Grecia pone a Europa al l¨ªmite
El euroescepticismo de Alemania choca con el rechazo griego por la dureza del ajuste - Berl¨ªn insiste en una participaci¨®n "sustancial" del sector privado
Cuanto m¨¢s honda se hace la interminable crisis que azota la UE, m¨¢s artificial parece el para¨ªso perdido de los 10 a?os previos al incendio fiscal que se extiende por la periferia de la eurozona. Grecia pone a Europa cada vez m¨¢s cerca de sus l¨ªmites. Alemania rectific¨® en el ¨²ltimo momento tras unas semanas de enorme tensi¨®n y Francia arranc¨® con f¨®rceps el pasado viernes en Berl¨ªn un acuerdo tibio para liberar m¨¢s fondos y poner las bases de un segundo plan de rescate m¨¢s completo para Grecia.
Se gana as¨ª tiempo, pero todo sigue igual. Grecia tiene dinero para sus compromisos inmediatos; tal vez ese segundo plan aporte tranquilidad durante un par de a?os m¨¢s, pero sus n¨²meros siguen sin cuadrar, con una profunda crisis pol¨ªtica por cerrar y una tremenda, temible tensi¨®n en la calle. Y no hay gobernanza europea -con el Gobierno alem¨¢n enfrascado en las encuestas y en su calendario electoral- capaz de articular una respuesta m¨¢s ambiciosa.
El 60% de los alemanes no quiere o¨ªr hablar de nuevos rescates
El segundo plan de ayuda comenzar¨¢ a discutirse hoy en Luxemburgo
Atenas no tiene f¨¢cil aplicar el nuevo paquete de austeridad
En el FMI creen que hay que ganar tiempo para que Espa?a se desacople
La Uni¨®n sufre por el interior y por las costuras: los pa¨ªses rescatados est¨¢n descontentos con los resultados del plan de socorro, con las oleadas de austeridad que complican la salida de la crisis, con dolorosos recortes que se superponen unos a otros. En el n¨²cleo duro de Europa -Alemania, Holanda, Finlandia y Austria-, el euroescepticismo alcanza cotas nunca vistas desde la llegada del euro. Europa en el div¨¢n, en la encrucijada: al l¨ªmite.
Bruselas es un hervidero de eur¨®cratas, lobistas y think tanks que llevan meses con una diagnosis clara del problema: hace falta algo m¨¢s que una uni¨®n monetaria, un banco central y una moneda para que esto funcione. Palabras: si esa es la soluci¨®n, no parece que haya nadie capaz de ponerla en marcha. "Una uni¨®n pol¨ªtica requiere mucho tiempo, complicados acuerdos, equilibrios inestables; pero Grecia y la crisis fiscal de la periferia exigen inmediatez. Los mercados act¨²an en el cort¨ªsimo plazo y provocar¨¢n nuevas crisis que precipitar¨¢n la necesidad ineludible de afrontar la realidad: Grecia no puede pagar; es posible que alg¨²n otro pa¨ªs tampoco", apunta Guntram Wolff, de Bruegel.
Drama es una palabra griega y Europa tambi¨¦n lo es; Alemania no. El desencanto ha hecho mella en Berl¨ªn, en los pa¨ªses del Norte, por una combinaci¨®n de clich¨¦s -los pecadores del Sur, ese tipo de cosas- con la fatiga derivada por la interminable crisis y la sucesi¨®n de salvamentos en los que los contribuyentes de esos pa¨ªses se ven como pagadores cuando siempre creyeron que la Uni¨®n llevaba de f¨¢brica una cl¨¢usula de no rescate. Ante ese choque casi cultural, en las ¨²ltimas elecciones en Holanda y Finlandia el desaliento se ha traducido en peligrosas v¨ªas a la derecha de la derecha; en Alemania, el 60% de la gente rechaza nuevos rescates, y soluciones m¨¢s ambiciosas como una uni¨®n pol¨ªtica y fiscal o la emisi¨®n de eurobonos ponen los pelos de punta.
"Ma?ana habr¨¢ 12.000 millones m¨¢s para Grecia. En unos meses las cifras de ayuda se ampliar¨¢n con el segundo rescate. El resto es puro teatro: no va a haber impago porque eso no parece digno de una potencia mundial, lo ¨²nico que habr¨¢ es esa reestructuraci¨®n suave que supone m¨¢s y m¨¢s dinero hasta que Alemania, Holanda y Finlandia digan basta y no quieran rascarse m¨¢s el bolsillo. En ese momento, cualquier cosa puede suceder", advierte Daniel Gros, del Center for European Policy Research.
Lo que hay ahora es una batalla entre los pa¨ªses rescatados, los rescatadores y el sistema financiero por ver c¨®mo se reparten la factura. Berl¨ªn y Par¨ªs dieron luz verde el viernes al quinto tramo de la ayuda a Grecia: 12.000 millones (y quiz¨¢ otros 6.000 adicionales) que permitir¨¢n salvar el verano. Y mostraron las l¨ªneas maestras del segundo plan de rescate que se empezar¨¢ a discutir hoy en un Eurogrupo extraordinario y que, despu¨¦s de un rifirrafe de semanas, supone m¨¢s dinero para Grecia pero tambi¨¦n la participaci¨®n voluntaria de la banca en la reestructuraci¨®n, de forma que nadie pueda achacar a Europa que Atenas suspende pagos para no inaugurar un nuevo episodio de p¨¢nico financiero al estilo de Lehman Brothers. "En la negociaci¨®n debe haber un aporte sustancial de los acreedores privados, pero eso es algo que no se puede discutir en p¨²blico", dijo ayer Merkel.
Alemania ha dado un paso en la direcci¨®n del BCE y del resto de pa¨ªses europeos, encabezados por Francia, "pero est¨¢ llegando al l¨ªmite: la opini¨®n p¨²blica est¨¢ basculando hacia posiciones que dificultan dar nuevos pasos", afirman fuentes europeas. Los pr¨®ximos acontecimientos son esenciales para reducir la tensi¨®n. Es fundamental escenificar un acuerdo hoy en Luxemburgo, pero la clave de b¨®veda es dar carpetazo a la crisis pol¨ªtica griega y aprobar el nuevo paquete de austeridad, algo nada f¨¢cil a la vista de las algaradas sociales en Atenas. Al mirar hacia atr¨¢s se ve el peor de los mundos posibles: Alemania tiene que crear de la nada una crisis cada vez que hay que avanzar; al final se aprueba una soluci¨®n de compromiso aceptable para su ciudadan¨ªa, pero nunca definitiva. En Atenas, el primer ministro ya ni siquiera controla su partido y est¨¢ abocado a convocar elecciones en unos meses.
"En alg¨²n momento Grecia dir¨¢ basta, o Alemania dir¨¢ basta, y entonces veremos una crisis de consecuencias imprevisibles, despu¨¦s de tanto ganar tiempo", explica el economista Andrew Watt. "Lo parad¨®jico es que poco m¨¢s se puede hacer: hace falta tiempo para lograr que Espa?a se desacople, para que la banca est¨¦ lista y para que Grecia corrija su agujero. Queda rezar para que las agencias de calificaci¨®n traguen con esa contradicci¨®n en sus t¨¦rminos que es la "reestructuraci¨®n voluntaria". Y tenerlo todo listo para cuando llegue la aut¨¦ntica suspensi¨®n de pagos", cierran fuentes pr¨®ximas al FMI.
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