Philip Morris contraataca a Altadis y rebaja los precios de sus marcas
Las tabaqueras desatan una guerra comercial por la ca¨ªda de las ventas
Las ventas de cigarrillos han ca¨ªdo un 23,5% en el primer cuatrimestre y el precio de las cajetillas se ha convertido en la principal arma de ventas. Ayer Philip Morris contraatac¨® a Altadis que rebaj¨® sus marcas el pasado 20 de mayo. La multinacional estadounidense bajar¨¢ desde hoy 20 c¨¦ntimos el precio de su marca estrella, Marlboro, que pasa a costar cuatro euros. Adem¨¢s, la marca Chesterfield pasa a costar 3,70 euros tras bajar 30 c¨¦ntimos y L&M baja 20 c¨¦ntimos y costar¨¢ 3,40 euros.
Tanto Philip Morris como Altadis (controlada por Imperial) se acusan mutuamente de haber iniciado una guerra comercial y solo est¨¢n de acuerdo en que esta pugna "hace un enorme da?o a los m¨¢rgenes de las empresas y reduce la recaudaci¨®n v¨ªa impuestos". Adem¨¢s, reduce la rentabilidad del sector de los estancos -la semana que viene se re¨²nen para analizar el impacto-, que va a porcentaje sobre el precio final. Es decir, todos pierden, pero ninguno quiere ceder cuota de mercado. Estas rebajas de precios de las dos grandes empresas del sector suelen arrastrar a las dos firmas que le siguen: British American Tobacco (BAT) y Japan Tobacco.
Las compa?¨ªas pierden margen y el Estado baja la recaudaci¨®n
Al cierre del pasado abril Imperial-Altadis controlaba el 34,6% de cuota de mercado con una ca¨ªda de 1,13% sobre final de abril de 2010. Philip Morris ten¨ªa el 30,4%, con una ca¨ªda del 1,34%. Las dos empresas pugnan por no perder cuota de mercado y han elegido el precio como estrategia, aunque sus cuentas de resultados vayan a sufrir.
Seg¨²n fuentes de Philip Morris, "la decisi¨®n se debe solo a motivos de car¨¢cter competitivo y responde a la baja de precios hecha por el principal competidor la semana pasada". Hern¨¢n Irigoyen, director de Asuntos Corporativos, precis¨® que "ante la din¨¢mica desatada por nuestros competidores en un mercado tan deteriorado como el actual nos vemos obligados a reaccionar". La multinacional "descarta totalmente" que se est¨¦ echando un pulso al Gobierno para que cambie la estructura impositiva o que suba el impuesto m¨ªnimo. No obstante, otras empresas del sector consideran que esta maniobra, aparte de acogotar los resultados de la competencia busca una subida del impuesto m¨ªnimo.
Para el Gobierno esta guerra de precios supone un rev¨¦s. El pasado 3 de diciembre aprob¨® un real decreto que sub¨ªa los impuestos del tabaco "en una cuant¨ªa moderada" en palabras de la vicepresidenta Elena Salgado. En cigarrillos subi¨® el impuesto espec¨ªfico desde 10,2 euros hasta 12,7 euros por cada 1.000 cigarrillos y adem¨¢s elev¨® el impuesto m¨ªnimo desde 91,3 a 116,9 euros por cada 1.000 cigarrillos. Salgado justific¨® la subida por "razones de salud p¨²blica; encareciendo el tabaco disminuye el consumo y la subida de impuestos consolidar¨¢ las finanzas p¨²blicas". Cifr¨® en 780 millones el aumento anual de recaudaci¨®n, pero ese objetivo no se est¨¢ cumpliendo. Hasta finales de abril el Estado ha recaudado 160 millones menos que en el mismo periodo de 2010. La decisi¨®n de ayer asestar¨¢ otro golpe a las arcas p¨²blicas. En el a?o 2010 el impuesto especial sobre el tabaco supuso el 37,5% de los impuestos especiales y el 4,7% de los ingresos fiscales totales.
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