Molinos del Eresma
Un agradable paseo por las riberas segovianas para visitar el Real Ingenio de la Moneda, f¨¢brica de acu?aci¨®n del siglo XVI
Dos r¨ªos tiene Segovia: / el Eresma y el Clamores, / con sus huertos que compiten / en holganzas y en primores". As¨ª describ¨ªa un romance antiguo la rivalidad de las dos vegas segovianas en materia de huertas. En materia de industrias, sin embargo, parece que el Eresma se llevaba la palma gracias al mayor n¨²mero de molinos que alimentaban sus aguas.
Desde el barrio de San Lorenzo hasta el de San Marcos o, dicho de otro modo, desde las cercan¨ªas del Acueducto a los pies del Alc¨¢zar, una ruta recientemente acondicionada permite identificar los molinos m¨¢s se?eros de estas aguas. Aunque ninguno se encuentra en funcionamiento muchos siguen en pie, dando fe de su contribuci¨®n durante siglos a la riqueza de Segovia.
Comenzando bajo el puente del Eresma, muy pegado a ¨¦l y con cubierta de pizarra se encuentra nuestra primera muestra de este patrimonio industrial: la f¨¢brica de loza de los Vargas. A ellos se debi¨® la llegada a la ciudad del pulcro ceramista Daniel Zuloaga, t¨ªo del famoso pintor, que vino a Segovia a requerimiento de esta industria.
Si continuamos r¨ªo abajo veremos que en la orilla opuesta se alza una gran chimenea y un conjunto de s¨®lidos edificios del siglo XIX. Aunque hace a?os se transformaron en viviendas, aqu¨ª tuvo sus dependencias una importante f¨¢brica de harinas y galletas. Observando el r¨ªo Eresma en este punto vemos c¨®mo los ingenieros dirig¨ªan las aguas mediante una presa oblicua -o azud- hacia el edificio, en donde su fuerza hac¨ªa girar las ruedas. Esto mismo cabe apreciar en las ruinas del molino Cavila, pero aqu¨ª con la ventaja a?adida de que podemos descender hasta el nivel de la corriente y asomarnos a la m¨¢gica b¨®veda de ladrillo por donde anta?o sal¨ªa el agua.
Pa?os de lana
Aunque en Segovia predominaban los molinos harineros, en una ciudad famosa por sus pa?os de lana no pod¨ªan faltar los batanes, aquellos ingenios donde se bat¨ªan los tejidos con unos gruesos mazos de madera para enfurtirlos, es decir, para dejarlos libres de grasa y con la textura conveniente. Gracias a la famosa aventura de los batanes en el Quijote, en que el miedo hace que Sancho "huela, y no a ¨¢mbar", nos imaginamos el estruendo que llegaban a hacer.
En la calle de Los Molinos se suceden los de la Perla, de la Ace?a y del Portalejo, que nos muestran c¨®mo la misma cacera pod¨ªa suministrar agua consecutivamente a varias factor¨ªas. Por fin, antes de llegar a la Alameda se encuentran la F¨¢brica de Hielo -hoy tambi¨¦n viviendas- y la muy ecol¨®gica y dieciochesca F¨¢brica de Borra, donde se reciclaban los restos de los tejidos -la borra- para fabricar papel.
A los pies del monasterio jer¨®nimo del Parral, junto al puente de la Moneda y muy cerca ya de las primeras casas del barrio de san Marcos, se encuentra la presa m¨¢s distinguida del r¨ªo. No en vano este azud dirige las aguas del Eresma hacia el Real Ingenio de la Moneda, que gracias a las recientes obras de rehabilitaci¨®n ya se puede visitar.
La historia del molino que hoy vemos comenz¨® en 1582 cuando el Archiduque Fernando de Austria regal¨® a su primo Felipe II varios ingenios para la acu?aci¨®n mec¨¢nica de monedas. Frente a la acu?aci¨®n tradicional a martillo -un golpe seco sobre el vell¨®n de metal con un cu?o-, estos ingenios se val¨ªan de dos rodillos que grababan simult¨¢neamente por ambas caras las l¨¢minas de metal.
Aunque en un primer momento se quiso instalar la maquinaria en Sevilla, puesto que all¨ª llegaban el oro y la plata procedentes de Am¨¦rica, en mayo de 1583 Felipe II opt¨® por comprar y acondicionar un antiguo molino de papel y harina a orillas del Eresma. En noviembre de ese mismo a?o comenzaron las obras bajo la direcci¨®n del mism¨ªsimo Juan de Herrera, que por entonces dirig¨ªa tambi¨¦n la reforma austrizante del Alc¨¢zar segoviano.
Apenas a?o y medio m¨¢s tarde, en junio de 1585, el convoy con veinticinco inmensos cajones de maquinaria procedente de la lejana Innsbruck, en el Tirol, llegaba a la ciudad, se montaba vertiginosamente y en julio se hac¨ªan las primeras pruebas. Dada su tecnolog¨ªa punta, la ceca nueva de Segovia (hab¨ªa tambi¨¦n una vieja, fundada por Enrique IV) no tard¨® en cobrar fama internacional.
En 1623 Felipe IV se la mostr¨® como gran innovaci¨®n a Carlos Estuardo, Pr¨ªncipe de Gales, llamado popularmente el "pr¨ªncipe gorr¨®n" por los siete meses de vida descansada que pas¨® aqu¨ª pretendiendo a la infanta Mar¨ªa de Austria (un cortejo que no lleg¨® a nada). Seg¨²n las cr¨®nicas, sin embargo, el de Gales sab¨ªa ser espl¨¦ndido, porque en vez de guardarse la bandeja de cincuentines de plata que le regalaron durante la visita, la lanz¨® "content¨ªsimo" al aire, dejando tambi¨¦n contentos a los empleados que se los repartieron.
Moliendo grano
El Real Ingenio sufri¨® el saqueo franc¨¦s durante la Guerra de la Independencia, y sigui¨® activo hasta 1869. Diez a?os despu¨¦s, cuando se decidi¨® centralizar la producci¨®n de moneda en la nueva f¨¢brica nacional que se iba a levantar en la madrile?a plaza de Col¨®n, el Estado la vendi¨® y, ya en manos privadas, volvi¨® a moler grano hasta su cierre definitivo en 1967.
Del deterioro imparable lo salv¨® el Ayuntamiento de Segovia gracias a un largo proceso de expropiaci¨®n y hoy, aunque no quede nada de la maquinaria, todav¨ªa puede admirarse la recia construcci¨®n herreriana, los caces paralelos (un segundo, por cierto, debido a Sabatini) y la fundici¨®n, con sus dos b¨®vedas y chimeneas como linternas. Pero quiz¨¢ cautiva por encima de todo el aire de familia del Ingenio y el Alc¨¢zar que, desde lo alto, parece que observara a su hermano jugando junto al r¨ªo.
Gu¨ªa
Informaci¨®n
?Turismo de Segovia (www.turismodesegovia.com). Se puede descargar la ruta de los molinos.
? Real Ingenio de la Moneda. (921 46 67 20). Visitas con reserva, diarias, a las 16.30, y s¨¢bados a las 10.00, 12.00 y 17,00.
Dormir
? La huerta de San Lorenzo. San Vicente el Real, 27. Segovia.(921 44 32 25; www.lahuerta.org). Un centro rural en la ciudad con hostal (58 euros la habitaci¨®n doble) y restaurante ecol¨®gico (unos 20 euros).
? Hotel Alc¨¢zar. San Marcos, 5. Segovia (921 42 96 32; www.alcazar-hotel.com). Un hotel de cuatro estrellas a orillas del Eresma en un edificio del siglo XVII. La doble desde 100 euros.
? Parador de Segovia. Carretera de Valladolid, s/n. (921 44 37 37; www.parador.es). Edificio moderno con buenas vistas. La doble, desde 80 a 100 euros.
Comer
? San Pedro Abanto. Carretera de Ar¨¦valo, 28. Segovia (921 43 14 81; www.restaurantesanpedroabanto.com). Famoso por su cochifrito, est¨¢ ubicado en una iglesia mud¨¦jar. Entre 25 y 35 euros.
? Casa Paco. Plaza de San Lorenzo, 5. Segovia. (921 43 14 35; www.casapacosanlorenzo.es). Especialistas en tortillas cuadradas.Entre 20 y 25 euros.
? La P¨¦ntola. Miguel Canto Borreguero, 1. Segovia (921 46 00 43; www.restaurante-segovia.com). En el centro, unos 20 euros.
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