?Qui¨¦n es la m¨¢s guapa?
La trama le gustar¨ªa a Alfred Hitchcock. En los ¨²ltimos meses hemos asistido al proceso de moldeado de Charlene Wittstock a imagen de Grace Kelly. Un espect¨¢culo digno de V¨¦rtigo, una pel¨ªcula de Hitchcock que su musa no protagoniz¨®. Entre otras cosas, porque en 1958 ya se hab¨ªa convertido en princesa de M¨®naco. Afortunadamente, se nos ha ahorrado la t¨¦trica culminaci¨®n de esa escalada ed¨ªpica y la novia no apareci¨® ayer vestida como la adorada madre muerta. Hay que agradec¨¦rselo a Giorgio Armani, autor del traje.
"La idea era conseguir un aspecto moderno, sin ning¨²n elemento obvio de nostalgia", explicaba el dise?ador italiano en un comunicado. "Me parec¨ªa que era lo apropiado ya que habr¨ªa inevitables comparaciones con la princesa Grace. Aunque esas comparaciones son una muestra de admiraci¨®n, cada persona tiene su estilo individual. El estilo es una expresi¨®n de los tiempos". El dise?o de Armani -cuyo boceto ofrece EL PA?S en exclusiva- tiene un corte limpio, casi futurista, que lo aleja del emblem¨¢tico vestido con el que Kelly se cas¨® en 1956.
Cruzado en el pecho y en la espalda, el traje de Armani consigue que, por un momento, todo esto parezca tener algo que ver con la nadadora y no solo con la actriz que le precedi¨®. El gusto de Wittstock tiende hacia la ropa simple, que favorece su silueta de deportista. Armani ha explicado que lo que mejor le sientan son los "escotes que enfaticen la estructura de sus hombros". De ah¨ª la larga cola que nace en el centro de su espalda.
La contenci¨®n en las formas de Armani no est¨¢ re?ida con la majestuosidad. La pieza, elaborada con 50 metros de seda duchesse y otros 80 de organza, exigi¨® 2.500 horas de trabajo y se remat¨® con un velo de 20 metros de tul. Las cifras visten y Armani ha calculado, incluso, los kil¨®metros -3.000- recorridos para realizar todas las pruebas. Pero la escasa superficie del Principado da para mucho y el italiano tuvo que compartir con Karl Lagerfeld el protagonismo de un evento que fue m¨¢s un espect¨¢culo de moda y variedades que una celebraci¨®n rom¨¢ntica.
Karl Lagerfeld se sent¨®, junto a Bernard Arnault y su mujer, en un lugar destacado durante la ceremonia religiosa. No solo es un amigo de la familia, tambi¨¦n visti¨® de Chanel a algunas de las protagonistas del enlace. Sobre todo, a Carolina y Estefan¨ªa de M¨®naco y a las hijas de estas. Adem¨¢s, Wittstock llev¨® un conjunto de Chanel -que jugaba con la oposici¨®n de masculino y femenino- en la boda civil del viernes. Tras la ceremonia religiosa, la televisi¨®n francesa le pregunt¨® a Lagerfeld qu¨¦ le hab¨ªa parecido el vestido de Armani: "Perfecto para la ocasi¨®n; para otras consideraciones pregunten a los cr¨ªticos", respondi¨®. Compartir protagonismo nunca es f¨¢cil. Ayer les sucedi¨® a dos septuagenarios dise?adores y a la novia con Carlota Casiraghi. En Londres, a Catalina Middleton con su hermana Pippa. La rivalidad podr¨ªa ser la tendencia del a?o en las bodas de princesas, si no fuera porque siempre form¨® parte del cuento.
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