Bildu: motivos de una victoria
La confianza en un cambio, el independentismo cl¨¢sico y la oportunidad son clave en el ¨¦xito de la izquierda 'abertzale' - Pero el recelo subsiste en amplios sectores
Amagoia recuerda que cuando ten¨ªa 18 a?os vot¨® a HB. "No estoy segura de si entonces era HB; pero vamos, a esos, ya me entiendes", dice tras dejar a su hija de seis a?os en la ikastola. Nunca m¨¢s lo hizo hasta que el pasado domingo esta madre que se acerca a los 40 decidi¨® introducir la papeleta de Bildu en la urna. Lo hizo porque "es una oportunidad para que las cosas cambien aqu¨ª; ha sido un voto de confianza". El de Amagoia es un voto prestado que busca premiar el giro de la vieja Batasuna para que consolide su distanciamiento con la violencia de ETA. Uno de tantos, muchos miles, que la ciudadan¨ªa vasca ha entregado afectivamente a la izquierda abertzale en su regreso triunfal a unas elecciones en plenitud de facultades legales y de la mano de Eusko Alkartasuna (EA) y Alternatiba.
"La gente ha cre¨ªdo su discurso. Ahora tendr¨¢n que probarlo d¨ªa a d¨ªa"
"Hay gato encerrado. Van de buenos, pero sabemos que detr¨¢s est¨¢n los de siempre"
"Es bueno que entren en el juego pol¨ªtico para que ETA no vuelva a las andadas"
"Han obtenido estos resultados por el hartazgo de la gente con el PNV"
Un l¨ªder de Bildu pidi¨® a otro del PP que le llevara en su coche tras un debate
En 88 municipios vascos con mayor¨ªa absoluta gestionar¨¢ m¨¢s de 350 millones
El ¨¦xito de Bildu, con 313.231 papeletas en su casillero en Euskadi y Navarra y 1.138 concejales en ambas comunidades aut¨®nomas -sexto partido en Espa?a en n¨²mero de ediles-, no se puede entender sin esa gratificaci¨®n preventiva, provisional. Pero a su poderosa irrupci¨®n en el escenario pol¨ªtico e institucional tambi¨¦n ha contribuido, sobre todo, el respaldo que le han dado los incondicionales seguidores de Batasuna. "Yo siempre les he votado. Son los que pueden conseguir que Euskal Herria sea pronto un estado independiente", afirma Lander, un joven camionero de Ir¨²n. Y tambi¨¦n est¨¢ quien, no siendo sospechoso de comulgar con el terrorismo, ha optado por esta marca para "cambiar el estilo de hacer pol¨ªtica" de la actual clase dirigente, explica un exsimpatizante del PNV.
La suma del voto militante, el voto prestado y el voto de castigo ha aupado a Bildu como la segunda fuerza en Euskadi, victoriosa en 96 localidades vascas, en 88 de las cuales gobernar¨¢ con mayor¨ªa absoluta. Controlar¨¢ municipios como Mondrag¨®n, Hernani, Azpeitia y O?ate en Guip¨²zcoa; Ondarroa y Gernika en Vizcaya, y Salvatierra y Legutiano en ?lava. Y podr¨ªa gobernar la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa y el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, las dos principales instituciones de esta provincia, donde ha resultado ganador. Uno de cada tres votantes guipuzcoanos (el 34,64%) vot¨® Bildu.
Bildu se ha hecho con este goloso pastel institucional tras presentarse a las elecciones bajo la apariencia de ser una opci¨®n pol¨ªtica sin vinculaciones con la ilegalizada Batasuna y con un discurso muy calculado, "casi amable", afirma un dirigente socialista, despojado de la simbolog¨ªa que ha empleado el mundo radical. Mart¨ªn Garitano, redactor jefe del clausurado Egin y subdirector de Gara, que se ha presentado como cabeza de lista en Guip¨²zcoa, ha llegado a afirmar que ¨¦l no es de la izquierda abertzale, sino un "abertzale de izquierdas", cuando sus propios compa?eros de viaje en Bildu no tienen duda de que "es una persona que coincide con los planteamientos pol¨ªticos de la izquierda abertzale". La coalici¨®n independentista no ha condenado la violencia de ETA bajo el pretexto de que no tienen "vocaci¨®n historicista" ni miran al pasado. Su hoja de ruta pasa por "abrir un nuevo ciclo pol¨ªtico que nos llevar¨¢ a la normalidad definitiva y la consecuencia inmediata ser¨¢ la paz", seg¨²n el propio Garitano. Nada de entrar en terrenos resbaladizos y menos a¨²n pedir la disoluci¨®n de ETA. Para salvar cualquier situaci¨®n comprometedora, sus dirigentes repiten que todos los candidatos de Bildu han firmado un "dec¨¢logo ¨¦tico", entregado incluso en el Tribunal Constitucional que les autoriz¨® presentarse a los comicios por un solo voto de margen, en el que rechazan "el uso de la violencia como medio para obtener fines pol¨ªticos".
Este aspecto renovado ha calado en la calle. Ernesto fue militante de HB en los ochenta y ahora es de Aralar: "El discurso de Bildu es diferente y la gente les ha cre¨ªdo, pero ahora tendr¨¢n que demostrarlo en el d¨ªa a d¨ªa. El tiempo dir¨¢ si est¨¢n plenamente convencidos y hacen todo lo que dicen. Ahora bien, de discurso se puede cambiar en dos d¨ªas, y de estrategia pol¨ªtica tambi¨¦n. Lo dif¨ªcil es cambiar de mentalidad en tan poco tiempo. De momento no tiene mala pinta, pero el proceso ser¨¢ paulatino", indica.
Quienes conocen de cerca en los pueblos a los nuevos abanderados de la propuesta independentista, presuntamente sin la tutela de ETA, se debaten entre la incredulidad y la esperanza. Javier es un trabajador de una cooperativa de Mondrag¨®n que tiene muchos recelos: "Yo creo que hay gato encerrado. Ahora van de buenos, pero todos sabemos que detr¨¢s est¨¢n los de siempre". Se refiere a quienes han alentado durante muchos a?os el jo ta ke irabazi arte (dale que te pego hasta la victoria). Jos¨¦ Javier, taxista donostiarra, prefiere ponerles nombre: "Bildu es Sortu". Esta preocupaci¨®n no es compartida por Aitor, un empresario de San Sebasti¨¢n con tres empleados a su cuenta: "Esto no es la vuelta a la edad de piedra, como ha llegado a decir
[el l¨ªder del PP vasco, Antonio] Basagoiti. Es positivo que entren en el juego pol¨ªtico para que ETA no vuelva a las andadas y para que estos de la izquierda abertzale se domestiquen definitivamente".
Es cierto que algunas cosas est¨¢n cambiando en los ¨²ltimos tiempos. Tras participar en un debate electoral en ETB entre candidatos guipuzcoanos, Garitano se acerc¨® apremiado al aspirante popular Juan Carlos Cano, seg¨²n cuenta este ¨²ltimo. "?Juan Carlos, me acercas en coche al centro?", dice que le pregunt¨®. Cano, sorprendido por el gesto, le se?al¨® con disimulo que iba acompa?ado por dos polic¨ªas nacionales. Garitano lo entendi¨® a la primera: "Nada, tranquilo, ya me busco la vida", fue su reacci¨®n. La escena dif¨ªcilmente hubiese ocurrido tal cual en otra ¨¦poca, opina el representante del PP. Al comienzo de la campa?a, la sede del PP de Vitoria apareci¨® con pintadas amenazantes. Un concejal de este partido se puso en contacto con Antxon Belakortu, ahora en Bildu, para pedirle explicaciones. "Dejadnos de joder porque nadie va a entender este tipo de movidas", le dijo. El aspirante de Bildu le contest¨® dos d¨ªas despu¨¦s, el tiempo que hab¨ªa necesitado para "mandar la pregunta hacia arriba y que volviese". "Me dijo que ellos no hab¨ªan sido y que hab¨ªa instrucciones de que no se hiciese nada. Y pon¨ªa como prueba que la pintada estaba escrita en castellano y no en euskera", confiesa el edil popular.
Lander, af¨ªn a la izquierda abertzale, asegura que la gente de su entorno ideol¨®gico "est¨¢ mentalizada de que esto va de verdad. Nosotros hemos asumido que no hay vuelta atr¨¢s porque han decidido parar", dice en referencia a la banda terrorista, aunque considera que "todas las partes tienen que poner de su parte". Tambi¨¦n opina que la victoria de Bildu "puede ser un paso muy importante" para lograr la soberan¨ªa vasca, y apostilla: "A ver qu¨¦ hace el PNV, si tira con Bildu por la independencia o se junta con otros por la autonom¨ªa".
Entre los radicales ha calado el mensaje del "cambio de ciclo". Be?at, un donostiarra de 41 a?os en paro que pide figurar con otro nombre para no ser identificado por sus amigos, se ha movido en esos ambientes y atribuye la eclosi¨®n de Bildu a "la respuesta de mucha gente descontenta con el proceso de ilegalizaci¨®n de la izquierda abertzale" y al hecho de que "muchos j¨®venes que ahora tienen 24 a?os no han podido votar al partido que quer¨ªan". Be?at est¨¢ convencido de que "lo de ETA puede estar acabado, porque tiene que darse cuenta de que los resultados de Bildu son porque est¨¢ en tregua". ?Y si ETA comete ahora un atentado? "Estoy seguro de que Bildu lo rechazar¨¢ en¨¦rgicamente. Yo ya no admitir¨ªa eso. Ser¨ªa el suicidio para Bildu y la izquierda abertzale", manifiesta sin dudarlo.
Un seguidor de EA, poco convencido con la causa independentista, confiesa que esta vez se inclin¨® por Bildu como "se?al de protesta" y para "defender la legalidad de la gente de la izquierda abertzale".
Otro voto prestado. Es Gorka, de Hondarribia y gerente de una empresa de seis empleados: "Hab¨ªa que lanzar el mensaje a ETA de que se puede ir por este camino sin usar las armas, dialogando". EA, un partido que se declara socialdem¨®crata y ha estado durante muchos a?os en el poder con el PNV, dio un giro radical a su trayectoria pol¨ªtica cuando, tras unos desastrosos resultados en las elecciones auton¨®micas de 2009 -perdi¨® seis de sus siete parlamentarios- se decant¨® por abrirse paso en la pol¨ªtica abogando por la formaci¨®n de un polo soberanista, que en ¨²ltima instancia ha desembocado en la conformaci¨®n de Bildu, en buena parte por la imposibilidad de la izquierda abertzale de concurrir en estos ¨²ltimos comicios en solitario. Gorka considera que su partido "estaba abocado a desaparecer", pero encontr¨® "sitio" en Bildu, donde a su juicio puede desempe?ar "un papel importante a la hora de controlar las tentaciones de radicalismo" de la coalici¨®n independentista. ?Pero son cre¨ªbles las buenas intenciones que ahora manifiesta el mundo radical? "Hay que asumir ese riesgo. Tenemos la oportunidad de convencer a quienes eran m¨¢s proclives a la violencia de que por esa v¨ªa no hay nada que hacer".
Cuando los responsables de Bildu pusieron en marcha la maquinaria para reclutar personas para completar sus listas municipales, contactaron en O?ate con Josu Lizarralde, un profesor de Estrategia Empresarial en la Universidad de Mondrag¨®n, quien en junio de 2010 hab¨ªa comenzado a coordinar a 12 grupos de trabajo para dise?ar el programa electoral de una plataforma vecinal. Fue tercero en la lista Bildu, que se ha hecho con la mayor¨ªa absoluta rompiendo 32 a?os de hegemon¨ªa del PNV en esta localidad. "En parte, Bildu ha obtenido estos resultados por el hartazgo de la gente con el PNV y por la ocasi¨®n de votar a un proyecto independentista despu¨¦s de ocho a?os sin poder hacerlo", declara Josu, que antes votaba a HB y EH. Ahora, desde el poder, lanza la promesa de que las comisiones del Ayuntamiento ser¨¢n abiertas porque "queremos recibir las propuestas de los partidos que se han quedado fuera" de la Corporaci¨®n.
En Lazkao, Bildu tambi¨¦n ha doblegado la supremac¨ªa peneuvista, en buena parte, opina Mikel, porque "para la mayor¨ªa de la sociedad se ha presentado una buena imagen" de esta coalici¨®n electoral. "Es gente que no se ha disculpado y est¨¢ por ver si est¨¢ arrepentida. No pueden condenar a ETA porque defraudan a los malos que les han apoyado, y a la vez han recibido el apoyo de los que se han pensado que su discurso es aut¨¦ntico".
El abogado Txema Montero, hist¨®rico dirigente de HB en los ochenta que fue finalmente expulsado de esta formaci¨®n y despu¨¦s ha estado colaborando con el PNV, ha dicho recientemente que "en el debate interno que ha habido y que existe todav¨ªa en la izquierda abertzale entre creyentes y pensantes, este primer asalto lo han ganado los pensantes, que pueden presentar un buen resultado y contener a los creyentes que siguen pensando que la lucha armada es el pilar del movimiento".
La realidad es que Bildu vuelve a erigirse, como hac¨ªa mucho tiempo no ocurr¨ªa, en un actor principal de la pol¨ªtica vasca que contar¨¢, como nunca, con el resorte del poder en muchos gobiernos locales. En los 88 municipios vascos con mayor¨ªa absoluta gestionar¨¢ presupuestos que totalizan m¨¢s de 350 millones de euros. Si consigue la alcald¨ªa donostiarra y presidir la Diputaci¨®n guipuzcoana, como es previsible, manejar¨¢ otros 390 y 839 millones, respectivamente. El PSE y el PP no han tardado en trasladar a la opini¨®n p¨²blica la preocupaci¨®n que empresarios dicen haberles comunicado. "Van a tener acceso a datos confidenciales. Muchos van a irse fuera", han comentado en se?al de alarma. A Aitor, el modesto empresario que no vot¨® a Bildu, no le preocupa la situaci¨®n "?Que van a meter a sus amigos en las instituciones? Eso ha ocurrido hasta ahora con los que estaban en el poder. ?Que van a parar los grandes proyectos? No est¨¢ mal repensar las cosas. Mientras no hagan nada ilegal o injusto... Si lo hacen, a la c¨¢rcel".
Bel¨¦n es licenciada en Derecho, trabaja en Pasaia, otro feudo de Batasuna, y muestra cierta desconfianza con la situaci¨®n porque "hasta el momento solo hemos visto gestos. ?Qu¨¦ hay detr¨¢s de todo esto? Me da la sensaci¨®n de que se ha premiado a una gente que ahora parece estar dispuesta a echar la persiana". Es una opini¨®n coincidente con la de I?aki, un donostiarra de 45 a?os reci¨¦n llegado de Ecuador, adonde viaj¨® por trabajo: "Parece que ese mundo empieza a reflexionar como hemos hecho el resto. Veremos si son capaces de cambiar los m¨¦todos que han utilizado y se dedican a hacer pa¨ªs y no lo contrario, porque lo ¨²nico que han generado es sangre y desgracias. Si est¨¢n convencidos, bienvenidos, pero yo no les aplaudo. Por eso, me parece muy mal la campa?a que se les ha hecho. A m¨ª no me convence la concepci¨®n que tienen de pa¨ªs, ni de persona, por no hablar de sus m¨¦todos. Si Bildu es lo que yo veo en Usurbil o Hernani... eso no es el siglo XXI".
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