Mercedes afronta la negociaci¨®n m¨¢s decisiva de su historia en Euskadi
La multinacional se niega a sufrir otra crisis con un convenio poco flexible
Sin recortes laborales y de todo tipo no hay futuro para la planta de Mercedes de Vitoria, vino a decir su director, Emilio Titos, el pasado mi¨¦rcoles en Stuttgart, la ciudad donde la multinacional alemana del autom¨®vil tiene su sede central. Con recortes laborales la que no tiene futuro es la nueva furgoneta Daimler Benz VS20, le respondi¨® el viernes el comit¨¦ de empresa de la planta. Dos ¨®rdagos en la misma semana para una partida que acaba de comenzar, pese a que los dos jugadores suman ya 13 reuniones y a que est¨¢ en juego un nuevo contrato que supondr¨ªa carga de trabajo hasta 2024 para m¨¢s de 15.000 trabajadores, de los que 3.200 son empleos directos. Mercedes se halla as¨ª ante una de las negociaciones de mayor calado desde que se instal¨® en la capital alavesa hace 56 a?os.
La direcci¨®n y el comit¨¦ mantendr¨¢n ma?ana una reuni¨®n crucial
La empresa ve "irrenunciable" lo que para la plantilla es una "agresi¨®n"
La direcci¨®n y el comit¨¦ de empresa se muestran conscientes de lo que se est¨¢n jugando, pero esta vez el margen de maniobra para la compa?¨ªa resulta mucho menor, tras una crisis que ha mostrado con crudeza la vulnerabilidad de la multinacional. Vitoria puede pasar de ser la planta preferente para producir un nuevo modelo de veh¨ªculo a seguir el camino de la de Barcelona, que cerr¨® en 2007 despu¨¦s de languidecer durante a?os. Supondr¨ªa uno de los mayores procesos de deslocalizaci¨®n industrial de Euskadi.
De hecho, unos y otros empezar¨¢n a ense?ar sus cartas a partir de ma?ana, en una reuni¨®n trascendente entre la direcci¨®n y el comit¨¦ en la que, pese a todo y como parece previsible, se agudizar¨¢n las diferencias al presentar los representantes de la plantilla un calendario de movilizaciones.
Ya sucedi¨® en 2004 durante los meses previos a la adjudicaci¨®n de las furgonetas Vito y Viano. El problema de esta negociaci¨®n es que el nuevo contrato para fabricar la VS20 viene precedido de una crisis que ha hecho saltar las alarmas en todos los centros industriales de los pa¨ªses desarrollados y ha evidenciado los peligros de convenios r¨ªgidos y lentos para adaptarse a los frenazos de la demanda.
Mercedes no ha registrado despidos gracias a la flexibilidad pactada a partir de 2004 y a los expedientes de regulaci¨®n que se han ido aprobando. A la plantilla le ha salvado su capacidad de adaptaci¨®n, su demostrada solvencia, y que enfrente ten¨ªa a una empresa nada especulativa y s¨®lidamente asentada en un pa¨ªs como Alemania.
Son las armas con las que cuenta toda la organizaci¨®n de la multinacional para que la VS20 se fabrique en Vitoria. Pero tambi¨¦n est¨¢ muy interiorizada la decisi¨®n de trasladarla a otro centro de producci¨®n si el nuevo marco laboral no se suma a apuntalar el objetivo central de lograr con la VS20 un beneficio del 9% sobre las ventas tras cubrir todos los dem¨¢s gastos y amortizaciones. Con la Vito y la Viano se ten¨ªan que haber colocado 109.000 veh¨ªculos anuales de media hasta 2014, y a d¨ªa de hoy no llegan a 100.000, subrayan fuentes de la firma.
De ah¨ª la exigencia empresarial de adoptar recortes y aumentar la flexibilidad, con una rebaja de costes que abarca desde el 10% de los laborales hasta el 25% en los realtivos a materias primas y componentes.
El problema es que lo que para la direcci¨®n de Mercedes resulta "irrenunciable" e "imprescindible", para el comit¨¦ supone una "agresi¨®n inaceptable". De hecho, cambia diametralmente el concepto de negociar derechos a cambio de dinero. Ahora se trata de aumentar la productividad a cambio de mantener el empleo y eso supone una revoluci¨®n solo planteable en el contexto de la crisis y que podr¨ªa funcionar en un marco de confianza entre las partes que en el Pa¨ªs Vasco raramente se produce.
Diversas fuentes sindicales ajenas a la multinacional alemana explican que quiz¨¢ sea el momento de exigir, a cambio de la cesi¨®n temporal del salario o de aumentar la parte del mismo ligada a los beneficios, una mayor capacidad de decisi¨®n en la empresa, de participaci¨®n en todos sus ¨¢mbitos de gesti¨®n y garant¨ªas de lograr una formaci¨®n interna m¨¢s intensa y que mejore la empleabilidad.
Estos medios a?aden que cambiar la cultura laboral hacia otra que acepte mejor la movilidad interna y externa y con m¨¢s capacidad de adaptaci¨®n a los cambios requerir¨¢ que las patronales "empiecen a dar muestras de confianza en la plantilla en todo lo relativo a la gesti¨®n".
M¨¢s fuerza que cintura
La fotograf¨ªa que ofrecieron los sindicatos reunidos el pasado viernes en la sede de ELA en Vitoria result¨® inusual. El presidente del comit¨¦ de empresa de Mercedes, Jos¨¦ Antonio Moreno, de UGT, sindicato que suma ocho delegados, compareci¨® ante los periodistas entre Igor Gebara, de ELA (siete representantes), e Inaki Anda, de LAB (cuatro delegados). Detr¨¢s de ellos se hallaban delegados de las otras cinco centrales con presencia en el comit¨¦: CC OO, con tres representantes; Ekintza, una escisi¨®n de ELA que tiene dos y CGT, USO y ESK, con uno cada una de ellas.
En esas condiciones, lo extraordinario es la unidad sindical que todav¨ªa muestra el comit¨¦ y que, a priori, garantiza el apoyo a un eventual calendario de movilizaciones si la empresa no rebaja sus exigencias de adoptar recortes y de mayor flexibilidad y movilidad.
M¨¢s all¨¢ del enfrentamiento, el comit¨¦ no tiene demasiado margen de maniobra operando desde la unidad, sobre todo por los antag¨®nicos modelos que persiguen sus miembros.
Cada central por separado se hallar¨ªa en condiciones de identificar ¨¢reas de acuerdo, pero unidas tienen m¨¢s fuerza que cintura. La empresa lo sabe y sabe tambi¨¦n, seg¨²n subrayan fuentes internas, que, a d¨ªa de hoy, existen dos bloques m¨¢s o menos homog¨¦neos que se mantienen en equilibrio. De los 27 delegados, los 12 que suman UGT, Ekintza, USO y CGT forman un bloque, frente a los otros 12 de ELA, LAB y ESK. As¨ª CC OO estar¨ªa en condiciones de desequilibrar la balanza, siempre seg¨²n estas fuentes. Las centrales no hacen declaraciones al margen de la potavoc¨ªa unida del comit¨¦.
Si la direcci¨®n logr¨® firmar el anterior convenio gracias a un acuerdo de eficacia limitada al que posteriormente se sum¨® toda la plantilla, no parece que ahora vaya a descartar esa opci¨®n.
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