Qu¨¦ pasa con el XV-M
Todo eso del XV-M es uno de los movimientos m¨¢s sorprendentes nacido en Madrid en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Enseguida se est¨¢ extendiendo por toda Espa?a. Tambi¨¦n da la impresi¨®n de que se difumina sutilmente. No se puede durar meses y meses siendo portada de peri¨®dicos y telediarios. Todo parece indicar que tras esa gran movida, aparentemente an¨®nima, hay gente con cabeza. Lo que no se sabe es lo que pretenden esas cabezas o qu¨¦ hay dentro de ellas. Pudiera ser que hubiera ideas sin pelo, es decir, descabelladas. O no.
Las personas concentradas en esas acampadas son tildadas por los ignorantes de muy diversas maneras: rojos, antisistema y dem¨¢s. Pero ?a qui¨¦n ha favorecido toda esa asonada? A la derecha, sin duda. Miles de indignados ped¨ªan la abstenci¨®n en las municipales. Pero la abstenci¨®n siempre favorece al partido m¨¢s votado. No es f¨¢cil que detr¨¢s de todo esto est¨¦n Esperanza Aguirre o Gallard¨®n. Pero les ha venido de perlas. Algunos dicen que no estuvo bien la fecha de las acampadas, tan cerca de las urnas. Otros opinan se hizo todo aposta. Y otros muchos opinan demasiado pero no tienen ni idea de qu¨¦ es lo que pasa y lo que esto puede significar.
El car¨¢cter an¨®nimo-colectivo es evidente, como en Ano-nymus: no hay caras, no hay portavoces fijos. Se han organizado muy bien, han espantado bronqueros o pancartas asilvestradas. En Madrid no hubo problemas rese?ables con la polic¨ªa. Pero s¨ª los hubo, y gordos, en Valencia. Rubalcaba dijo que las fuerzas de orden hab¨ªan actuado correctamente, y que solo se permite la intervenci¨®n activa de en caso de violencia. Lo malo es que algunas veces, como se ha demostrado con reincidencia, son los propios polic¨ªas los que inician la violencia o, simplemente, un solo polic¨ªa nervioso y fuera de control.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.