Stendhal y Astrud en el mismo libro
Una nueva generaci¨®n de autores abraza con ¨¦xito el pop para el ensayo
"Me hizo mucha ilusi¨®n la situaci¨®n: el 'afterpop se encuentra con el 'pornopunk'. Con su decisi¨®n, los miembros del jurado, que son ensayistas, pusieron en com¨²n dos libros que, mas all¨¢ de sus evidentes diferencias, comparten algunos aspectos que en general est¨¢n infravalorados, como la atenci¨®n a las cuestiones de g¨¦nero o la lectura de los objetos de consumo en clave biopol¨ªtica". Eloy Fern¨¢ndez Porta recuerda as¨ª como, hace poco m¨¢s de un a?o, su obra Eros. La Superproducci¨®n de los afectos, enmarcada en la categor¨ªa afterpop, creada y liderada por ¨¦l mismo, gan¨® el Premio Anagrama de ensayo. El finalista fue Pornotop¨ªa. Arquitectura y sexualidad en Playboy durante la guerra fr¨ªa, de la burgalesa Beatriz Preciado. Ninguno de los dos autores rebasaba la metaf¨ªsica barrera de los 40. M¨¢s que el palmar¨¦s de uno de los premios de ensayo m¨¢s prestigiosos de este pa¨ªs, aquello parec¨ªa la programaci¨®n de un club o el cartel de un festival alternativo. ?Qu¨¦ hab¨ªan cenado los miembros del jurado?
Ninguno de los autores rebasa la metaf¨ªsica barrera de los 40 a?os
Seg¨²n Fern¨¢ndez Porta, se suele reducir ese universo a algo generacional
Un a?o m¨¢s tarde, Jorge Fern¨¢ndez Gonzalo, poeta y estudioso que a¨²n no ha alcanzado la ¨²ltima frontera de la juventud (los 30) resultaba finalista del mismo premio con una obra, Filosof¨ªa zombi, en la que se mezclaban Blanchot, Baudrillard, George A. Romero o The walking dead, resultando en un ensayo de naturaleza recia a partir de algo tan, aparentemente, blando como los muertos vivientes. "La obra camina por un terreno a¨²n poco abonado; es un lugar de paso entre lecturas acad¨¦micas y cultura pop. Si el ensayo pop est¨¢ bien hecho, cambiar¨¢ nuestra concepci¨®n del ensayo. Si no, ser¨¢ una moda m¨¢s que acabar¨¢ por dar la raz¨®n a quienes la desde?aron", apunta Gonzalo al respecto de cierto cambio de paradigma anunciado por el ¨¦xito de una serie de propuestas de ensayo a partir de par¨¢metros asociados a las subculturas y utilizando las posibilidades significativas de la cultura pop.
Estos autores no son los primeros en apuntar nuevas v¨ªas (por esta senda transitaron ya Jordi Costa, Francisco Casavella o Guillem Mart¨ªnez), pero tal vez s¨ª los primeros en poder forzar cierta crisis dentro del academicismo ensayista y en la forma en que los grandes medios perciben a¨²n la realidad pop. Si las canciones no les convencieron, tal vez s¨ª los ensayos. "Se suele reducir lo pop a una cuesti¨®n de referentes nominales y de nivel cultural, y as¨ª se difunde la absurda idea de que es un asunto generacional que diferencia a j¨®venes de mayores", apunta Eloy Fern¨¢ndez Porta. Para el escritor, "el t¨¦rmino pop es usado principalmente para apuntalar una jerarqu¨ªa de los bienes culturales, de los referentes y de la edad". Seg¨²n Gonzalo, "somos demasiado sectarios en cuestiones literarias. Lo veo mucho en poes¨ªa, que es el g¨¦nero en donde me he formado, y algo menos en novela, teatro o ensayo. Pero est¨¢ ah¨ª: nos aferramos a nuestra tradici¨®n literaria, a nuestros m¨¦todos de an¨¢lisis y a nuestra ideolog¨ªa, y somos poco considerados con el resto de alternativas".
Tal vez la tensi¨®n entre alta y baja cultura sea irresoluble, pero las fronteras entre ambas aproximaciones est¨¢n cada d¨ªa menos claras -ya lo predijo Luis Cobos al mezclar tecno y cl¨¢sica-, m¨¢s cuando aparece un chaval de 22 a?os y, sin ning¨²n tipo de pudor, decide entrar en el universo literario a trav¨¦s de un brev¨ªsimo ensayo confesional de poco m¨¢s de 60 p¨¢ginas titulado Padres ausentes. "?Mi idea? Evitar la novela, la m¨¢s desnuda expresi¨®n literaria concebida, como inicio. Con un ensayo autobiogr¨¢fico todo la honestidad puede convertirse en un relato m¨¢s elegante y fluido. Con la novela no quedan ya enga?os o tretas. Todo est¨¢ ah¨ª, en el artificio y su verdad", dice Pablo Mu?oz (alias Alvy Singer), estudiante, bloguero y ensayista.
De alguna manera, y confirmando la idea que apuntaba Porta al respecto de que lo pop va m¨¢s all¨¢ de lo nominal o lo tur¨ªstico, el ensayo aferrado a lo m¨¢s popular de nuestra cultura moderna, no solo amenaza con abrirse paso dentro del g¨¦nero, sino con apoderarse de los c¨®digos que hac¨ªan hasta hoy de la novela o incluso la canci¨®n como forma primordial de expresi¨®n del g¨¦nero. Incluso uno de nuestros literatos m¨¢s abiertamente pop, Kiko Amat, acaba de publicar Mil violines, su libro de ensayos dislocados y confesionales. Eso s¨ª, como con todo lo contempor¨¢neo, hay que ir con cuidado y no confundir cambio con moda. Como dice Mu?oz: "Hay una conciencia de que ciertas formas de expresi¨®n han alcanzado potencia y sofisticaci¨®n, pero hay dos tentaciones: la de adoptar la lectura como algo indefectiblemente cool, y como tal sujeto a que la moda lo convierta en anacr¨®nico, y la de adoptar la lectura del fan, celebratoria y acr¨ªtica. Hay que separar el grano de la paja, ser honesto".
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