Desahucio
Los expertos llevan a?os asegurando que el precio de los pisos bajar¨¢. Y tambi¨¦n que no bajar¨¢. Ahora toca que bajar¨¢, pero dentro de un mes que no bajar¨¢. Y si esperamos hasta septiembre volver¨¢ a bajar.
Lo de los pisos vale para la velocidad en carretera, para los brotes verdes y para la fecha de las elecciones generales, por poner cuatro ejemplos, que en realidad son tres. La l¨®gica y la democracia, que se inventaron en Grecia, han empezado a desmoronarse por Atenas. Pero lo importante es el diferencial de la deuda de aqu¨ª, al que le viene de perlas que Grecia se pegue un tiro en la boca. Mientras Papandreu apretaba el gatillo, los j¨®venes eran apaleados sin orden ni concierto en la plaza de Syntagma. Otro atentado contra la l¨®gica, si pensamos en el significado del t¨¦rmino sintagma, y una cruz m¨¢s para los profesores de lengua. Y para los de literatura, porque del mismo modo que se ha roto la sintaxis, se ha roto el relato. El cap¨ªtulo titulado "Nuevo plan de ajuste" no tiene ni pies ni cabeza porque implica el desahucio entero de un pa¨ªs. Nos hemos presentado con nuestros agentes judiciales y nuestros guardias de la porra y les estamos poniendo los colchones en la calle. Quiere decirse que los griegos son ya turistas de su propio pa¨ªs, lo que tiene un lado bueno: quiz¨¢ eso les ayude a descubrir la Acr¨®polis como los que vivimos en Madrid descubrimos el Guggenheim y, los que viven en Bilbao, el Museo del Prado. El mejor modo de conocer un sitio es no ser de ¨¦l, y los griegos han dejado de ser de Grecia. Ahora son del FMI o de los mercados, esa versi¨®n contempor¨¢nea de los dioses. Gracias al sacrificio de la l¨®gica y de la democracia griegas, los espa?oles podremos seguir siendo espa?oles (y quiz¨¢ dem¨®cratas) durante un tiempo, el que decida Zeus. Por cada muerto de hambre en Atenas, sube un punto el Ibex 35.
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