El aliento de la vida
La fuerza de la naturaleza. La influencia del paisaje. La tierra como motor verdadero de los comportamientos, de los sentimientos, de los giros de la vida, a veces de los volantazos de la trayectoria existencial. No son pocas las pel¨ªculas que tienen al territorio australiano como eje de la fortaleza de lo primitivo. Australia es tierra de vegetaci¨®n y clima sobredimensionados, de vastos ciclones, corrientes marinas y sequ¨ªas, de simbolismos anclados en la historia, de enraizadas creencias. Desde el Peter Weir de Picnic en Hanging Rock (1975) y La ¨²ltima ola (1977) al Ray Lawrence de Lantana (2001), pasando por la maravillosa Walkabout del infravalorado Nicolas Roeg (1970), variados autores han puesto su mirada en el enigm¨¢tico terru?o australiano. Como ahora la francesa Julie Bertuccelli, capaz de realizar una pel¨ªcula con una planta centenaria como anclaje que mueve las conciencias de los personajes: El ¨¢rbol, una obra enigm¨¢tica y poderosa, presidida por un magn¨ªfico trabajo con los int¨¦rpretes infantiles (y con los adultos, pero esto es m¨¢s f¨¢cil) y, sobre todo, por la excelente recolecci¨®n de sonidos, ruidos, respiraciones y sensaciones atmosf¨¦ricas, que otorgan a la historia un aura de extra?a melancol¨ªa.
EL ?RBOL
Direcci¨®n: Julie Bertuccelli.
Int¨¦rpretes: Charlotte Gainsbourg, Marton Csokas, Morgana Davies, Aden Young.
G¨¦nero: drama. Australia, 2010.
Duraci¨®n: 100 minutos.
Ayudante de direcci¨®n de Kieslowski en Azul y de Tavernier en La carnaza, dos pel¨ªculas enormes, Bertuccelli muestra gran sensibilidad y, al tiempo, crudeza en el retrato de la muerte, de lo que supone perder el ser querido en el que se basa nuestro devenir. A partir de tal suceso, la realizadora dirige sus pasos hacia el relato de la aceptaci¨®n de la muerte en el seno de una familia numerosa, pero siempre con la influencia del paisaje no ya como tel¨®n de fondo, sino como verdadero n¨²cleo.
Y aunque en alg¨²n momento aislado la historia corre el peligro de desviarse hacia los clich¨¦s m¨¢s bien pasados de moda del cine independiente estadounidense de los a?os noventa, El ¨¢rbol termina enganchando sus ra¨ªces gracias a la atm¨®sfera que retrata y a la atm¨®sfera que inspira.
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