a golpear cabezas en las reuniones de ministros de Finanzas y persuadir a obstinados jefes de Gobierno". Munchau supone que los pol¨ªticos europeos ser¨¢n m¨¢s reticentes que los latinoamericanos o asi¨¢ticos a imponer las impopulares medidas econ¨®micas que inevitablemente acompa?an los rescates del FMI. Esto no es cierto.

El argumento puede ser volteado para demostrar que quien mejor puede ayudar a Europa en sus actuales circunstancias es un competente economista brasile?o, turco o tailand¨¦s que ya tuvo la experiencia de gestionar con ¨¦xito una crisis parecida en su pa¨ªs. Tambi¨¦n es verdad que si bien los problemas ahora est¨¢n en Europa, los que vienen seguramente se originar¨¢n en alguno de los grandes pa¨ªses emergentes. Finalmente, est¨¢ el peque?o detalle de que mientras el peso de Europa en la econom¨ªa mundial decae, el de los pa¨ªses emergentes como China, India o Brasil est¨¢ en franco ascenso. ?C¨®mo justificar que las nuevas potencias emergentes, cuya influencia en la salud econ¨®mica del mundo ya es determinante, no puedan acceder a las m¨¢s altas posiciones del gobierno financiero internacional?

No s¨¦ qu¨¦ me sorprende m¨¢s, lo obvio que resulta que la nacionalidad no debe definir qui¨¦n puede dirigir el FMI o que este errado criterio tenga tantos defensores. Es obvio que la posici¨®n debe estar abierta a todos los candidatos cualificados de cualquier parte del mundo, y que el proceso de selecci¨®n tiene que ser transparente y solo centrado en los m¨¦ritos de los candidatos. Y no ser¨ªa malo pedirles a los candidatos que, de ser elegidos, prometan quedarse en el cargo durante todo su periodo. Los ¨²ltimos tres jefes del FMI, todos europeos, naturalmente, renunciaron antes de tiempo.

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