Ahora toca reformar el FMI
Con independencia de cu¨¢l sea el desenlace final en el proceso de elecci¨®n del nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ya hay elementos de juicio suficientes para asumir el inicio de una nueva etapa en su gobernaci¨®n. El desastroso final de Dominique Strauss-Khan, en un contexto de tensiones sin precedentes en los mercados de deuda p¨²blica de la eurozona, ha cuestionado de forma definitiva el m¨¦todo de selecci¨®n del principal responsable de una de las instituciones econ¨®micas multilaterales m¨¢s importantes hoy. Se ha puesto fin a esa cuestionable tradici¨®n iniciada tras los acuerdos de Bretton Woods de 1944 mediante la cual los responsables de las instituciones all¨ª creadas, el Banco Mundial y el FMI, corresponder¨ªan respectivamente a un estadounidense y a un europeo. As¨ª ha sido desde que ambas instituciones echaran a andar. Pero hoy esa pr¨¢ctica se revela tan irracional como inconsistente con la realidad econ¨®mica y financiera que domina la econom¨ªa global.
Hace tiempo que la econom¨ªa y las finanzas internacionales no son cosa de esos dos bloques. Las econom¨ªas emergentes disponen de un peso espec¨ªfico creciente, como lo es su papel en la cobertura de la financiaci¨®n que requieren algunas econom¨ªas avanzadas. Desde hace a?os el ritmo de crecimiento de las econom¨ªas convencionalmente menos desarrolladas es muy superior a los de las agrupadas en la OCDE. La contribuci¨®n de ese grupo al PIB global ya no volver¨¢ a ser inferior al de las econom¨ªas consideradas avanzadas. Esa relevancia de las econom¨ªas se encuentra acompa?ada de una mejora igualmente significativa en el capital humano, incluidos los profesionales susceptibles de ocupar posiciones como las que han de encabezar esas agencias multilaterales. Han de ser criterios de suficiencia t¨¦cnica, m¨¢s que el arbitrario reparto hasta ahora vigente, los que presidan la selecci¨®n de esos responsables. Es razonable que esa selecci¨®n se haga de forma absolutamente independiente.
Ello no impide reconocer que este ser¨ªa el peor momento para que el director gerente del FMI fuera alguien sin un conocimiento suficiente de la complejidad de la situaci¨®n de la eurozona. O con un exceso de fundamentalismo en sus orientaciones de pol¨ªtica econ¨®mica. La gran virtud de Strauss-Kahn como director gerente fue flexibilizar enfoques y aproximaciones a la realidad, mostrar una disposici¨®n mucho m¨¢s cercana a la gesti¨®n de la crisis financiera y econ¨®mica global y, no menos relevante, una habilidad pol¨ªtica entre los responsables europeos que ha sido de gran utilidad dado el grado de particularizaci¨®n de la crisis en el continente. Algunos de esos atributos es dudoso que est¨¦n presentes en el candidato mexicano, Agust¨ªn Carstens; pero s¨ª puede exhibirlos la ministra francesa Christine Lagarde.
Europa necesita ahora del FMI m¨¢s que en las pasadas d¨¦cadas: son estos d¨ªas en los que el propio futuro de la moneda ¨²nica depende de una adecuada gesti¨®n de la crisis de algunas econom¨ªas perif¨¦ricas en las que el FMI ha de seguir jugando un papel importante. Adem¨¢s, la nueva direcci¨®n tiene que comprometerse con la reforma en profundidad de su gobernaci¨®n. El pasteleo entre EE UU y Europa hasta ahora dominante ya est¨¢ en crisis profunda.
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