"Celebr¨¦ el Le¨®n de Oro solo en la playa"

"Ha sido galardonado con el Le¨®n de Oro del Festival Internacional de Publicidad de Cannes en la secci¨®n de animaci¨®n". Jorge Seva (Alicante, 1979) se despert¨® a las 8.30 del 25 de junio con esta llamada. Grit¨® un rato y a las 16.30 estaba en un avi¨®n rumbo a Niza para recoger el premio por el anuncio de Silestone que hab¨ªa rodado y dirigido. Lleg¨® a la ceremonia 10 minutos despu¨¦s de que dijeran su nombre. "Los miembros del jurado me dieron una invitaci¨®n para una fiesta, y all¨ª solo, en la playa, lo celebr¨¦ con un c¨®ctel", explica este artista de la creaci¨®n gr¨¢fica de im¨¢genes por ordenador.

"Con mi familia lo festejar¨¦ con un arrocito". Como buen alicantino. De momento, disfruta de unas anchoas mientras se r¨ªe de "lo ir¨®nico que resulta" que el anuncio no se llevara "ni una menci¨®n en el Sol [Festival Iberoamericano de la Comunicaci¨®n Publicitaria] de San Sebasti¨¢n".

Fincher, director de 'Seven', tante¨® a este artista gr¨¢fico para una pel¨ªcula

En esa pieza visual, a la que dio forma durante dos meses en el sal¨®n de su casa, no intervino ning¨²n director creativo ni publicista. Fue un parto a medias entre Seva y la firma espa?ola de materiales de construcci¨®n, que se fij¨® en ¨¦l despu¨¦s de ver su corto The third and the seventh, publicado en Internet en enero.

"Quer¨ªa que fuera como un cat¨¢logo de mi trabajo y por supuesto contar una historia, dirigir, que es lo que realmente me gusta". El trabajo llam¨® la atenci¨®n de David Fincher, director de Seven y El curioso caso de Benjamin Button. "Me escribi¨® felicit¨¢ndome y dici¨¦ndome que hab¨ªa visto el metraje como ocho o 10 veces. Eso s¨ª que fue un subid¨®n", recuerda con una t¨ªmida sonrisa.

El realizador estadounidense le tante¨® para que retocara una secuencia de La red social. El proyecto se frustr¨®, pero Seva logr¨® conocer a su h¨¦roe: "Se me acabaron las valerianas en el avi¨®n a Estocolmo, donde Fincher est¨¢ rodando El hombre que no amaba a las mujeres. Cuando aterric¨¦ y me dijeron que ¨¦l y su equipo de producci¨®n iban a venir a buscarme, casi me da un ataque".

Pero mientras lo cuenta, entre sorbo y sorbo de agua con gas, se muestra muy calmo, casi como si le diese verg¨¹enza alardear. Igual que cuando desliza que, finalmente, puede que s¨ª haya un proyecto de colaboraci¨®n.

Desde la mesa de al lado alguien sugiere que el tiramis¨² est¨¢ fant¨¢stico. Que sean dos.

Seva -Jordi para sus amigos, Alex Rom¨¢n, para los t¨ªtulos de cr¨¦dito- est¨¢ feliz. Sus padres, m¨¢s. Cuando anunci¨® que no pensaba ir a la universidad, se produjo una peque?a conmoci¨®n familiar ?Qu¨¦ ser¨ªa de su futuro? De momento le llueven ofertas de agencias de publicidad de Estados Unidos y Canad¨¢. Pero no le interesan.

"Empec¨¦ con 12 o 14 a?os con softwares piratillas. Estudi¨¦ dibujo y pintura, pero fui aprendiendo seg¨²n sal¨ªan nuevas t¨¦cnicas. Soy autodidacta", asegura.

Con el tiempo, Seva ha descubierto que los complejos programas de animaci¨®n y 3D le interesan en la medida en que le permiten contar una historia "de una manera medio decente", sin el gasto que supone un rodaje real.

Quiere ser director y tiene un plan. Est¨¢ terminando un libro sobre creaci¨®n de cortometrajes y con los beneficios piensa financiar una pieza que tambi¨¦n incluya imagen real. "Tengo el gusanillo de coger una c¨¢mara, experimentar y ver qu¨¦ diferencias hay, sin la presi¨®n y los plazos locos de un cliente", concluye.