China, cada vez m¨¢s cerca

La relevante visita del primer ministro chino, Wen Jiabao, acompa?ado de 13 de sus ministros, subraya el inter¨¦s del gigante asi¨¢tico por Europa. No solo por su contenido comercial y pol¨ªtico, sino tambi¨¦n por tratarse del segundo periplo de un alto dirigente chino en pocos meses, tras el emprendido en noviembre por el presidente Hu Jintao. Igual que sucedi¨® durante la reciente visita del presidente Obama, el concepto Europa brill¨® por su ausencia durante los encuentros del dirigente chino, que se han centrado en los pa¨ªses visitados en relaciones meramente bilaterales.

En el periplo de Wen Jiabao, sin embargo, se han deslizado dos claves europeas. Una es la confirmaci¨®n del inter¨¦s de Pek¨ªn por apoyar a las econom¨ªas perif¨¦ricas de la Uni¨®n, mediante la fidelidad en la compra de su deuda soberana. Probablemente anide en ella la intenci¨®n de influir en el eslab¨®n europeo m¨¢s d¨¦bil para facilitar sus intereses estrat¨¦gicos en relaci¨®n con el conjunto. La otra estriba en haber jugado la baza de los acuerdos comerciales (compras de aviones Airbus) para intentar modular pol¨ªticas comunitarias, como la medioambiental, en un intento de reducir las exigencias de Bruselas, que no convienen a Pek¨ªn.

Son planteamientos leg¨ªtimos, aunque puedan criticarse algunos de sus extremos. Lo que resulta m¨¢s lamentable es la imagen -y la realidad- de dispersi¨®n de la UE. No se ha recibido a Wen Jiabao como un conjunto articulado de pa¨ªses, sino como una lista de Estados diferenciados.

China es ya el primer exportador del mundo, la gran factor¨ªa manufacturera; la segunda potencia econ¨®mica; la primera tenedora de reservas de divisas y el banquero del globo. Es preciso establecer una verdadera estrategia com¨²n europea de respeto y exigencia. Sin olvidar los problemas de la sostenibilidad de su crecimiento, su ego¨ªsta pol¨ªtica monetaria y, sobre todo, sus carencias en est¨¢ndares democr¨¢ticos y en el imperio de la ley.