El hombre del coraz¨®n negro
NARRATIVA. No s¨¦ si es cierto que la gran novela contempor¨¢nea se est¨¢ escribiendo, ahora, en algunas series de televisi¨®n -de la HBO, acaso-, pero s¨ª tengo claro que dif¨ªcilmente se puede llamar literatura a productos como estos que siguen, sin ning¨²n rubor, las reglas del teleg¨¦nero m¨¢s trivial, sin ninguna voluntad literaria, renunciando a crear personajes, atm¨®sferas, di¨¢logos. En cualquier reportaje de cierta extensi¨®n sobre mafias rusas en Espa?a y la terrible explotaci¨®n de mujeres del Este hay m¨¢s tensi¨®n narrativa, conseguidos perfiles de sus protagonistas, v¨ªctimas y verdugos, y desde luego m¨¢s adjetivos, y mejor puestos, que en esta extensa novela, que pretende ser una colmena de horrores cotidianos montada con una informaci¨®n obtenida de Google, y que con la complicidad de su editorial desde la portada parece -solo aventuro- incitar a que la confundamos con uno de los tomos de Millennium, y no, y tampoco. Suceden, s¨ª, algunas cosas -la barbaridad de Misha en un cementerio moscovita y que genera, a?os despu¨¦s, una venganza aguardada en plato fr¨ªo, que es lo ¨²nico que tiene sentido en este libro, puede verse en cualquier telefilme, y esto con todo es lo m¨¢s notable-, pero todo ello expuesto de forma rutinaria, sin que la novelista se esfuerce en sacar brillo literario a lo que es una sucesi¨®n de hechos padecidos o protagonizados por un elenco de prostitutas esclavizadas, sicarios rusos sin escr¨²pulos, blanqueadores de dinero, polic¨ªas espa?oles toscos, viudas indiscretas y curiosas y luego, adem¨¢s, de guinda del pastel un juez de la Audiencia que vive con su madre y reconoce el amor en una mujer-polic¨ªa, culta y de color, con muchos lados oscuros adem¨¢s de su piel, con despacho en la comisar¨ªa de Leganitos, y de la que se enamora. La novela, eso s¨ª, se puede leer prescindiendo de todo lo dicho hasta aqu¨ª, por qu¨¦ no.
El hombre del coraz¨®n negro
?ngela Vallvey
Destino. Barcelona, 2011
541 p¨¢ginas. 20,50 euros
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