Las miserias del crecimiento

China experiment¨® en 2007 m¨¢s de 80.000 "incidentes de masas", 20.000 m¨¢s que el a?o anterior. Incidentes de masas es el eufemismo que utiliza el Gobierno para designar protestas, huelgas, manifestaciones y otras movilizaciones por motivos que van desde las expropiaciones ilegales de suelo a reclamaciones de salarios impagados y denuncias de corrupci¨®n o abusos de poder. Desde entonces, no han sido publicadas nuevas cifras sobre lo que los analistas consideran el creciente n¨²mero de protestas que ha llevado emparejado el r¨¢pido y desigual crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs.

Muchas de estas movilizaciones tienen su origen en esc¨¢ndalos de contaminaci¨®n ambiental, en particular la causada por los metales pesados y los vertidos de las f¨¢bricas. Son la punta del iceberg del precio que ha pagado el pa¨ªs asi¨¢tico desde que Deng Xiaoping inici¨® el proceso de apertura y reforma hace tres d¨¦cadas, con una m¨¢xima en el zurr¨®n: "Hacerse rico es glorioso".

El Gobierno puso cifras a este precio medioambiental la semana pasada: m¨¢s de la mitad de las ciudades chinas est¨¢n afectadas por la lluvia ¨¢cida y una sexta parte de los principales r¨ªos est¨¢n tan contaminados que su agua no es apropiada ni para el cultivo. "La situaci¨®n medioambiental en su conjunto es a¨²n muy grave y se enfrenta a muchas dificultades y desaf¨ªos", asegur¨® Li Ganjie, viceministro de Medio Ambiente, informa Reuters.

La degradaci¨®n que ha acompa?ado al desarrollo chino es uno de los fracasos de un modelo considerado de ¨¦xito porque ha permitido sacar de la pobreza a cientos de millones de personas y ha situado a China como la segunda econom¨ªa de mundo, tras Estados Unidos.

Las aguas de ciudades estrellas como Shangh¨¢i, Guangzhou (Cant¨®n) y Tianjin est¨¢n clasificadas como gravemente contaminadas, y solo algunas zonas alrededor de la tur¨ªstica isla de Hainan, en el sur, y parte de la costa del norte est¨¢n totalmente limpias. ?nicamente el 3,6% de las 471 ciudades controladas registran un aire del m¨¢ximo nivel de limpieza, afirm¨® Li, quien a?adi¨® que China contin¨²a perdiendo biodiversidad. El pol¨ªtico insisti¨® en que la contaminaci¨®n, en especial la debida a metales pesados, es "un asunto grave" porque, seg¨²n dijo, "no solo afecta seriamente a la salud de la gente, sino a la estabilidad social".

El mes pasado se registraron en Mongolia Interior las mayores protestas vividas en esta regi¨®n aut¨®noma en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, debido al descontento existente entre la etnia mongola por el da?o medioambiental causado a sus tradicionales pastos por las explotaciones mineras. La chispa que provoc¨® las revueltas fue la muerte de un pastor atropellado cuando intentaba impedir el paso de un cami¨®n de transporte de carb¨®n conducido por un han, la etnia mayoritaria en China. El conductor ha sido condenado a muerte.

Muchos de los alrededor de seis millones de mongoles chinos se quejan de que el flujo de han en la regi¨®n -donde estos son mayor¨ªa-, atra¨ªdos por los recursos minerales y energ¨¦ticos, ha desplazado a los pastores, da?ado el suelo, provocado la muerte de ganado y amenaza su modo de vida y su cultura.