El Ayuntamiento elude suavizar la subida del IBI para los colectivos m¨¢s necesitados
Es de suponer que las casas m¨¢s valiosas, que son las que m¨¢s impuesto de bienes inmuebles pagan, pertenecen a la gente m¨¢s rica. Y hasta ah¨ª llega la progresividad del IBI, que no entra a valorar si el propietario de la vivienda es un millonario o un pensionista. El Ayuntamiento reclama al Gobierno central desde hace siete a?os un cambio legal que le permita crear lo que denomina "IBI social". Quiere aplicar un tipo diferente (entre los l¨ªmites legales del 0,4% y el 1,1%, y en contraposici¨®n al fijo actual de 0,58%), seg¨²n el valor catastral de la vivienda, e introducir bonificaciones de hasta el 50% para j¨®venes, parados, pensionistas, etc.
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, volvi¨® a insistir durante la campa?a electoral en esta pretensi¨®n, que tambi¨¦n figura en el discurso habitual del PSOE e IU. El motivo para no aplicarlo es que la Ley de las Haciendas Locales se lo impide. La ¨²nica excepci¨®n contemplada es la que se refiere a las familias numerosas. A eso se suma las exenciones a edificios oficiales, fundaciones, centros religiosos o patrimonio hist¨®rico (independientemente de que albergue restaurantes u hoteles de lujo). Esa excepci¨®n detrae 94 millones a sus arcas.
El PP se escuda en la complejidad de las bonificaciones para no aplicarlas
Pese a que el Ayuntamiento se escuda en esa imposibilidad legal de aprobar bonificaciones que doten de un mayor car¨¢cter progresivo y social al IBI, lo cierto es que cuenta con mecanismos para ello, que incluso aplica ya en otros casos.
El Ayuntamiento ha dise?ado unas "zonas francas para emprendedores" en determinados barrios que estar¨¢n exentas de tributaci¨®n municipal durante los dos primeros a?os de actividad empresarial. En su programa electoral explicaba: "Esta medida la articularemos, dadas las limitaciones de la Ley de Haciendas Locales, mediante el reintegro de las cantidades satisfechas por los conceptos tributarios".
Es decir, los empresarios pagan sus impuestos, y luego se les devuelven en forma de subvenciones. Un sistema similar permite al Ayuntamiento bonificar el impuesto de actividades econ¨®micas a las empresas que firmen nuevos contratos indefinidos o est¨¦n en p¨¦rdidas (y amenacen as¨ª con destruir empleo); o el impuesto de construcciones a las obras de rehabilitaci¨®n que reduzcan el consumo energ¨¦tico.
Es decir, el sistema existe y se usa, pero no con el IBI. ?Por qu¨¦? El concejal de Hacienda, Juan Bravo, admite que "s¨ª se puede hacer, se puede buscar alguna f¨®rmula". "Y no descarto hacerlo en casos de necesidad social extrema", a?ade. Como ejemplo, Bravo cita las familias con todos sus miembros en paro durante el ¨²ltimo a?o. ?Por qu¨¦ no ampliar entonces el car¨¢cter social del IBI, explotando esta v¨ªa? En parte, por motivos operativos: el r¨¦gimen de subvenciones es "endemoniado", seg¨²n Bravo, al estar sujeto a una vigilancia exhaustiva caso a caso. Pero tambi¨¦n por reticencias ideol¨®gicas. Ayudar a una familia que lo est¨¢ pasando mal mediante la bonificaci¨®n del impuesto a su vivienda en propiedad supone, en opini¨®n de Bravo, una discriminaci¨®n a otras personas que puedan estar en igual o peor situaci¨®n pero vivan en r¨¦gimen de alquiler, al no poseer ni siquiera una casa propia.
Izquierda Unida, sin embargo, le recuerda otro caso extremo, el de una hipot¨¦tica pensionista que viva en un piso de protecci¨®n oficial y pague un IBI desproporcionado en comparaci¨®n con sus ingresos.
Su portavoz, ?ngel P¨¦rez, ha instado adem¨¢s al Ayuntamiento a "fijar las bonificaciones previstas en un plazo m¨¢ximo de tres a?os para amortiguar el impacto del impuesto en las econom¨ªas familiares". Bravo descarta hacerlo, porque en realidad no disminuyen la cantidad a pagar, sino que simplemente la reducen durante esos primeros tres a?os, pero compensa la bajada con una subida proporcional en los ejercicios posteriores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.