Llegan las cajas del siglo XXI
La bancarizaci¨®n supondr¨¢ mejoras en transparencia y gobierno corporativo
La escena fue la siguiente: dos altos ejecutivos de cajas de ahorros presentan sus planes en la Bolsa de Madrid ante un nutrido grupo de inversores. En primera fila, los responsables de bancos de inversi¨®n escuchan atentos, enfundados en sus caros trajes de sastre. Al concluir los discursos, son los primeros en iniciar los aplausos para contagiar a todo el auditorio.
Mucho han cambiado los tiempos para que los banqueros de inversi¨®n, otrora azote de cajas cuando acompa?aban a los bancos por todo el mundo, sean ahora sus m¨¢s fervientes seguidores. El necesario paso de estas entidades por la Bolsa o la b¨²squeda de inversores privados, ha hecho que contraten (y paguen buenas minutas) a los especialistas en los mercados.
Las cajas no pod¨ªan lograr m¨¢s capital con su anterior naturaleza jur¨ªdica
El ¨²ltimo caso de injerencia pol¨ªtica lo ha protagonizado ?lvarez-Cascos
Las cajas han entrado en una nueva liga: tras agruparse en 18 grupos, casi todas se han convertido en bancos, o lo har¨¢n en breve. Lo que empez¨® ofreci¨¦ndose como un "traje a medida" de cada una, ha terminado en un uniforme, aunque de colores diferentes. Tras el pistoletazo de La Caixa, que empez¨® el viernes a cotizar, las cajas ser¨¢n bancos cotizados, o bien bancos con inversores privados o bancos con participaci¨®n estatal. De una u otra forma, bancos. Las m¨¢s debilitadas por su mala gesti¨®n, desaparecer¨¢n a manos de sus competidores. En un grupo tan heterog¨¦neo como el de las cajas, ya est¨¢n apareciendo los nuevos l¨ªderes mientras otros buscan su supervivencia por todos los caminos posibles, en mitad de una econom¨ªa en depresi¨®n.
Tras casi dos a?os y medio de crisis en el sistema financiero, iniciada con el hundimiento de Caja Castilla La Mancha en marzo de 2009, y varios intentos de reformas fallidas por parte del Gobierno y el Banco de Espa?a, el golpe definitivo para la bancarizaci¨®n lleg¨® con el decreto-ley de febrero pasado. Las fusiones fr¨ªas, el traspaso del negocio financiero a un banco y las mayores exigencias de capital suponen una brusca ruptura con el pasado, con los 200 a?os de historia que tienen las primeras cajas. Han puesto su contador a cero para empezar otra ¨¦poca.
No hab¨ªa m¨¢s remedio. La burbuja dej¨® al sector con unas 6.000 oficinas de m¨¢s (seg¨²n diferentes consultoras) y una ca¨ªda vertiginosa de los resultados: en 2007 ganaron 11.000 millones y en 2010 menos de 2.000. La crisis exige m¨¢s capital a todo tipo de entidades y las cajas no pod¨ªan acceder a ¨¦l con la naturaleza jur¨ªdica que ten¨ªan. Por eso, la constituci¨®n de bancos por acciones permitir¨¢ a estas entidades el acceso al mercado de capitales, y este tiene unas reglas estrictas que se convertir¨¢n en la piedra de toque de la mutaci¨®n.
"Es evidente que la reestructuraci¨®n se est¨¢ concentrando en las cajas por la falta de eficiencia", dijo el gobernador del Banco de Espa?a, Miguel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, hace unos d¨ªas. "El principal mensaje es que caminar a la disciplina de mercado es bueno a largo plazo", concluy¨®.
Las nuevas reglas se parecen poco a las anteriores. El primer cambio debe ser el gobierno corporativo, es decir, desligarse del control de los pol¨ªticos y seguir las normas de la ortodoxia de la gesti¨®n financiera.
D¨¦cadas y d¨¦cadas de una forma viciada de relacionarse con diputaciones, ayuntamientos y gobiernos auton¨®micos no se rompen porque cambien unos papeles. Las cajas que han salido a Bolsa deber¨ªan ser ejemplo en alejarse de los pol¨ªticos, pero no ha sido as¨ª en todos los casos. Bankia ha recibido cr¨ªticas por este motivo: "Los independientes en Bankia son pocos. En cuanto al gobierno corporativo no se ha interiorizado, al menos en algunas cajas, qu¨¦ es lo que supone pedir a los inversores que coloquen su dinero", dice Luis Garicano, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la London School of Economics. Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia e investigador del Ivie, coincide con Garicano en las cr¨ªticas al consejo de Bankia, y a?ade que "ya hab¨ªa presentado otro consejo en la matriz, el Banco Financiero y de Ahorro (BFA), muy politizado".
Algunos creen que el nuevo modelo de gobierno corporativo acarrear¨¢ problemas. Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªnez, secretario general Comfia-CC OO, sindicato l¨ªder en el sector, tiene una visi¨®n negativa de parte de la transformaci¨®n. Considera que los consejos de administraci¨®n de los bancos de las cajas, verdaderos centros de poder, contar¨¢n con menos representantes directos de la Asamblea General. "Los bancos tendr¨¢n menos diversidad pol¨ªtica, social y econ¨®mica. Es decir, menos control social", dice.
Soltar amarras con los politicos fue una vieja reivindicaci¨®n del sector al legislador, que ¨¦ste -tanto el PP como el PSOE- no atendi¨® probablemente por intereses particulares. Cortar la vinculaci¨®n pol¨ªtica ahora no ser¨¢ f¨¢cil porque todas las administraciones atraviesan sus mayores estrecheces financieras y miran a las cajas como un refugio para obtener recursos.
El ¨²ltimo caso de injerencia lo ha protagonizado el presidente de Foro Asturias, Francisco ?lvarez-Cascos. Sin importarle que la fusi¨®n liderada por Cajastur est¨¢ en un avanzado proceso de transformaci¨®n en un banco, ha pedido convertirla en una fundaci¨®n que quedar¨ªa bajo su control. Justo el camino inverso al sector. Cascos ha ido m¨¢s lejos y ha acusado a los principales directivos de "expolio".
La salida de tono de Cascos trae a colaci¨®n el tema de responsabilidad y adecuaci¨®n profesional de los directivos, responsables de la crisis de estas entidades. ?Qui¨¦n los ha elegido? ?A qui¨¦n dan cuentas? Esto tambi¨¦n va a cambiar a partir de ahora porque el que invierte exige que se le reporten resultados puntualmente.
Braulio Medel, presidente de Unicaja, admiti¨® hace d¨ªas que en la reestructuraci¨®n de las cajas "se produce una paradoja tremenda. Puede ser equivalente a una desamortizaci¨®n de bienes que no son de nadie". A partir de ahora, la propiedad quedar¨¢ mucho m¨¢s clara.
El Banco de Espa?a pidi¨® que se aprovechen las fusiones para depurar directivos y que queden los mejores. "Algunos tienen que ir desapareciendo", afirm¨® Ord¨®?ez. El ¨²ltimo caso se produjo el jueves pasado, cuando pidi¨® la prejubilaci¨®n Roberto L¨®pez Abad, ex director general de Caja Mediterr¨¢neo, entidad abocada a la nacionalizaci¨®n. Desde algunos bancos se pide que dejen los precios pol¨ªticos en algunas operaciones. "Cuando no tienes accionistas, puedes hacer cr¨¦ditos o dep¨®sitos a p¨¦rdidas por conservar clientes o hacer un favor a alguien. A partir de ahora, ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil", dice un alto ejecutivo bancario. Garicano se?ala: "Si los cr¨¦ditos se dan con criterios de rentabilidad, en vez de proyectos fara¨®nicos, habr¨¢ m¨¢s rentabilidad en el sector".
Otra ventaja de la conversi¨®n en bancos por acciones ser¨¢ la flexibilidad para realizar fusiones. Hasta ahora, la legislaci¨®n auton¨®mica complicaba mucho los procesos. Con los ¨²ltimos procesos, la cifra media de activos de las cajas fusionadas ha llegado a los 85.000 millones frente a los 27.000 que ten¨ªan antes de la reestructuraci¨®n. "Todav¨ªa no se ha aprobado la asignatura de alcanzar una mayor dimensi¨®n", cuenta Mario Fern¨¢ndez, presidente de la BBK, que acaba de anunciar la uni¨®n de las cajas vascas para crear una entidad de 75.000 millones en activos.
Las acciones tambi¨¦n les permitir¨¢n buscar socios para formalizar alianzas y financiar su expansi¨®n internacional. En este campo, como en el resto, La Caixa es la que m¨¢s empuja. Ha anunciado su intenci¨®n de estar en Am¨¦rica, Asia y Europa. Ya tiene presencia en M¨¦xico.
Otra consecuencia del nuevo camino es la transparencia informativa. Un ejemplo: las cajas no permiten el acceso a los medios de comunicaci¨®n a las asambleas generales. Y, lo que es peor, los datos trimestrales que ofrecen sobre sus resultados tienen menos desglose y profundidad que los de la mayor¨ªa de sus competidores bancarios. A partir de ahora, los inversores pedir¨¢n cuentas de todo. "Las cajas no saben d¨®nde se meten. Las exigencias de la Bolsa y los inversores son terribles", comenta un ejecutivo financiero.
La transparencia ha saltado a primer plano por la situaci¨®n de las inversiones inmobiliarias. Sin embargo, en este asunto ha sido el supervisor el que ha obligado a desnudarse a las entidades, tanto bancos como cajas.
No son pocos los que creen que la obra social ser¨¢ una v¨ªctima de la bancarizaci¨®n. Algunos vaticinan que, tras la conversi¨®n en bancos, se primar¨¢ la recapitalizaci¨®n de las entidades y el dividendo a los accionistas. Sin embargo, la obra social es clave para explicar la fidelidad de los clientes, aunque su dotaci¨®n cae en paralelo a los beneficios.
Xavier Vives, profesor de Econom¨ªa y responsable de la Direcci¨®n Financiera del IESE, cree que las aportaciones a la obra social no tienen por qu¨¦ verse afectadas. "Los fondos sociales depender¨¢n de la calidad de la gesti¨®n porque ser¨¢n un porcentaje de los beneficios del banco. Si son m¨¢s eficientes, tendr¨¢n m¨¢s obra social, aunque ahora no lo conseguir¨¢n por la crisis". El profesor Robert Tornabell, catedr¨¢tico de Banca y ex decano de Esade, recuerda que el Banco de Espa?a ha comunicado a las cajas que "en momentos de dificultades, esta partida se debe reducir en favor de los recursos propios. Las cajas no deber¨ªan desatender la obra social porque es clave para su estrategia", apunta. Desde la otra orilla, la bancaria, se considera que sin la obra social las cajas perder¨ªan la vitola que les diferencia y caer¨ªa su cuota de mercado, ahora empatada a la de los bancos.
Para rebatir este debate, Ord¨®?ez pas¨® al ataque en su ¨²ltima comparecencia en el Congreso. "Si las cajas hubieran sido tan eficientes como los bancos en los ¨²ltimos 10 a?os hubieran repartido 17.000 millones m¨¢s". Es decir, lejos de favorecerles el traje de caja, les ha perjudicado, dispar¨® el supervisor.
Isidro Fain¨¦, presidente de La Caixa y Caixabank, ha destacado que "cree en el capitalismo social" y que en la transformaci¨®n de cajas en bancos se debe "proseguir a ultranza con la obra social que se ven¨ªa realizando hasta ahora". Algunas cajas competidoras de la entidad catalana creen que La Caixa "aprovechar¨¢ su fortaleza en la inversi¨®n en obra social frente a las dem¨¢s, que pasamos momentos delicados".
Otro aspecto que se podr¨ªa desdibujar en las cajas ser¨ªa su arraigo territorial y la lucha por la inclusi¨®n social, que abarca la presencia rural con oficinas poco rentables. Maudos cree que "parte de este aspecto puede desaparecer por maximizar los beneficios". Vives a?ade un factor clave: en las fusiones hay cajas de diferentes regiones. "Habr¨¢ que ver c¨®mo evolucionan los grupos en este tema. Todav¨ªa es pronto, pero el apoyo al tejido empresarial de la regi¨®n est¨¢ por ver c¨®mo queda".
?Ha sido r¨¢pida o lenta esta transformaci¨®n? Las cr¨ªticas han sido frecuentes por este aspecto, pero Tornabell cree que la transformaci¨®n "es muy profunda en relativamente poco tiempo". Vives coincide con esta opini¨®n y recuerda que "de la velocidad y el saneamiento en la reestructuraci¨®n depende que se anime el cr¨¦dito".
Es dif¨ªcil aventurar el final de este proceso. Desde CC OO, se admite la autocr¨ªtica, con una visi¨®n negativa: "En las cajas hemos cometido errores, pero no en todas, y seguro que menos graves que los de los banqueros en las crisis de los 70, 80 y 90. En todo caso, no merecedores de su desaparici¨®n y expropiaci¨®n".
Mario Fern¨¢ndez, que antes de cajero fue banquero (BBVA), augura que "las cajas s¨®lidas podr¨¢n abordar este proceso con margen suficiente para adaptarse al nuevo paradigma de la conversi¨®n en sociedades an¨®nimas y los mercados de capitales, con impulso de sus se?as de identidad". Est¨¢ claro que los banqueros de inversi¨®n han encontrado un nuevo fil¨®n de clientes.
Un mes de estrenos
"Para el sistema financiero y la econom¨ªa espa?ola es clave que las operaciones de salida a Bolsa acaben bien. Por un lado, porque generar¨¢n credibilidad y romper¨¢n la barrera de entrada que actualmente existe en el mercado; pero tambi¨¦n, porque permitir¨¢ acelerar los procesos de recapitalizaci¨®n, que resultan clave para la normalizaci¨®n de la actividad crediticia", comenta Alfonso Garc¨ªa Mora, socio de AFI.
Caixabank, estrenada el viernes en el parqu¨¦ con una ca¨ªda del 1,1%; Bankia y Banca C¨ªvica han dado el dif¨ªcil y arriesgado paso de salir a cotizar. En el caso de la primera, aplic¨® un descuento del 20%, pero las segundas lo han elevado hasta el 65% o 70%, antes de la inyecci¨®n de dinero privado. Las dudas sobre Bankia y Banca C¨ªvica se basan en la desconfianza que genera la inversi¨®n inmobiliaria que tienen en sus balances, la nula experiencia en Bolsa (La Caixa ha heredado el recorrido de Criteria) y que ambas suspendieron las pruebas de esfuerzo de hace un a?o. Precisamente los nuevos ex¨¢menes europeos pueden marcar la colocaci¨®n de las cajas, as¨ª como la inestabilidad de los mercados por la crisis griega.
Tanto C¨ªvica como Bankia han comentado a los inversores que su enorme capacidad de recorte de costes garantiza la mejor¨ªa de las cuentas, incluso con la econom¨ªa espa?ola en estado de aton¨ªa. El problema est¨¢ en c¨®mo elevar los ingresos.
Bankia se ha considerado una colocaci¨®n de importancia sist¨¦mica. Probablemente sea la ¨²nica que ha contado con el apoyo expl¨ªcito de un presidente de Gobierno. Hace dos d¨ªas Zapatero dijo que la operaci¨®n debe ser un "¨¦xito" porque "hay mucho en juego". Apoyos no le faltar¨¢n. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.