Gadafi alienta la violaci¨®n como arma de guerra
El fiscal de la Corte Penal Internacional asegura tener pruebas de que soldados libios recibieron medicinas similares al Viagra para fomentar agresiones sexuales
La Corte Penal Internacional (CPI) investiga un nuevo aspecto de la represi¨®n organizada por Muamar el Gadafi contra las revueltas populares: ordenar las violaciones masivas. Esta acusaci¨®n no es nueva. Pero seg¨²n Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe de la Corte, se dispone de informaci¨®n que indica que "Gadafi mismo las autoriz¨® para castigar a la poblaci¨®n". Seg¨²n explic¨® ayer el jurista ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el l¨ªder libio habr¨ªa provisto a sus tropas de medicinas para potenciar las agresiones sexuales. "Varios aspectos de nuestras pesquisas confirman la compra de sustancias tipo Viagra que aumentar¨ªan la posibilidad de una violaci¨®n", dijo el fiscal jefe.
El fiscal jefe declara que el dictador orden¨® castigar a la poblaci¨®n
M¨¦dicos libios hallaron pastillas en los bolsillos de algunos militares
Hasta la fecha, la CPI hab¨ªa intentado averiguar si el mandatario libio conoc¨ªa las agresiones, "o bien estas se hab¨ªan producido en los barracones militares". De poder atribuirle a Gadafi la autor¨ªa de las ¨®rdenes dadas, Ocampo le acusar¨ªa de violaci¨®n masiva como arma de guerra. En mayo, ya pidi¨® a los jueces su arresto por cr¨ªmenes contra la humanidad. Saif el Islam, hijo del dictador libio, "que act¨²a como si fuera primer ministro", seg¨²n el fiscal, figura tambi¨¦n en la orden de detenci¨®n. Abdul¨¢ Senusi, jefe del espionaje interior, completa la lista de los m¨¢ximos responsables de la represi¨®n en Libia.
El pasado abril, Susan Rice, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, no logr¨® convencer a la comunidad internacional de que el l¨ªder libio "impulsaba a sus tropas a cometer cr¨ªmenes sexuales con ayuda de Viagra". La diplom¨¢tica carec¨ªa entonces de pruebas concluyentes, y la denuncia qued¨® desdibujada. En marzo, la cadena ¨¢rabe de noticias Al Yazira recogi¨® el testimonio de varios m¨¦dicos libios que dijeron haber encontrado pastillas de Viagra en los bolsillos de soldados afines al r¨¦gimen del dictador. Ese mismo mes, Eman el Obeidi, una mujer libia, irrumpi¨® en el hotel Rixos de Tr¨ªpoli, donde se encontraban hospedados todos los periodistas internacionales, denunciando su violaci¨®n por soldados de Gadafi. Licenciada en derecho, la joven, de 29 a?os, asegur¨® que fue asaltada durante dos d¨ªas. Detenida por las fuerzas de seguridad gubernamentales, huy¨® del pa¨ªs tras ser puesta en libertad. El 5 de junio, obtuvo asilo pol¨ªtico en Estados Unidos. "En Libia no se hab¨ªa usado antes la violaci¨®n para controlar a la poblaci¨®n civil", se?al¨® ayer Moreno Ocampo. El fiscal no pudo dar cifras concretas sobre las v¨ªctimas, pero s¨ª apunt¨® "varios centenares en algunas zonas".
Hasta la II Guerra Mundial, la violaci¨®n se consideraba "una realidad inevitable en tiempo de conflicto armado". La Convenci¨®n de Ginebra de 1949 (conjunto de normas internacionales para humanizar las guerras) aboga por la protecci¨®n de la mujer ante las violaciones. Sin embargo, no incluy¨® la agresi¨®n sexual entre las infracciones graves a perseguir por parte de los Estados. Desde el genocidio de Ruanda, con el intento de exterminio de la poblaci¨®n tutsi por parte del Gobierno, de etnia hutu, la situaci¨®n es distinta. Seg¨²n datos de la ONU, al menos 500.000 mujeres ruandesas fueron violadas con intenci¨®n genocida. Es decir, se intent¨® exterminar su comunidad.
El Tribunal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y la Corte Penal Internacional han sentado a su vez precedentes legales. El estatuto del TPIY, que juzga a los criminales de la guerra de los Balcanes, considera la violaci¨®n un crimen contra la humanidad. En funci¨®n de las circunstancias, tambi¨¦n puede ser crimen de guerra. Para la CPI, la violaci¨®n y la esclavitud sexual, as¨ª como la prostituci¨®n, esterilizaci¨®n y embarazos forzados, son cr¨ªmenes contra la humanidad cuando se cometen de forma sistem¨¢tica.
Mientras el fiscal Moreno Ocampo informaba en Nueva York a la ONU, el diplom¨¢tico libio Mustaf¨¢ Shaban asegur¨® que el Gobierno de Gadafi "est¨¢ siendo agredido a gran escala". Shaban habl¨® ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, reunido en Ginebra (Suiza). Sobre la mesa, aparec¨ªa un informe sobre las supuestas violaciones de los derechos humanos -cometidas por las autoridades y los insurgentes- en Libia.
En su intervenci¨®n, el emisario de Gadafi se?al¨® a "la oposici¨®n, mercenarios extranjeros y medios de comunicaci¨®n" como responsables de los abusos.
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