Trabajos de amor de un punk
Sorpresas de un emblema del punk: "Me levant¨¦ expresamente, de madrugada en Los ?ngeles, para ver la boda real brit¨¢nica por televisi¨®n". ?Es este John Lydon (Londres, 1956) el mismo que se hac¨ªa llamar Johnny Rotten al frente de los Sex Pistols, cantaba "God save the Queen / she ain't no human being" (Dios salve a la reina / ella no es un ser humano) y sufr¨ªa por ello hasta un apu?alamiento? "En los setenta, mis cr¨ªticas tuvieron de verdad m¨¦rito. La instituci¨®n debe marcharse, pero el amor de esos dos j¨®venes va en serio", aventura Lydon. Y cuesta creerle domesticado, tras dos d¨¦cadas de vida en California, ahora que revienta de intensidad las tablas con su otra banda, Public Image Limited (PiL). La reflot¨® a finales de 2009 y acaba de pasearla por la presente edici¨®n del festival Primavera Sound, a punto de concluir en Barcelona: "Quiz¨¢ el periodo de mi trayectoria en el que m¨¢s estoy disfrutando sobre el escenario. Los shows son como una fiesta rave o una misa sin la tonter¨ªa de Dios", sentencia. Hay cosas que no cambian.
"No s¨®lo antes, tambi¨¦n soy iracundo ahora, no puedo evitar levantarme frente a la privaci¨®n de derechos"
Otras desprenden iron¨ªa: por sugerir a Lydon una resurrecci¨®n de PiL, supuestamente, se llev¨® varios golpes el vocalista de Bloc Party. Ocurri¨® en otro festival espa?ol, el Summercase de 2008, donde tocaron los Sex Pistols: "Yo nunca he metido las narices en la carrera de ning¨²n m¨²sico. Encima la prensa lo vendi¨® como un ataque racista, algo impensable en mi familia: mis nietos son medio jamaicanos", zanja Lydon. El goce de las nuevas giras de PiL estimul¨® un peque?o diario devenido en libro, Mr Rotten's scrapbook, compuesto por fotos in¨¦ditas de toda su vida y notas manuscritas. Ya lo dice el t¨ªtulo: un ¨ªntimo ¨¢lbum de recortes, con autoedici¨®n limitada. "Se me fue afinando la memoria, e incluso a?ad¨ª dibujos. Todo un puzle existencial, una obra de amor". Y por amor a la m¨²sica asegura el firmante de Anarchy in the UK haber protagonizado un discutido anuncio de mantequilla: "El dinero por promover en la tele ese producto, cada penique, sirvi¨® para reformar PiL. Si los Sex Pistols son mi cuerpo y mi mente, a PiL lo llevo en el alma". Una banda infravalorada por inclasificable, aluvi¨®n de estilos mutantes, el kraut y el dub incluidos: "No encaja en ning¨²n formato y existe hoy al margen de la industria. La falta de apoyo de Virgin me puso en un serio apuro financiero. Ahora tenemos en ciernes un nuevo disco y no he querido firmar con un sello antes de grabarlo. Y no s¨¦ si lo har¨¦. Nada de injerencias del tipo 'por qu¨¦ no escribes un hit'. ?Llevo escribi¨¦ndolos toda la vida, aunque no parezcan percibirlo!".
Lo m¨¢s pr¨®ximo a un single de ¨¦xito para PiL lo represent¨® This is not a love song en 1983. Una excepci¨®n. Y Lydon finge dar pistas sobre el inminente largo, el primero de estudio con la banda desde que la puso en barbecho hace casi cuatro lustros: "Saldr¨¢ antes de fin de a?o. M¨²sica combinada con literatura, como siempre, sin un estilo concreto por corte. PiL combina reg¨ªmenes pop muy estrictos con riqu¨ªsimas diversidades. Siempre abiertos a todo, de modo que en vivo las canciones se expanden y elevan".
Lydon insiste con la industria: "Obviamente, no le gusto porque expongo sin tapujos qu¨¦ mierda de artistas promueven. De ah¨ª lo de 'no le escuches, es un exc¨¦ntrico". Y pasa a la prensa musical de su pa¨ªs: "Se comportan como pollos sin cabeza, tendiendo a hacer siempre lo mismo hasta morir". Y su amargura ("soy feliz, duermo sin remordimientos") apunta al semanal NME, que acaba de premiar su libro en sus galardones anuales, pero sin dejarle, seg¨²n ¨¦l, subir al escenario en la ceremonia. "Es incre¨ªble. 30 a?os de creaci¨®n s¨®lida, sin copiar a nadie, con casi todos copi¨¢ndome, dolorosamente negados". Gigantesco concepto, adem¨¢s matizable: la discograf¨ªa de PiL alcanza el sobresaliente en las tres primeras entregas; mediados los ochenta, deval¨²a el list¨®n. Y su disco como solista, Psycho's path (1997), acarre¨® un fiasco. Aunque a Lydon, por su escapada de 1984 junto a Afrika Bambaataa, se le puede otorgar papel precursor en el rap-rock. Y sin duda, PiL abri¨® brecha original en el pospunk. "Pero hoy representa m¨¢s que nunca la esencia del punk: la del 'hazlo t¨² mismo".
En Mr Rotten's scrapbook figura una foto del m¨²sico a los seis a?os, delante de las piezas de un puzle por completar. Est¨¢ tomada en una escuela cat¨®lica. All¨ª le hab¨ªa inscrito su familia de irlandeses emigrados a Londres. El germen de su perenne contencioso con la Iglesia: confiesa que nunca quiso ser ni?o del coro por temor a los abusos. "En la foto la sonrisa es falsa: las monjas nos pegaban para que la pusi¨¦ramos. En realidad, ya era un joven airado. Compuse Religion para los Pistols, pero mis compa?eros no se decidieron y la publiqu¨¦ ya con PiL".
Reflexiones sobre la ira: "Rebosa en las actuaciones de los Sex Pistols. No s¨®lo antes, tambi¨¦n soy iracundo ahora y, como provengo de la clase trabajadora, no puedo evitar levantarme frente a la privaci¨®n de derechos. Cuando escrib¨ª Rise para PiL, sobre el apartheid, descubr¨ª la ira como una energ¨ªa que, bien canalizada, permite resultados gloriosos". Controversia habemus: Lydon desoy¨® las presiones para suspender un concierto en Tel Aviv el pasado verano. "Nosotros actuamos para la gente de Israel, no para su Gobierno. Y conseguir que 16.000 jud¨ªos corearan conmigo 'Al¨¢, Al¨¢'
[el estribillo de Four enclosed walls] supone mucho m¨¢s para la paz que cualquier manifestaci¨®n en Londres". La reciente muerte de su hijastra, l¨ªder de The Slits, otro grupo punk, contribuy¨® al retraso del nuevo disco. "Prim¨® la humanidad. Pero cuando se tiene claro lo que se hace, el tiempo no es relevante, tampoco lo desconocido, ese lugar que siempre quiero explorar con PiL".
Mr Rotten's Scrapbook. John Lydon. 750 ejemplares. www.johnlydon.com
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