Un tiempo nuevo para el final de la violencia
Zubero: "Hay demasiado nacionalismo para tan poco pa¨ªs" - Aierdi: "La violencia casi rompe con la cohesi¨®n social"
Pregunta. ?Qu¨¦ ha supuesto la violencia para la sociedad vasca en estas d¨¦cadas?
Xabier Aierdi. En principio, una perturbaci¨®n muy grande en t¨¦rminos pol¨ªticos y morales. Tambi¨¦n, una degradaci¨®n moral de toda la sociedad, porque el final nos afecta a todos. Dir¨ªa que, de alguna forma, casi rompe con la cohesi¨®n social. Pero hoy, me da la impresi¨®n de que la sociedad vasca admite mayor pluralismo en el d¨ªa a d¨ªa, mayor convivencia, y mayor interacci¨®n en el plano social que en plano pol¨ªtico. Quiz¨¢s, ha habido una especie de respiradero social que nos ha permitido, a pesar de todo, vivir haciendo como que la violencia no existe, olvid¨¢ndonos de esa degradaci¨®n que esta genera. Tambi¨¦n ha permitido, de alguna forma, que todos hayamos tenido con la violencia una relaci¨®n perversa. En alg¨²n momento hemos estado en esa pel¨ªcula, o parte de la sociedad lo ha estado. Eso de buenos o malos a partir del a?o 2000, no me lo creo.
"Son muchos a?os de cultura autoritaria, y eso no se agota f¨¢cilmente. Un mont¨®n de gente joven ha sido utilizada"
"Es un tiempo nuevo porque ETA va a dejar de ser un factor fundamental en la vida pol¨ªtica de este pa¨ªs"
"Ha habido un especie de repiradero social que nos ha permitido vivir como si la violencia no existe"
"No van a pedir perd¨®n. T¨² no puedes reconocer p¨²blicamente que has tirado por la borda 40 a?os de tu vida"
Imanol Zubero. Me impresion¨® mucho cuando le¨ª lo que se contaba c¨®mo historia de la relaci¨®n entre Yoyes [Maria Dolores Gonz¨¢lez Catarain] y Txelis [Jos¨¦ Luis ?lvarez Santacristina], y que refleja muy bien el fracaso tremendo que ha supuesto la violencia en este pa¨ªs. Nos encontramos con una mujer, Yoyes, que en los setenta opta por la violencia, hace luego una evoluci¨®n personal, y se aparta de ella definitivamente. Hace una cr¨ªtica muy fuerte en el ¨¢mbito privado -no en el p¨²blico- incluso de lo que supone la deriva militarista de Herri Batasuna. Y en el a?o 1986 es asesinada. Seg¨²n se dice, uno de los que da la orden para matarla, es Txelis. Diez a?os despu¨¦s, en 1996, el propio Txelis hace un recorrido parecido al de Yoyes. Se aparta de la violencia con una dura cr¨ªtica -tambi¨¦n m¨¢s privada que p¨²blica- y en el 2001 dice que quiere pedir perd¨®n a la familia de la v¨ªctima. Veinticinco a?os m¨¢s tarde eso refleja, bastante bien, el drama del terrorismo en este pa¨ªs. Que no ha servido para nada. Solo para que en este momento las personas que han contemporizado, que han apoyado, que han aplaudido, o justificado el terrorismo, est¨¦n en el sitio en que est¨¢bamos muchos entonces. Es realmente tr¨¢gico. Es un drama colectivo. Pero mirando en positivo, s¨ª creo, que estos a?os, tambi¨¦n, han generado algunos anticuerpos en la sociedad vasca. Siempre que ha habido desmoralizaci¨®n, tambi¨¦n ha habido moralizaci¨®n. Desde los a?os ochenta hubo una reacci¨®n de una parte creciente de la sociedad vasca que fue capaz de ver a la v¨ªctima como v¨ªctima, al margen de cual fuese su naturaleza o sus caracter¨ªsticas. En Euskadi ha habido una clase empresarial que ha tenido un arrojo tremendo, unos informadores que se han arriesgado, unos intelectuales, unos universitarios... Deber¨ªamos ser capaces de aprender algo para poder utilizar lo que el sufrimiento nos ha ense?ado estos a?os, y afrontar los retos que tenemos.
P. Cuando la violencia no ha conducido a ning¨²n beneficio pol¨ªtico para los que la han utilizado o defendido, ?Se puede hablar de un nuevo tiempo?
X. A. S¨ª, creo que el mejor resultado de toda esta violencia es el de que por lo menos una grand¨ªsima parte, incluso de los que la han practicado, se han dado cuenta de que no conduce a ning¨²n lado. Eso es muy importante. Puedo recordar un libro que se escribi¨® desde la izquierda abertzale en los a?os noventa sobre Euskadiko Ezkerra titulado Viaje a ninguna parte. De alguna forma esto cierra el ciclo de una parte de la izquierda abertzale cuya referencia era la E.E. parlamentaria e institucionalista, y otra que pretend¨ªa seguir con la lucha armada, no reconociendo el ordenamiento institucional, deslegitim¨¢ndolo, no aceptando que fuera legitimo, si no hubiera una previa defensa o definici¨®n del sujeto. Es decir, ha habido una estrategia que pensaba que la violencia iba a traer una serie de beneficios y logros. Pero resulta que no ha llegado a ninguna parte. Pienso que todav¨ªa alg¨²n sector de ETA, e incluso de Batasuna, querr¨¢ seguir con la violencia, de alguna forma u otra, y adem¨¢s pensar¨¢ que todav¨ªa da r¨¦ditos pol¨ªticos. Ahora, s¨ª se abre un nuevo tiempo en el que aqu¨ª se acabaron las legitimidades cualitativas, aquello de que quien m¨¢s lucha, m¨¢s representa. Volvemos a los datos normales. ?Cu¨¢ntos tienes?, ?Cu¨¢ntos votos sum¨¢is? ?Qu¨¦ tienes que ofrecer para Euskadi? Desde esa perspectiva, s¨ª se consigue un tiempo nuevo, en el que algunas v¨ªas est¨¢n agotadas y hay consciencia de ello.
I. Z. Que se abre un tiempo nuevo es evidente, porque en la medida que ha habido un tiempo perdido, un tiempo muerto, incluso un tiempo asesinado durante un determinado periodo, si eso va desapareciendo, es bueno. Pero puede haber tentaciones de mantener alguna forma de violencia, y desde luego la violencia simb¨®lica s¨ª va a continuar. Vamos a seguir todav¨ªa durante mucho tiempo viendo como nuestras paredes son absolutamente ocupadas, las universidades... Qu¨¦ va haber alg¨²n tipo de presencia f¨ªsica haciendo gala del apoyo que ten¨ªan del primo de Zumosol... Son muchos a?os de cultura autoritaria y eso no se agota f¨¢cilmente. Son muchos los que se han socializado a trav¨¦s de lo que yo siempre he llamado como procesos de pedofilia pol¨ªtica. Un mont¨®n de gente joven que ha sido utilizada. Ahora, que el tiempo es un tiempo nuevo, sin ninguna duda. Efectivamente, porque ETA va a dejar de ser un factor fundamental en la vida pol¨ªtica de este pa¨ªs.
P. ?Y c¨®mo podemos definirlo: El final de ETA, el cierre del ciclo de la violencia, o la derrota del terrorismo?
X. A. Es que tiene de todo. Hay una derrota que en parte es la hip¨®tesis de si ETA pod¨ªa ser derrotada policialmente, y que durante mucho tiempo se pens¨® que no. B¨¢sicamente porque ten¨ªa un apoyo social muy potente. Pues tambi¨¦n se ve que eso s¨ª ha sido eficaz, e inevitable. Luego, hay un proceso de decantaci¨®n interior que dice, que as¨ª no vamos a ning¨²n lado, porque al final no vas ganando m¨¢s adeptos socialmente, porque con tu violencia tu grupo no se va haciendo m¨¢s grande, ni tu rendimiento es positivo. Aqu¨ª, el rendimiento, m¨¢s que nada, es cero. ?Cu¨¢l puede ser el r¨®tulo? Sobre el r¨®tulo van tambi¨¦n las luchas simb¨®licas. Va a haber gente que va a seguir interpret¨¢ndolo como final de la violencia, otros como ese cierre, y otros como derrota de ETA. Entonces, eso ser¨¢ fruto de debate durante mucho tiempo, y el mundo de Batasuna me imagino que lo dir¨¢ como cierre de una fase, y la parte no nacionalista lo plantear¨¢ como derrota. Probablemente todo el mundo quede frustrado porque los que quer¨ªan la derrota, la querr¨ªan absoluta, y los otros querr¨¢n presentarlo como un nuevo ciclo donde no ha ocurrido nada. Las dos cosas quedaran ah¨ª en el tiempo, y eso ser¨¢ fruto de historiadores.
I. Z. En t¨¦rminos objetivos de ETA y de la izquierda abertzale que liga su destino a esa organizaci¨®n, es una derrota sin paliativos. El imaginario que ten¨ªan ETA y la izquierda abertzale era una negociaci¨®n de t¨² a t¨² entre dos grandes cuerpos pol¨ªticos; de una parte el Estado y por otra el MLNV, que era un movimiento pol¨ªtico sin Estado, pero en fase instituyente. Adem¨¢s, incluso, con otra segunda visibilizaci¨®n que eran dos aparatos, uno el Ej¨¦rcito espa?ol y otra ETA. Esto no ha sido, punto. Es una derrota sin paliativos, y no es lo que ellos estaban buscando. En segundo lugar, intentaban, en t¨¦rminos estrat¨¦gicos, situar a Euskadi en unas condiciones absolutamente propicias como de "partera de la historia", de situar a esa Euskal Herria en el p¨®rtico, o pre¨¢mbulo, del proceso determinista que terminara en un Estado vasco. Pues tampoco ha sido as¨ª. Eso sin tener en cuenta todos los costos que eso ha supuesto. Un da?o brutal para no conseguir nada. Luego, otra cosa es la narrativa o narraci¨®n que se haga de esta derrota. Ellos van a estar pensando que ahora est¨¢n en una situaci¨®n de acumulaci¨®n de fuerzas nacionalistas. Yo la defino como una acumulaci¨®n de debilidades y de contradicciones. En este pa¨ªs hay demasiado nacionalismo para tan poca naci¨®n.
P. En esta derrota de ETA, ?qui¨¦n vence la sociedad o el sistema democr¨¢tico? ?Qu¨¦ ha podido aportar nuestra sociedad para lograr esa derrota?
I. Z. La sociedad gana en el sentido que el otro ha perdido. Evidentemente, en t¨¦rminos de c¨®mo planteaba el modelo de confrontaci¨®n la izquierda abertzale. Si era una confrontaci¨®n con el Estado, ha ganado el Estado. Se declara una guerra contra el Estado espa?ol, y al final llegado a este "armisticio", el Estado ni se ha rendido y ni es menos Estado de lo que era. Pero la sociedad no ha ganado. ?C¨®mo va a ganar con cerca de novecientos muertos?
X. A. En la sociedad s¨ª ha habido m¨¢s transacci¨®n que en el plano pol¨ªtico, pero entre nacionalismo y no nacionalismo y entre violencia y sociedad. Adem¨¢s, en la sociedad existe un vasquismo que no es posible articular pol¨ªticamente.
P. Pero est¨¢ sociedad tambi¨¦n ha evolucionado. Se tard¨® mucho en llegar a condenar abiertamente a ETA. Desde la cobard¨ªa generalizada hubo una evoluci¨®n y esa sociedad tambi¨¦n aport¨® algo. Hoy se deslegitima m¨¢s a ETA.
I. Z. Para empezar la sociedad vasca no es un cuerpo homog¨¦neo que haya hecho una cosa u otra. Hay muchas sociedades vascas. Lo mismo que desde el mundo del nacionalismo hay personas punteras en la lucha contra ETA, desde Imanol Murua a Jos¨¦ Antonio Recondo, por ejemplo, otros no y al rev¨¦s. La sociedad s¨ª ha desarrollado fuerza, energ¨ªas y poderes. Ha habido pensadores y opinadores en este pa¨ªs que han seguido a pesar de todo, y empresarios que han seguido emprendiendo a pesar de todo, y ciudadanos que han seguido saliendo a la calle a pesar de todo, pas¨¢ndolo muy mal.
P. Muchos a?os una minor¨ªa.
X. A. S¨ª pero las minor¨ªas son unas constantes hist¨®ricas. Fue una minor¨ªa la que se suma a la resistencia francesa. Cuando se haga la historia de este proceso habr¨¢ que poner en valor a toda esta gente que, desde diferentes ¨¢mbitos, s¨ª estuvo enfrent¨¢ndose a la violencia y siendo puntera en su contra. Luego, tambi¨¦n, habr¨¢ que reevaluar esas supuestas resistencias de la sociedad espa?ola y esa no resistencia de la sociedad vasca. Pero yo no dir¨ªa que la sociedad vasca ha sido m¨¢s cobarde que la espa?ola, ni viceversa. Hay sectores y sectores. Tenemos una sociedad donde hay m¨¢s transacci¨®n en el d¨ªa a d¨ªa entre posiciones contrarias que en el plano pol¨ªtico. Y quiz¨¢ es lo que ha hecho que esta sociedad no haya reventado, o que las costuras de esta sociedad hayan soportado la presi¨®n de la violencia. No me he cre¨ªdo mucho, ni la valent¨ªa de unos ni la cobard¨ªa de otros.
Imanol Zubero
Imanol Zubero (Bilbao, 1961) es doctor en Sociolog¨ªa y profesor titular en la UPV. Es autor de numerosos art¨ªculos y libros sobre sindicalismo, nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, movimientos sociales, o violencia pol¨ªtica en Euskadi. Ha participado y animado diversas iniciativas en el ¨¢mbito del antimilitarismo, o de la no violencia. Fue uno de los promotores de Gesto por la Paz, y desde 2008 es senador del PSE-EE por Vizcaya. Colabora habitualmente con diversas iniciativas sociales, pol¨ªticas y eclesiales.
Xabier Aierdi
Xabier Aierdi (Zeberio, 1957) es doctor en Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa, y profesor de Sociolog¨ªa de la UPV. Fue presidente del Observatorio Vasco de Inmigraci¨®n (Ikuspegi), y autor de numerosos trabajos sobre este tema. En 2003 particip¨® en Bilbao en las jornadas organizadas por la Coordinadora Gesto por la Paz a favor del pluralismo y la convivencia. Participa en numerosos congresos, foros relacionados con temas de actualidad, y es autor de numerosos art¨ªculos en la prensa diaria.
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