El hombre que dijo no a Angela Merkel
El l¨ªder opositor ignora las presiones de sus correligionarios del PP europeo
Antonis Samar¨¢s, l¨ªder del principal partido de la oposici¨®n griega, Nueva Democracia (ND, centro-derecha), sali¨® bastante contrariado de la reuni¨®n que mantuvo el viernes en Bruselas con sus correligionarios del Partido Popular Europeo. Samar¨¢s (Atenas, 1951) se ha acostumbrado a o¨ªr ¨²ltimamente repetidos llamamientos a la unidad nacional y al consenso pol¨ªtico para sacar a Grecia adelante, pero no esperaba una interpelaci¨®n tan directa por parte de sus socios europeos, y, menos a¨²n, de la canciller alemana, Angela Merkel, que inst¨® a la oposici¨®n griega a asumir "una responsabilidad hist¨®rica".
Pero ni siquiera picado en su amor propio -o en su orgullo patri¨®tico, del que ha dado muestras a lo largo de su carrera pol¨ªtica-, Samar¨¢s est¨¢ dispuesto a dar su brazo a torcer. Los 86 diputados de ND votar¨¢n esta semana en contra del nuevo plan de ajuste para 2012- 2015, cuya aprobaci¨®n debe desbloquear definitivamente la entrega del quinto tramo del rescate acordado en mayo de 2010 por la Uni¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Grecia necesita imperiosamente ese dinero, porque solo tiene reservas hasta el 18 de julio.
Samar¨¢s rechaz¨® la oferta de formar un Gobierno de unidad nacional
De joven comparti¨® una habitaci¨®n de estudiante con Papandreu
"Me est¨¢n pidiendo que apoye una medicina para alguien que est¨¢ muriendo por culpa de esa misma medicina. No lo har¨¦", manifest¨® Samar¨¢s, economista formado en Harvard, tras la reuni¨®n de Bruselas. Aun reconociendo la necesidad de una reforma que acabe con el enorme agujero negro fiscal, el l¨ªder de ND no est¨¢ de acuerdo con las recetas anticrisis del Gobierno socialista, responsable, seg¨²n ¨¦l, "de la peor y m¨¢s prolongada crisis de la historia de Grecia". ?l propone bajar impuestos (sobre todo el del IVA y el de sociedades), lo que a su juicio servir¨ªa para crear empleo, incentivar el consumo y atajar la huida de Grecia de capital extranjero.
Todo parece indicar que si el primer ministro, el socialista Yorgos Papandreu, es incapaz de gobernar en medio de la galerna de la crisis -y de la rebeli¨®n interna en su propio partido-, Samar¨¢s no quiere hacerlo: hace apenas dos semanas, rechaz¨® una oferta de Papandreu para integrar un Gobierno de unidad nacional; por el contrario, reiter¨® su petici¨®n de elecciones anticipadas y un nuevo inquilino en Megaro Maximu, la residencia del primer ministro.
En sus a?os mozos, Papandreu y Samar¨¢s compartieron habitaci¨®n mientras estudiaban en el Amherst College, en Massachusetts. Hoy ambos comparten un barco a la deriva, pero uno intenta deshacerse del otro tir¨¢ndolo por la borda. Samar¨¢s, que se queja de la imagen que los medios de comunicaci¨®n extranjeros dan de ¨¦l y de su partido, tiene la llave del Gobierno en la punta de los dedos, y no solo en las encuestas de intenci¨®n de voto: si el plan de ajuste no sale adelante, el escenario de unas elecciones anticipadas -previsiblemente en el oto?o- es m¨¢s que plausible. Ser¨ªa la culminaci¨®n de su carrera, pero tambi¨¦n la tumba de sus ambiciones pol¨ªticas, pues la herc¨²lea tarea de sacar a Grecia del hoyo no parece ninguna recompensa.
Con un aire a la vez populista y patricio, Samar¨¢s ha sido ministro en cuatro ocasiones (dos de ellas, de Exteriores) en anteriores Gobiernos de ND. Se hizo cargo de su partido en oto?o de 2009, despu¨¦s de que este registrara el peor resultado electoral desde su fundaci¨®n, en 1974. Pero no siempre ha sido fiel a esos colores. En 1992 se vio obligado a salir del Ejecutivo que entonces presid¨ªa Konstantinos Mitsotakis por su extremismo en la llamada "cuesti¨®n macedonia" (Grecia bloquea desde 1991 la utilizaci¨®n de ese nombre por parte de la antigua rep¨²blica yugoslava hom¨®nima). Entonces Samar¨¢s fund¨® su propio partido, Primavera Pol¨ªtica, y adelant¨® por la derecha a ND. El transfuguismo de un diputado de ND a la nueva formaci¨®n provoc¨® la ca¨ªda del Gobierno en 1993.
En su corta andadura, Primavera Pol¨ªtica, que rezumaba el populismo nacionalista de su l¨ªder, tuvo cierto ¨¦xito: logr¨® 10 esca?os en las elecciones del a?o 1993 y dos europarlamentarios en las elecciones de 1994. Pero en el a?o 1996 no obtuvo representaci¨®n en la C¨¢mara y en los comicios de 2000, Samar¨¢s pidi¨® el voto para su antiguo partido. Un a?o despu¨¦s, disolvi¨® Primavera Pol¨ªtica y volvi¨® al redil como en la par¨¢bola del hijo pr¨®digo. De esa ¨¦poca -del a?o 1998, en concreto- datan los primeros datos maquillados de la econom¨ªa griega, seg¨²n informes del Fondo Monetario Internacional que hoy recuerdan algunos medios period¨ªsticos locales.
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