?Mi paga extra para salvar la patria?

En nombre de la salvaci¨®n nacional, la Hacienda portuguesa se quedar¨¢ con buena parte de la paga extra de Navidad de sus ciudadanos. El nuevo impuesto pone en duda la no retroactividad de las normas fiscales, "y esto no es admisible", ha dicho el fiscalista portugu¨¦s Caiado Guerreiro. "Lamentablemente, en los ¨²ltimos a?os, en vez de tener un Tribunal Constitucional hemos tenido un tribunal pol¨ªtico que admite todo a tr¨¢mite, incluso la violaci¨®n de principios m¨¢s graves que este". Es una medida "extraordinaria", que solo puede justificarse por la excepcionalidad de la situaci¨®n econ¨®mica, apunta el abogado Rog¨¦rio Fernandes Ferreira.

La medida extraordinaria, "de salvaci¨®n nacional", en opini¨®n de algunos, es el nuevo impuesto que el nuevo primer ministro, Pedro Passos Coelho, ha anunciado por sorpresa ante el Parlamento portugu¨¦s, durante el debate sobre el programa de Gobierno, que concluy¨® ayer. Todos los asalariados que ganan m¨¢s de 1.000 euros al mes perder¨¢n este a?o al menos una cuarta parte de la paga de Navidad.

Los analistas dudan de que el tijeretazo sea suficiente para salir a flote

El anuncio llega por sorpresa, porque no figuraba en el pacto con el FMI y la UE

La p¨¦sima noticia pill¨® por sorpresa a los partidos de la oposici¨®n y ha levantado una considerable polvareda en el pa¨ªs. El recorte del aguinaldo ser¨¢ mayor para quienes ganan 5.000 euros (45,2%) y aumentar¨¢ progresivamente a medida que aumenta el ingreso. Menudo estreno del jefe de la coalici¨®n gubernamental de centroderecha, deben pensar los tres millones de contribuyentes que estar¨¢n afectados por el nuevo impuesto.

Se trata de un nuevo tributo, extraordinario y solo para este a?o, equivalente al 50% de la paga de Navidad en la cuant¨ªa que exceda el salario m¨ªnimo, que est¨¢ fijado en 485 euros mensuales. En el caso del mileurista, el valor de la tasa equivaldr¨¢ al 50% de la diferencia entre 1.000 euros y 485 euros. Es decir, la mitad de 515. Conclusi¨®n, el impuesto a pagar ser¨¢ de 257,5 euros.

La medida incidir¨¢ en todos los rendimientos que est¨¢n sujetos al IRS (equivalente al IRPF), respetando el principio de universalidad. Los salarios, las pensiones, rentas de ahorro, de capital y de bienes inmuebles estar¨¢n afectados por la nueva tributaci¨®n. Quedan excluidos tres millones de pensionistas y asalariados que no reciben m¨¢s de 485 euros al mes. En lo que respecta a los trabajadores aut¨®nomos que no reciben aguinaldo, se desconoce qu¨¦ rendimiento de referencia se aplicar¨¢ en el c¨¢lculo.

El nuevo Gobierno justifica la medida por la necesidad imperiosa de hacer caja -asegura que permitir¨¢ recaudar unos 800 millones de euros de ingreso adicional-, sobre todo despu¨¦s de la desagradable noticia difundida el mi¨¦rcoles por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), de que el d¨¦ficit p¨²blico es actualmente del 7,7% del Producto Interior Bruto (PIB). Casi dos puntos por encima del 5,9% comprometido, lo que despierta dudas de que Passos Coelho pueda cumplir su prop¨®sito de que se trata de una medida extraordinaria que solo se aplicar¨¢ este a?o. En cualquier caso, no es un buen inicio para la credibilidad de Passos Coelho, que en abril pasado calific¨® de disparate los rumores que apuntaban que el PSD recortar¨ªa la paga de Navidad si ganaba las elecciones del 5 de junio. Si hay que hacer alg¨²n ajuste fiscal, dec¨ªa el entonces l¨ªder de la oposici¨®n, ser¨¢ por la v¨ªa de impuestos al consumo y no sobre el rendimiento. Durante la campa?a electoral de mayo, el aspirante del PSD repiti¨® una y otra vez que no se pueden pedir m¨¢s sacrificios a los portugueses. Claro que entonces solo era el candidato favorito.

Hoy es el jefe de un Gobierno, que tiene las manos atadas por el acuerdo firmado con la Uni¨®n Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que han impuesto un dur¨ªsimo programa de austeridad de tres a?os, a cambio de un pr¨¦stamo de 78.000 millones de euros para poner en orden las cuentas p¨²blicas.

"Este Gobierno est¨¢ quemando todas las naves y la credibilidad nada m¨¢s empezar", dice Andr¨¦s Malamud, investigador del Instituto de Ciencias Sociales (ICS). "A principios de a?o, las dos pagas extraordinarias corr¨ªan serio peligro", a?ade. "Parec¨ªa inevitable que el Gobierno acabara por eliminarlas. Ahora quitan el 50%. Dudo que sea suficiente". El ICS es uno de los m¨²ltiples institutos con financiaci¨®n p¨²blica, y un buen ejemplo de la situaci¨®n desesperada en que se encuentran las arcas del Estado. El ICS recibe mensualmente fondos de la Administraci¨®n para cubrir una parte de sus gastos. Esto ocurr¨ªa en tiempos de normalidad m¨¢s o menos relativa. "Hasta ahora solo hemos recibido los fondos de un mes. Cobramos gracias a la generosidad de la universidad, a las matr¨ªculas de los estudiantes y porque no se paga a muchos de los proveedores".

Hay varios interrogantes sobre c¨®mo se aplicar¨¢ el impuesto extraordinario. El Gobierno ha pedido dos semanas para dar detalles. De momento, algunos especialistas alertan sobre los riesgos de que la medida viole algunos principios constitucionales, si se llega a aplicar a los rendimientos de todo el a?o, debido al principio de no retroactividad fiscal.

Caiado Guerreiro subraya que una medida de estas caracter¨ªsticas solo se justifica ante "un descontrol absoluto del d¨¦ficit", que puede dejar al pa¨ªs en bancarrota, y con el prop¨®sito de "ganar tiempo para cortar seriamente el gasto del Estado". Aunque es de la opini¨®n de que bajar impuestos equivale a crecimiento econ¨®mico, considera que la medida "es razonable" en t¨¦rminos de equidad y justicia, porque afecta a todos los tipos de rendimiento y no solo a los de trabajo.

Por su parte, el constitucionalista Paulo Otero puntualiza que la medida anunciada puede violar algunos principios constitucionales, dependiendo de su base de incidencia: "Si el rendimiento es dividido entre 14 meses, habr¨¢ tributaci¨®n retroactiva, porque el impuesto se ha anunciado en julio, y no deber¨ªa tener en cuenta rendimientos de 2011 anteriores a la fecha de su creaci¨®n". Por lo tanto, a?adi¨® Otero, en cumplimiento de la Constituci¨®n, que proh¨ªbe la retroactividad, el nuevo impuesto solo podr¨ªa aplicarse a los rendimientos del segundo trimestre. En el caso de las leyes que implican retroactividad, el presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva, puede pedir la fiscalizaci¨®n preventiva al Tribunal Constitucional, antes de su promulgaci¨®n. "Pero no ha sido as¨ª", subray¨® Otero.

Una medida similar fue adoptada por primera vez en Portugal en 1983, por el Gobierno encabezado por el socialista Mario Soares, cuando el pa¨ªs tambi¨¦n tuvo que pedir ayuda al FMI. En 1979, el economista y ministro de Finanzas de la ¨¦poca, Jacinto Nunes, fue el primero en proponer la aplicaci¨®n de un impuesto de tales caracter¨ªsticas. Fracas¨® en el intento. "Era un Gobierno de iniciativa presidencial, que no ten¨ªa el apoyo de ning¨²n partido, por lo que era fundamental la votaci¨®n en el Parlamento", ha recordado Nunes en una entrevista. El exministro se muestra favorable al recorte del impuesto extraordinario por la gravedad de la situaci¨®n, y no oculta su sorpresa de que los prestamistas internacionales no la incluyeran en el programa de austeridad acordado.

El nuevo Gobierno se ha empleado a fondos los dos ¨²ltimos dos d¨ªas en explicar y justificar la necesidad de la medida durante el intenso debate en la Asamblea de la Rep¨²blica. El primer ministro y el titular de Finanzas, V¨ªctor Gaspar, han tenido que responder a las numerosas cr¨ªticas dirigidas desde las filas de la oposici¨®n. Paulo Portas, ministro de Asuntos Exteriores y n¨²mero dos del Gobierno, subray¨® en la intervenci¨®n final en nombre del Ejecutivo "el principio de universalidad que inspira la adopci¨®n del impuesto extraordinario, que afectar¨¢ m¨¢s a quienes m¨¢s ganan". Y a?adi¨®: "No se toca a los pensionistas m¨¢s pobres ni a quienes cobran el salario m¨ªnimo".

No opinan as¨ª el Partido Comunista (PCP) y el Bloco de Esquerda (BE), que no han ahorrado cr¨ªticas al nuevo Gobierno. Jer¨®nimo de Sousa, l¨ªder del PCP, record¨® que la medida no figuraba en el programa electoral del PSD ni en el programa de Gobierno entregado al Parlamento antes del debate. El resultado electoral del pasado 5 de junio, con la clara victoria de Passos Coelho, habr¨ªa sido distinto si el PSD lo hubiera propuesto durante la campa?a. Francisco Lou?¨¢, l¨ªder del BE, compar¨® el nuevo impuesto con "un asalto social".

El Partido Socialista (PS), que gobern¨® los ¨²ltimos seis a?os, no est¨¢ en el mejor momento para encabezar una campa?a contra la medida. A la espera de elegir nuevo l¨ªder, su intervenci¨®n en el debate se limit¨® a decir que se reserva su opini¨®n a la espera de conocer las razones de fondo. No es previsible que la sangre llegue al r¨ªo, al menos de momento. El debate sobre el programa de Gobierno concluy¨® con los ¨¢nimos calmados y ning¨²n partido de oposici¨®n present¨® moci¨®n alguna en contra del nuevo impuesto.

Las voces m¨¢s encendidas han sido las de los sindicatos. Carvalho da Silva, l¨ªder de la Confederaci¨®n General de Trabajadores Portugueses (CGTP), ha calificado de "robo" el recorte en un 50% del aguinaldo y anuncia una campa?a de movilizaciones. "Es un programa de empobrecimiento e injusticias", ha dicho. Por su parte, Jos¨¦ Proen?a, l¨ªder de la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT), pronostica "graves problemas a muchas familias que estaban a la espera de la paga de Navidad para pagar deudas". Con la mirada de reojo a la situaci¨®n en Grecia, muchos portugueses saben que el anuncio del jueves es solo el comienzo de un largo calvario, del que nadie conoce el final.