La Real Academia cuenta su Historia

La gran obra de la Real Academia de la Historia, el Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol, presentado con pompa el pasado jueves, ha quedado seriamente noqueada por el escaso rigor cient¨ªfico de algunas biograf¨ªas de personajes del siglo XX (aunque el rigor presida otras). El fallo original reside en parte del proceso de selecci¨®n de bi¨®grafos: los historiadores que pertenecen a la Academia pudieron elegir libremente sobre qui¨¦n escribir, lo que excluy¨® a s¨®lidos investigadores que no pertenecen a la instituci¨®n. Luis Su¨¢rez, por ejemplo, se ofreci¨® a redactar la entrada de Franco, con el que simpatiza tan abiertamente que fue el ¨²nico autorizado a consultar los fondos de la Fundaci¨®n Francisco Franco durante a?os, invitado por la familia. El resultado de esto es un texto amable y hagiogr¨¢fico con el dictador -al que nunca se cita como tal, sino como General¨ªsimo o Jefe de Estado- y que nada tiene que ver con el perfil que habr¨ªan redactado otros investigadores. Su¨¢rez, que preside la Hermandad del Valle de los Ca¨ªdos, ignora la documentada represi¨®n del r¨¦gimen y cualquier otro aspecto censurable. La biograf¨ªa de Aza?a ha sido elaborada por el acad¨¦mico Carlos Seco Serrano, en detrimento de Santos Juli¨¢, principal bi¨®grafo del dirigente republicano y que fue descartado en la Academia.

Desde el Ministerio de Educaci¨®n, principal financiador de la obra -recibi¨® 6,4 millones de euros desde 1999 de Educaci¨®n y de Industria-, se pidi¨® ayer a la Academia la rectificaci¨®n de "aquellas biograf¨ªas cuyo contenido no responda a la necesaria objetividad de los trabajos acad¨¦micos". La ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, por su parte, reclam¨® que se revisen las rese?as que "no se ajustan a la realidad" y que se subsane la escasa presencia de mujeres (3.800 biograf¨ªas, 8,8% de las 43.000 que hay en total) en el resto de la obra y en su versi¨®n en Internet. No solo las entradas de protagonistas esenciales del XX est¨¢n en entredicho. En otras, consultadas ayer por EL PA?S en los tomos depositados en la Biblioteca Nacional -hay 17- y en la Real Academia de la Historia -hay 20, que llegan hasta la letra efe-, se omiten episodios brutales protagonizados durante la Guerra Civil por militares franquistas y, por el contrario, se detallan de forma minuciosa los cometidos en zona republicana.

- Escriv¨¢ de Balaguer, Josemar¨ªa. No hay duda de que el bi¨®grafo cree en Dios. As¨ª cuenta c¨®mo toma el fundador del Opus Dei, nacido en Barbastro en 1902 y fallecido en Roma en 1975, la decisi¨®n de hacerse sacerdote: "Un d¨ªa de las Navidades de 1917 a 1918 vio, impresas en la nieve, las huellas de un carmelita descalzo: provocaron en ¨¦l una fuerte conmoci¨®n interior, que le llev¨® a intensificar su vida espiritual. Al sentir esos primeros presagios de una llamada divina, tom¨® la decisi¨®n de hacerse sacerdote...". Cada paso de Escriv¨¢ tiene un origen ultraterrenal que el historiador describe con la misma naturalidad que si fuera una llamada de tel¨¦fono. "El 14 de febrero de 1930, mientras celebraba la santa misa, Dios le hizo entender que el Opus Dei estaba dirigido tambi¨¦n a las mujeres". Y sigue: "El 14 de febrero de 1943, mientras celebraba la santa misa, el Se?or le hizo ver al padre Escriv¨¢ la soluci¨®n jur¨ªdica que iba a permitir la ordenaci¨®n de sacerdotes a t¨ªtulo del Opus Dei: la Sociedad Estatal de la Santa Cruz". ?Qui¨¦n escribe esta rese?a? Tambi¨¦n Luis Su¨¢rez, acad¨¦mico, especialista en Historia Medieval y autor de la biograf¨ªa de Franco.

- Asensio Cabanillas, Carlos. Militar que apoy¨® el golpe de Estado. Su rese?a es una sucesi¨®n de ¨¦xitos militares durante la Guerra Civil frente a los republicanos, que siempre son citados como "el enemigo". Escribe el texto Jos¨¦ Mart¨ªn Brocos Fern¨¢ndez, profesor de la Universidad San Pablo-CEU, que cuenta algunos hechos como si estuviera alineado en un bando: "El 17 de julio con las fuerzas a sus ¨®rdenes tom¨® parte, seg¨²n reza su hoja de servicios, 'en el Glorioso Alzamiento Militar, Salvador de Espa?a'. El d¨ªa 5 ocup¨® Santos de Maimona, donde fue derrotada una columna enemiga formada por todas las fuerzas militares de Badajoz, el 7 continu¨® la marcha hacia M¨¦rida ocupando Almendralejo, donde permaneci¨® normalizando la vida ciudadana [....]". La "normalizaci¨®n" a la que se refiere el bi¨®grafo consisti¨® en lo siguiente, seg¨²n detalla el historiador Paul Preston en El holocausto espa?ol: "De acuerdo con los informes de la prensa, m¨¢s de mil personas (de ellas 100 mujeres) fueron fusiladas en esta localidad maldita. Antes de los fusilamientos, a muchas mujeres las violaron y a otras les raparon la cabeza y les obligaron a beber aceite de ricino. A los hombres les daban a elegir: a Rusia o a la Legi¨®n. Rusia significaba ejecuci¨®n". Asensio, que particip¨® en una de las columnas de la muerte de Franco, acabar¨ªa siendo ministro del Ej¨¦rcito y jefe de la Casa Militar de Franco, del que era amigo personal seg¨²n el bi¨®grafo.

- Asensio Torrado, Jos¨¦. Tambi¨¦n militar, pero fiel al Gobierno de la Rep¨²blica. Su rese?a es tambi¨¦n obra de Jos¨¦ Mart¨ªn Brocos Fern¨¢ndez. Desaparece el tono glorificador que emplea en el caso anterior y escribe con un tono distanciado. "Del 5 al 8 de septiembre, con gran cantidad de efectivos y fuerte apoyo de la aviaci¨®n, lanza un dur¨ªsimo contraataque contra Talavera de la Reina, pero no logra sobrepasar las l¨ªneas defensivas de Asensio Cabanillas [...]. Sus fuerzas son ampliamente derrotadas no logrando frenar el imparable avance de las fuerzas nacionales". Las fuerzas nacionales no son en ning¨²n momento el "enemigo". Seg¨²n Brocos, sufri¨® una campa?a de descr¨¦dito "montada por los comunistas, en la que pertinazmente la Pasionaria y el embajador Rosenberg ped¨ªan su destituci¨®n". El colof¨®n no es precisamente a mayor gloria del personaje. "...el propio general Franco lo cataloga como inteligente y siente la milicia, aunque sin el menor ideal fuera de su est¨®mago estando convencido de que su adscripci¨®n a la Rep¨²blica fue por razones geogr¨¢ficas, ¨²nicamente porque el Alzamiento le cogi¨® en zona roja, afirmando que en el transcurso de la guerra le envi¨® cartas ofreci¨¦ndose para colaborar con el Estado Mayor".

- Altolaguirre Altolaguirre, Santiago. Este trinitario, beatificado por el Vaticano en 2007, fue uno de los religiosos asesinados en zona roja. Mar¨ªa Encarnaci¨®n Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez escribe una rese?a en la que no ahorra detalles sobre la crueldad de su muerte. "Les llevaron al templo y comenzaron a atormentarles, at¨¢ndoles fuertemente por las mu?ecas y por los brazos, hasta dejarles en actitud orante. Entre tanto, les golpean con las culatas de los fusiles. Les introdujeron entre las u?as de las manos astillitas de madera arrancadas del piso de la iglesia, despu¨¦s simularon un disparo, los colgaron del techo... As¨ª, se sucedieron los tormentos, hasta que les dejaron en un estado muy angustioso". El religioso fue asesinado el 26 de julio en Villanueva del Arzobispo (Ja¨¦n).