Gui?os a la izquierda

El Partido Popular complet¨® ayer, con la obtenci¨®n del Gobierno de Extremadura, su amplia victoria en las elecciones del 22 de mayo, que se ha traducido en un sustancial incremento de su ya apreciable poder territorial. El ¨²ltimo de los feudos auton¨®micos en poder del PSOE desde los inicios de la democracia -queda Andaluc¨ªa a la espera de elecciones pr¨®ximas- ha pasado por primera vez a manos de los populares gracias a la abstenci¨®n de Izquierda Unida (IU).

La mayor¨ªa relativa conseguida por el PP -32 diputados frente a 30 de los socialistas y 3 de IU- ha propiciado un espect¨¢culo pol¨ªtico inhabitual e incluso rompedor. Los actores principales -el que ten¨ªa m¨¢s posibilidades de gobernar y quien ten¨ªa las llaves de cerrarle el paso- han hecho cosas no previstas en el guion y contradictorias con la l¨ªnea de sus partidos: en el caso de IU de Extremadura, contra el expreso mandato de su direcci¨®n federal, y en el del PP extreme?o, con el benepl¨¢cito de Rajoy. A la actitud abstencionista de IU de Extremadura, mantenida a pesar de las llamadas de atenci¨®n de la direcci¨®n federal, ha correspondido un discurso repleto de gui?os a la izquierda por parte del l¨ªder del PP extreme?o, Jos¨¦ Antonio Monago, capaz de sonar bien a los o¨ªdos de los tres diputados de IU y evitar as¨ª un cambio de actitud que abriera el paso al PSOE.

La l¨®gica pol¨ªtica es por naturaleza laxa, pero tiene l¨ªmites. Hay algo profundamente inquietante en la alianza impl¨ªcita entre PP e IU. El PP no fue a las elecciones proponiendo recuperar el impuesto de patrimonio y mantener el de sucesiones, defendiendo la escuela p¨²blica en lugar de la concertada y elogiando el papel de los sindicatos, cosas que ahora ha utilizado como cebo para los diputados de IU. Estos tampoco hicieron campa?a proponiendo que sus votos sirvieran para elegir a un presidente del PP.

El tono abierto del discurso de Monago, su buena disposici¨®n hacia todos y su inter¨¦s en rebajar tensiones contrastan con el clima demasiado hosco de la pol¨ªtica espa?ola. Habr¨¢ que ver si esa actitud se mantiene toda la legislatura en el ejercicio de un Gobierno en minor¨ªa, sometido al riesgo de ser desplazado, y obligado por ello a tomar decisiones que no irriten, entre ellas la de posponer el programa natural del PP, o es mera y oportunista navegaci¨®n a vista. Es muy probable que se sepa dentro de un a?o, tan pronto como sea legalmente posible convocar nuevas elecciones.