Otro desatino de la OMS
No puede haber peor idea cuando se comunica algo relacionado con nuestra salud que quedarse a medio camino y alarmando. Y m¨¢s cuando el mensaje viene de alguien con autoritas que, adem¨¢s de ejercerla, debe ejercer otro papel fundamental de protector o guardi¨¢n de nuestra salud ("?l¨ªbreme de mis amigos..!").
La verdad es que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) no da una a derechas. Lo malo es que este vicio (o virus) es contagioso y, como hemos tenido ocasi¨®n de comprobar estos d¨ªas con la crisis alimentaria de las hortalizas y la E. coli, otros responsables sanitarios del nivel que sea se han apuntado tambi¨¦n a un defecto parecido. En este caso por bocazas y en el de la OMS por la ambig¨¹edad y el alarmismo. Total, para repetir el mismo mensaje que hace 10 o 15 a?os: que hay que tomar las cosas con precauci¨®n y seguir investigando en busca de nuevas evidencias. Pero, por si acaso no se encuentran, la organizaci¨®n que dirige Margaret Chan en un ejercicio impropio -m¨¢xime con antecedentes de gripe A y otros- entra en un terreno muy peligroso, en el que ya ha demostrado su experiencia: provoquemos la alarma, parecen decir, que esto s¨ª funciona.
Deber¨ªan haber aprendido que, cuando no hay crisis, lo mejor es no inventarla y, cuando no se tienen respuestas concretas y firmes, es preferible no sembrar dudas. Y les convendr¨ªa tomar nota -a los investigadores tambi¨¦n- de que lo que funciona en animales de ensayo, no siempre tiene la misma respuesta en humanos. Y, en definitiva, que no pasa nada por aplicar unas nociones b¨¢sicas de comunicaci¨®n en salud: que los mensajes deben ser inteligibles, precisos y claros y que no deben causar alarma social. Si se tienen en cuenta adem¨¢s otra serie de cuestiones a?adidas, mucho mejor, pero sobre todo no conviene asustar. Y si no se tiene nada nuevo que decir, est¨¢ uno m¨¢s guapo callado. A los responsables sanitarios, desde varios lustros atr¨¢s, les podemos recordar meteduras de pata alarmantes que causaron p¨¢nico entre la poblaci¨®n. Como estamos comprobando, una vez lanzado un mensaje es muy dif¨ªcil revertirlo o dar marcha atr¨¢s. Por eso, estar¨ªa bien que alguien con sensatez y autoritas se erigiese en portavoz de los sin miedo y dijese bien alto: miren ustedes, hemos equivocado el enfoque, la OMS ha patinado otra vez, seguimos investigando este tema y otros muchos m¨¢s porque es nuestra obligaci¨®n, pero tranquilos, sigan usando el tel¨¦fono m¨®vil porque ahora tenemos las mismas garant¨ªas que hace a?os para saber si pasa algo nuevo. Y mientras, est¨¢ bien que limiten el uso, pero para que no les suba mucho su factura, la que pagamos de nuestros hijos o incluso la de su empresa o la del organismo p¨²blico que necesita ahorrar para reducir el d¨¦ficit.
Jos¨¦ Mar¨ªa Catal¨¢n es periodista y miembro del consejo asesor del Ministerio de Sanidad.
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