Sentidi?o
El pr¨®ximo s¨¢bado se constituyen los nuevos Ayuntamientos resultantes de las elecciones del 22-M y se eligen los alcaldes de cada uno de ellos. Hace cuatro a?os, en las elecciones locales del 2007 y con el bipartito dirigiendo la Xunta, socialistas y nacionalistas sustanciaron un acuerdo de car¨¢cter global para formar Gobiernos municipales de coalici¨®n en todos los ayuntamientos en los que la izquierda tuviese el respaldo de la mayor¨ªa de los concejales para sostener Ejecutivos estables, facilitando as¨ª la gobernabilidad municipal. Con algunas excepciones irrelevantes producto de conflictos locales que escapan a la l¨®gica pol¨ªtica general, dicho acuerdo se cumpli¨® con un alto grado de disciplina y responsabilidad pol¨ªtica.
PSdeG y BNG no pueden permitir que la sociedad piense que ya no tienen una alternativa al PP
A diferencia de lo que ocurri¨® en aquella ocasi¨®n, ahora el PSdeG y el BNG han sido incapaces de formular y articular un pacto global sobre la gobernabilidad de los ayuntamientos. El partido socialista, aunque partidario de los Gobiernos de coalici¨®n, neg¨® la posibilidad de un acuerdo de car¨¢cter general y el Consello Nacional del Bloque fue incapaz de proponer una estrategia de ¨¢mbito gallego, limit¨¢ndose a proclamar que no dejar¨ªan gobernar a la derecha pero sin comprometerse a formar gobierno y delegando la decisi¨®n sobre esta cuesti¨®n a sus organizaciones locales. Por eso el pr¨®ximo s¨¢bado, en los ayuntamientos con mayor¨ªa de izquierdas, nos vamos a encontrar con situaciones pol¨ªticas muy diversas e incluso contradictorias. En efecto, habr¨¢ ayuntamientos con Gobiernos de coalici¨®n, en otros gobernar¨¢ en minor¨ªa la lista m¨¢s votada de la izquierda (algo bastante incoherente) e incluso habr¨¢ casos, espero que sean los menos posibles, en los que el distanciamiento es tan fuerte que permitir¨¢ acceder al PP a las alcald¨ªas.
Todo ello, si las direcciones nacionales del Bloque y del partido socialista no son capaces de reconducir la situaci¨®n, tendr¨¢ consecuencias muy negativas. En primer lugar, y de forma inmediata, para la estabilidad de los gobiernos y para la gobernaci¨®n municipal. Pero a m¨¢s largo plazo afectar¨¢ de forma demoledora a la credibilidad de la izquierda como alternativa de gobierno. Porque, como la experiencia hist¨®rica demuestra, resulta muy improbable que un Gobierno como el del PP, pese a que pueda sufrir un grave desgaste, pierda unas elecciones sino existe simult¨¢neamente, una alternativa pol¨ªtica solvente y segura para sustituirlo. Nunca se enfatizar¨¢ suficientemente la influencia que un proyecto estable, eficiente y predecible tiene para la seguridad de los ciudadanos y para el desarrollo pol¨ªtico, econ¨®mico y social de un pa¨ªs.
Hace mucho tiempo que es evidente que en Galicia una alternativa al PP solo puede articularse a trav¨¦s de la colaboraci¨®n entre socialistas y nacionalistas, como demostraron fehacientemente las elecciones auton¨®micas de 2005 o las sucesivas elecciones municipales. Pero si a alguien le quedara todav¨ªa alguna duda, los comicios del 22-M, en los que el PP aventaj¨® en 20 puntos al PSdeG y en m¨¢s de 30 al BNG, deber¨ªan hab¨¦rsela despejado. Desgraciadamente no parece que esto haya sucedido. En el BNG, como consecuencia de un an¨¢lisis electoral equivocado o interesado, se consideran damnificados electoralmente por la colaboraci¨®n con los socialistas y existe la tendencia a sustituir la cooperaci¨®n competitiva con el PSdeG por el distanciamiento e incluso la confrontaci¨®n. Por su parte, en el partido socialista, aunque se ha abandonado aquel discurso de Pachi V¨¢zquez en el que afirmaba que su objetivo y su prioridad era gobernar en solitario, siguen presentes voces importantes que defienden abiertamente su preferencia por Gobiernos del PP en minor¨ªa, a los que puedan condicionar, a la posibilidad de una alternativa compartida con el Bloque.
Sin embargo, son legi¨®n los ciudadanos que esperan que ambos partidos aborden una rectificaci¨®n a toda regla y clarifiquen definitivamente sus posturas. En primer lugar, constituyendo Gobiernos de coalici¨®n en las instituciones municipales en las que tienen mayor¨ªa y, superando errores del pasado, los doten de estabilidad y solvencia. Pero con ser esto imprescindible no es suficiente. Es preciso que las dos fuerzas de la izquierda sean capaces al mismo tiempo de construir un proyecto pol¨ªtico y program¨¢tico de largo alcance, cre¨ªble y realizable, que permita la integraci¨®n y movilizaci¨®n de amplios sectores de la sociedad, que integre sus demandas y garantice coherencia y sostenibilidad en el tiempo. El PSdeG y el Bloque no pueden permitir que la sociedad piense, como pretende el PP, que ya no tienen alternativa a la derecha. Socialistas y nacionalistas deben comprender que, por muy dolorosa que sea la derrota, no se puede perder la perspectiva. Sentidi?o.
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