ETA y la libertad de expresi¨®n en M¨¦xico
La Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n juzga un caso de relevancia para el futuro de la libertad de expresi¨®n en M¨¦xico. Se trata de un conflicto entre el peri¨®dico La Jornada, dirigido por Carmen Lira, y la revista que dirijo, Letras Libres. La materia del litigio (que lleva m¨¢s de siete a?os en los tribunales) es un art¨ªculo titulado C¨®mplices del terror, publicado en Letras Libres en marzo de 2004 y escrito por el entonces subdirector Fernando Garc¨ªa Ram¨ªrez. El texto denunciaba el tratamiento de La Jornada en torno a la organizaci¨®n terrorista ETA.
Estos son sus antecedentes. El 30 de enero de ese a?o, el juez de la Audiencia Nacional espa?ola Baltasar Garz¨®n se hab¨ªa presentado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de M¨¦xico para asistir a la ampliaci¨®n de la declaraci¨®n en el proceso de extradici¨®n de seis detenidos vascos, acusados de pertenecer a ETA. Ante la cobertura de esos hechos por parte de La Jornada, Garz¨®n public¨® una carta en la que acusaba al diario "de manipulaci¨®n informativa" y comentaba: "Me preocupa que presenten como palad¨ªn de la libertad y de la dignidad restaurada a una organizaci¨®n terrorista que tantas muertes ha causado y que tanto dolor ha llevado y lleva a muchos hogares espa?oles y de otras nacionalidades". El se?alamiento del juez Baltasar Garz¨®n fue muy claro: la dignidad de una sociedad se alcanza cumpliendo la ley "y no minti¨¦ndole al pueblo como ustedes han hecho" (La Jornada, 31 de enero de 2004).
La exigencia de transparencia es la clave del conflicto entre 'Letras Libres' y 'La Jornada'
Una cosa es publicar tales contenidos y otra ocultar su origen
Siete a?os atr¨¢s, el fil¨®sofo Fernando Savater se hab¨ªa quejado en t¨¦rminos similares de un reportaje sobre ETA publicado en La Jornada: "Es dif¨ªcil encontrar una celebraci¨®n m¨¢s partidista y mendaz de un Pa¨ªs Vasco afortunadamente imaginario y de un terrorismo desgraciadamente real que la realizada en estas p¨¢ginas". Savater encontraba que en ese reportaje "se vierten impunemente absurdas vilezas contra al menos dos de los asesinados por ETA, repitiendo los criterios de quienes instigaron tales cr¨ªmenes como si tuvieran la m¨ªnima verosimilitud o legitimidad moral" (La Jornada Semanal, 13 de junio de 1997).
Adem¨¢s de estos hechos, a Garc¨ªa Ram¨ªrez le llam¨® la atenci¨®n la noticia aparecida en el diario La Insignia (5 noviembre de 2002) en el sentido de que el diario Gara -cercano a Batasuna- hab¨ªa firmado un acuerdo de colaboraci¨®n con La Jornada. Se pregunt¨® por qu¨¦, si La Jornada hab¨ªa dado a conocer los acuerdos firmados con The Independent y Le Monde, opt¨® en cambio por no hacer p¨²blico su convenio con Gara. Esos y otros elementos (como el hecho p¨²blico de que Josetxo Zald¨²a, coordinador general de informaci¨®n de La Jornada, tuviese dos procesos abiertos por terrorismo en Espa?a) le parecieron suficientes para escribir su art¨ªculo. El texto puede verse en el si-tio de Letras Libres (www.letraslibres.com) y directamente en http://www.letraslibres.com/index.php?art=9458
Consider¨¢ndose agraviada por el se?alamiento de complicidad con ETA, en agosto de 2004 La Jornada present¨® una demanda penal por calumnia en contra de Fernando Garc¨ªa Ram¨ªrez, y otra demanda civil por da?o moral en contra de la casa editora de la revista Letras Libres. A partir de entonces, un grueso expediente se fue integrando con las sucesivas sentencias y amparos en cada una de las instancias judiciales. En enero de 2011, la Suprema Corte de Justicia decidi¨® tratar el caso.
En los ¨²ltimos a?os, la Corte ha tenido la ¨²ltima palabra en varios conflictos sobre libertad de expresi¨®n, querellas entre particulares, entre autoridades y particulares, y entre medios y autoridades. En todos ellos ha protegido la libertad de expresi¨®n. Ahora, con el caso de La Jornada contra Letras Libres, la Corte trata por primera vez un conflicto entre dos medios de comunicaci¨®n. En ¨²ltima instancia, La Jornada ha esgrimido el sorprendente argumento de que la Ley de Imprenta vigente le parece insuficientemente restrictiva con respecto a la libertad de expresi¨®n. Sin embargo, en un litigio reciente con un colegio privado, La Jornada fundament¨® su defensa en la misma ley que ahora quisiera limitar o poner en entredicho, y con ello logr¨® el fallo positivo de la Suprema Corte. La contradicci¨®n es evidente: La Jornada no est¨¢ dispuesta a conceder a otros medios la libertad que ella misma reclama y que ostensiblemente se toma.
Como puede comprobarse en Internet (por ejemplo a trav¨¦s de Google, con las tres palabras C¨®mplice La Jornada), ese diario se ha referido infinidad de ocasiones a personas f¨ªsicas y morales, directa o indirectamente, con el cargo de "c¨®mplice". Y debo agregar con pena que, en mi caso, la libertad de que hace uso La Jornada ha llegado al extremo de insultarme repetidamente con alusiones antisemitas que no se ve¨ªan en M¨¦xico -menos a¨²n en ¨®rganos de izquierda- desde tiempos de los panfletos filonazis.
El conflicto entre Letras Libres y La Jornada no solo ata?e a la libertad de expresi¨®n sino, de manera espec¨ªfica, a otro tema central para la democracia: el tema de la transparencia. La prensa ha sido llamada un cuarto poder desde el siglo XVIII, y en el siglo XX aument¨® la conciencia de que debe ser -como los otros tres poderes- un poder responsable y transparente. Dejando a un lado la cuesti¨®n de si es legal o debe serlo publicar contenidos que simpatizan con los de una banda terrorista, lo menos que se puede exigir a un medio es transparencia: una cosa es publicar esos contenidos, y otra ocultar su origen y editorializarlos como afirmaciones del peri¨®dico.
En Letras Libres tenemos la convicci¨®n de que los periodistas y los medios de comunicaci¨®n (impresos, en este caso) juegan un papel central en la construcci¨®n de la democracia y para ello deben gozar de la m¨¢s amplia libertad de expresi¨®n, incluso si esta se usa por uno para criticar al otro o para pedirle transparencia.
Cualquiera que sea el desenlace de este largo y penoso conflicto, sobra decir que la revista Letras Libres se allanar¨¢ a la sentencia. Si gana, tender¨¢ la mano a La Jornada para convivir en el espacio p¨²blico en un marco de pluralidad y respeto. Si pierde, espera que La Jornada act¨²e en el mismo sentido.
Enrique Krauze es escritor mexicano, director de la revista Letras Libres.
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