T¨²nez: laicos frente a 'barbudos'
Intentos de agruparse ante el peligro de una marea de voto islamista
Si ganan los barbudos, los m¨¢s adinerados de mis amigos coger¨¢n el primer avi¨®n para Par¨ªs, y los m¨¢s humildes, la primera barcaza para Lampedusa", la isla italiana cerca de T¨²nez en la que, desde enero, han desembarcado 22.000 inmigrantes tunecinos sin documentaci¨®n.
Medio en broma, medio en serio, Omar hace este pron¨®stico sobre lo que suceder¨¢ en el ambiente en el que se mueve si los islamistas de En Nahda resultan vencedores de la primera elecci¨®n democr¨¢tica en T¨²nez. Ingeniero inform¨¢tico, regres¨® recientemente de Canad¨¢, donde estudi¨® la carrera, encontr¨® trabajo y frecuenta a j¨®venes profesionales como ¨¦l tachados de laicos en este pa¨ªs musulm¨¢n.
"Y lo malo es que van a ganar", vaticina Salah Zghridi, un veterano luchador que pas¨® tres a?os en la c¨¢rcel durante la dictadura de Ben Ali por ataques contra el presidente, difusi¨®n de falsas informaciones y constituci¨®n de asociaci¨®n ilegal. Desde hace 17 a?os es miembro de la direcci¨®n de la m¨¢s prestigiosa asociaci¨®n de resistencia, la Liga Tunecina de Derechos Humanos.
"Cuando me reprochen tener vino o amigos gais, echar¨¦ de menos la anterior dictadura"
Zghridi, un ejecutivo jubilado de la banca p¨²blica, calcula que los islamistas obtendr¨¢n la cuarta parte de los 200 esca?os de la Asamblea Constituyente. "Es una cat¨¢strofe, nos retrotraer¨¢ muchos a?os", advierte. "No es la mayor¨ªa", reconoce, "pero tendr¨¢n enfrente a un mont¨®n de min¨²sculos partidos divididos a los que les ser¨¢ f¨¢cil imponerse".
Entre las formaciones de oposici¨®n toleradas y otras ilegales, apenas exist¨ªan en T¨²nez media docena de partidos en tiempos de la dictadura, pero desde su ca¨ªda han sido legalizados m¨¢s de 70 y otros muchos se encuentran a la espera de serlo. De ah¨ª que se prevea una Asamblea Constituyente muy fragmentada.
A ojos de Zghridi, solo hay una manera de hacer frente a la "amenaza islamista": unirse. Por eso, con otros militantes laicistas, ha lanzado una iniciativa, que ser¨¢ presentada en p¨²blico el martes, para crear un Frente de la Modernidad que presente una candidatura ¨²nica en las urnas frente a En Nahda. A ella se han sumado ya algunos peque?os partidos y una retah¨ªla de intelectuales, pero no las formaciones m¨¢s conocidas de la oposici¨®n.
No es la ¨²nica idea esgrimida para contener a unos barbudos a los que atribuyen los peores designios. Chawki Gaddes, secretario general de la asociaci¨®n de constitucionalistas tunecinos, propone, por ejemplo, elaborar un pacto que recoger¨ªa los valores comunes de la rep¨²blica. Se colocar¨ªa como pre¨¢mbulo de la futura Constituci¨®n.
El que fue ministro de Interior hasta marzo, Farhat Rajhi, no cree que se lleguen a poner en marcha estos mecanismos si de verdad ganan. "Si En Nahda llega al poder, habr¨¢ un golpe de Estado", pronostic¨® en un v¨ªdeo colgado en mayo en Facebook. El Ministerio de Defensa se apresur¨® a desmentirle.
?Tanto hay que temer a unos islamistas que ahora se declaran dem¨®cratas? "Recuerdo el discurso de En Nahda en los a?os ochenta", respond¨ªa Gaddes en una entrevista en una web tunecina. "No ten¨ªa nada que ver con el actual", a?ad¨ªa. "No creo que se pueda cambiar tan radicalmente". "Buscan ser populares y cosechar m¨¢s votos". "Es leg¨ªtimo sospechar que cuando est¨¦n en la Asamblea se apartar¨¢n del discurso moderado".
"Ante usted, periodista extranjero, se hacen pasar por corderos, pero sus aut¨¦nticos prop¨®sitos los formulan en los m¨ªtines, en su prensa y con los medios de comunicaci¨®n en ¨¢rabe", sostiene Zghridi. "Queda claro que a medio y largo plazo quieren instaurar la sharia".
"Entonces, cuando se metan en mi vida privada, me reprochen tener vino en mi comedor o amigos gais, le aseguro que echar¨¦ de menos la anterior dictadura, la de Ben Ali", anuncia Zghridi. "Coartaba las libertades p¨²blicas, pero la polic¨ªa de Ben Ali no fisgaba lo que hac¨ªa en mi casa ni con qui¨¦n me iba a cenar".
Zghridi sostiene que, antes incluso de la victoria de En Nahda en las urnas, ya ha empezado a padecer la animosidad islamista desde que organiz¨®, en febrero, una manifestaci¨®n por un "T¨²nez laico". "Algunos de los imanes que ha impuesto En Nahda al frente de las mezquitas que controla me tach¨®, ante los fieles, de homosexual deseoso de casarme con un hombre", se lamenta. "Esto es solo el principio". -
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