Creo

Creo que todav¨ªa existe una oportunidad. No es la primera pero, por desgracia, s¨ª puede ser la ¨²ltima en mucho tiempo.

Creo que quienes conf¨ªan en que el 15-M evolucione por s¨ª solo, desde su actual estructura asamblearia, hasta la constituci¨®n de una fuerza estable y capaz de influir decisivamente en la realidad inmediata, se equivocan. Creo que quienes reducen la rebeli¨®n de la IU extreme?a a sus aspectos disciplinarios o su impacto electoral, tambi¨¦n se equivocan. Creo que quienes piensan que lo que vivimos es otra crisis econ¨®mica, y que aguantando el chaparr¨®n, ma?ana ser¨¢ otro d¨ªa, est¨¢n muy equivocados, pero no tanto como quienes opinan que no hay prisa, que les sobra tiempo para mover ficha.

Creo que los j¨®venes no gritan en la calle para divertirse. Creo que si no se reconocen en las voces que pretenden hablar en su nombre, es porque ni conf¨ªan en ellas, ni les gusta lo que dicen. Creo que solo se pudre lo que est¨¢ muerto. Creo que no vivimos una crisis econ¨®mica, sino un proceso sistem¨¢tico de destrucci¨®n del Estado de bienestar. Creo que la ausencia de oposici¨®n contribuir¨¢ a acelerar y endurecer ese proceso. Creo que si la izquierda no es capaz de interpretar los signos que la interpelan con una insistencia digna del Apocalipsis, el ¨²nico horizonte al que podr¨¢n aspirar sus dirigentes ser¨¢ una jubilaci¨®n muy poco digna. Creo que si no somos capaces de crear ahora una opci¨®n nueva, un lenguaje nuevo, una nueva manera de combatir con nuevas armas a nuevos enemigos, nuestra generaci¨®n, ya, nunca lo har¨¢. Creo que si una suma de peque?as ambiciones e intereses personales hace inviable un proyecto com¨²n, los responsables habr¨¢n trabajado para que, dentro de cuatro a?os, la dictadura financiera sea m¨¢s fuerte y el 15-M, solo un recuerdo emocionante.

Tal vez est¨¦ equivocada pero, hoy por hoy, esto es lo que creo.