El n¨²mero de tarjetas de pago cae a su nivel m¨¢s bajo desde 2005
Banca y clientes echan el freno al dinero de pl¨¢stico para controlar el gasto
Hay menos dinero de pl¨¢stico en las carteras. Esas dos, tres o incluso m¨¢s tarjetas de pago que muchos espa?oles llevan consigo han ido a la baja desde que comenz¨® la crisis, pese a que el importe que mueven se ha recuperado desde la ca¨ªda que sufri¨® en 2009, el a?o m¨¢s negro de este largo declive. En concreto, m¨¢s de ocho millones, tanto de cr¨¦dito como de d¨¦bito, han desaparecido de la circulaci¨®n en Espa?a en poco m¨¢s de dos a?os: los 76 millones de 2008 han ca¨ªdo a 68, un 10%, el pasado marzo, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Banco de Espa?a. Hay que remontarse a 2005 para encontrar una cifra tan baja.
"Hay m¨¢s voluntad de control del gasto por parte del cliente, y reducir el n¨²mero de pl¨¢sticos operativos es una v¨ªa para lograrlo: esa segunda o tercera tarjeta, la de la tentaci¨®n, se elimina", se?ala como uno de los principales motivos Manuel Tres¨¢nchez, director de particulares del Banco Sabadell.
Tres de cada diez tarjetas no se utilizan, seg¨²n datos de VISA
Las fusiones del sector tambi¨¦n han reducido el n¨²mero de cajeros
Tres de cada 10 tarjetas emitidas no se utilizan, seg¨²n datos promedio de VISA, la marca responsable del grueso de este mercado en Espa?a, y las cuotas que se pagan por ellas al a?o, de 20 a 30 euros aproximadamente, ha empezado a escocer a los consumidores y ha dado lugar a cancelaciones.
"Con la crisis tambi¨¦n hemos notado mucho el crecimiento del d¨¦bito frente al cr¨¦dito para controlar m¨¢s el gasto, y c¨®mo ha bajado el uso de los cajeros que no son propios o de la red propia y que conllevan una comisi¨®n", explican fuentes de un banco espa?ol. Aun as¨ª, las tarjetas de d¨¦bito han bajado m¨¢s que las de cr¨¦dito porque estas ¨²ltimas se pueden utilizar de ambos modos: de pago instant¨¢neo o de cargo aplazado.
Pero no solo los clientes han hecho n¨²meros. Al sector financiero tambi¨¦n le han empezado a quemar los costes y los riesgos del dinero de pl¨¢stico y se ha apretado el cintur¨®n. La migraci¨®n de las tarjetas magn¨¦ticas tradicionales a las de chip, mucho m¨¢s caras para la entidad financiera, est¨¢ a punto de culminar "y muchas entidades han aprovechado para dejar de emitir las m¨¢s inactivas", apunta Luis Garc¨ªa, director general de VISA Europe, divisi¨®n responsable de Espa?a y Portugal. "Los pl¨¢sticos ociosos pod¨ªan salir a cuenta antes, pero ahora no tanto", apunta Tres¨¢nchez, si bien algunas entidades no cobran cuota por algunas.
El consumo interno supone m¨¢s de la mitad del producto interior bruto (PIB) en Espa?a y un buen term¨®metro es el humo que pueda echar la visa o mastercard de turno. La facturaci¨®n cay¨® a finales de 2008 y en 2009, en plena recesi¨®n, por primera vez en la historia, y comenz¨® a recuperarse en 2010. Es decir, que se gasta m¨¢s, pero con menos tarjetas en el mercado. Los m¨¢s de 2.100 millones de operaciones en terminales de punto de venta de 2010 supusieron un volumen de 95.648 millones de euros, un 5% m¨¢s que en ese 2009 de ca¨ªda. Hasta marzo de este a?o, ha subido un 2%. La retirada de efectivo de cajeros tambi¨¦n creci¨® tras retroceder durante la recesi¨®n.
Los clientes, adem¨¢s, han tendido a concentrar el n¨²mero de cuentas abiertas en distintos bancos y, por tanto, sus tarjetas vinculadas, advierte Mar¨ªa Lorenzo, directora de Medios de Pago del Banco Popular.
La reestructuraci¨®n del sector financiero tambi¨¦n tiene mucho que ver en este cambio de signo. El n¨²mero de cajas de ahorros ha pasado de 45 a 18. Adem¨¢s, las fusiones tambi¨¦n han supuesto el cierre de oficinas y recortado el n¨²mero de cajeros autom¨¢ticos, de cerca de 62.000 en 2008 a unos 58.600 este a?o.
Lorenzo, adem¨¢s, advierte de que en Espa?a hab¨ªa ya cierta saturaci¨®n. Los n¨²meros que maneja VISA Europe tambi¨¦n lo muestran. "En Espa?a tenemos 44 millones de tarjetas, un 3% menos que hace un a?o, pero con operaciones por importe de 80.000 millones, mientras que en Francia, por ejemplo, con 35 millones de tarjetas se mueven 200.000 millones de euros", explica Luis Garc¨ªa.
Las entidades han echado el freno en sus campa?as de comercializaci¨®n de tarjetas, advierte un portavoz de CatalunyaCaixa, un medio de pago a cr¨¦dito que no deja de suponer un riesgo asociado.
La sequ¨ªa crediticia persiste en Espa?a. Las tarjetas que permiten el pago fraccionado de una compra mediante cuotas mensuales -las revolving, en la jerga financiera- a cambio de un inter¨¦s es, de facto, una suerte de cr¨¦dito al consumo r¨¢pido. En Espa?a este medio de pago tiene poca penetraci¨®n, si bien la responsable de esta ¨¢rea en el Banco Popular se?ala que cada vez se utiliza m¨¢s.
Pero de lo que dependen las grandes cifras de la econom¨ªa espa?ola, en cualquier caso, no es del n¨²mero de tarjetas, sino del traj¨ªn que se les d¨¦. De momento, en el primer trimestre la tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin ¨¢nimo de lucro se situ¨® en el 4,4% de su renta disponible en el primer trimestre, la m¨¢s baja desde marzo de 2008.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.