Una nueva barca solar de Keops emerge del fondo de la historia
Egipto desentierra la segunda embarcaci¨®n del fara¨®n que ha permanecido desmontada 4.500 a?os en su fosa original junto a la Gran Pir¨¢mide
A¨²n quedan misterios por desenterrar en Egipto. Ayer un rayo de luz toc¨® por primera vez uno que hab¨ªa permanecido bajo las arenas del desierto los ¨²ltimos 4.500 a?os. Como dentro de un asfixiante onsen, ba?o termal japon¨¦s, se desarroll¨® ayer el alzamiento de la primera piedra de la fosa que ha guardado la segunda barca solar enterrada junto a la Gran Pir¨¢mide del fara¨®n Keops. H¨²medo, vaporoso, caliente. Repleto de cuerpos y c¨¢maras que intentaban atisbar por las rendijas de la lona el movimiento de los trabajadores, mientras el sudor empapaba frentes y ropas.
El cub¨ªculo que ocultaba la embarcaci¨®n se convirti¨® en el centro del pa¨ªs del Nilo por unas horas. Un lugar que volv¨ªa a reclamar la atenci¨®n del mundo y de aquellos que han dejado de visitarle tras la revoluci¨®n. Todo esto, en un clima y temperatura controlados. Cient¨ªficos, ingenieros y operarios acced¨ªan cubiertos de pies a cabeza con trajes y m¨¢scaras especiales. Mientras el aluvi¨®n de periodistas, ¨¢vidos por inmortalizar el momento, se api?aban frente al televisor y lanzaban miradas furtivas al sagrario de lona blanca. En su interior, el sonido de la radial y el olor de la piedra cortada, ahuecada, lo impregnaban todo.
Tras ser restaurada, la pieza se expondr¨¢ en un nuevo museo
Vigilados de cerca por el doctor Zahi Hawass, el ministro de Estado para las Antig¨¹edades, los trabajadores alzaban un bloque de m¨¢s de tonelada y media, cent¨ªmetro a cent¨ªmetro.
La expectaci¨®n era mucha bajo la carpa donde el equipo del director de la restauraci¨®n de la barca solar, Sakuji Yoshimura, profesor de la Universidad Wa-seda en Jap¨®n, ha trabajado los dos ¨²ltimos a?os codo con codo con un equipo de egipcios. La embarcaci¨®n fue descubierta en 1954 en un foso contiguo al de la primera barca solar, que se exhibe en el museo situado en la cara sur de la Gran Pir¨¢mide. Se decidi¨® preservarla intacta bajo las 41 losas de caliza que la cubr¨ªan, para evitar da?os.
Solo 30 a?os despu¨¦s, en 1987, se iniciaron estudios con ondas electromagn¨¦ticas y se tomaron muestras para ver su estado. Hawass explic¨® que la filtraci¨®n de agua y los insectos que entraron tras una prospecci¨®n de la National Geographic Society en aquella ¨¦poca con una peque?a c¨¢mara, introducida a trav¨¦s de un agujero perforado, contribuyeron al deterioro de las piezas. Por ese motivo "esperaba encontrar la madera en muy mal estado". Algo que al parecer no ha sucedido: "Al levantar la losa hemos podido ver que la situaci¨®n no es tan grave y confiamos en poder restaurar la barca".
Del constructor de la Gran Pir¨¢mide, el segundo fara¨®n de la IV dinast¨ªa, que rein¨® entre el 2609 y el 2584 antes de Cristo, apenas se conserva una imagen. Una peque?a estatuilla de escasos 10 cent¨ªmetros que se conserva en el Museo de El Cairo. Ahora, adem¨¢s de un segundo barco, los arque¨®logos han sacado a la luz un cartucho con su nombre, Keops, y un jerogl¨ªfico sin cartucho con el nombre de su hijo Kefr¨¦n.
La embarcaci¨®n, de madera de cedro de L¨ªbano y acacia egipcia, seg¨²n explic¨® el ministro, ser¨¢ restaurada por el equipo de Yoshimura en un trabajo cuya conclusi¨®n esta prevista para dentro de cuatro a?os (montar la anterior llev¨® m¨¢s de 20). Posteriormente, se expondr¨¢ en el nuevo museo en construcci¨®n en la meseta y que se inaugurar¨¢ en 2015. Lo que ver¨¢n los visitantes es una de las embarcaciones m¨¢s antiguas del mundo. Una belleza estilizada de tonos marrones y remos como agujas que, si bien fue considerada un barco funerario para trasladar los restos del fara¨®n a la capital, seg¨²n el egipt¨®logo Zahi Hawass, "no lo es". En su opini¨®n, "es un barco para el dios, no para el rey". Un barco solar para que Ra pueda recorrer el cielo cada ma?ana hasta la eternidad.
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