"Las voces ser¨¢n m¨¢s importantes que los votos"
Corr¨ªan los a?os finales de los ochenta cuando Joichi Ito entr¨® en el despacho del presidente de la televisi¨®n japonesa NHK y le ense?¨® un v¨ªdeo que se acababa de descargar de la Red.
-?De d¨®nde has sacado ese v¨ªdeo?
-De Internet.
-?Y de qui¨¦n es Internet?
-Internet no es de nadie.
-?Y puedo poseer Internet?
Ese fue el momento en que Ito se dio cuenta de que deb¨ªa ponerse a trabajar directamente en la Red en vez de explicar a los grandes medios qu¨¦ era aquello. Tarde o temprano, los medios acabar¨ªan entrando.
As¨ª empez¨® la aventura de este visionario. Un hombre que a finales de abril fue nombrado director del prestigioso Media Lab del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT), centro puntero de investigaci¨®n del mundo multimedia, tras una brillante trayectoria en el mundo Internet. Preside el consejo de administraci¨®n de Creative Commons, organizaci¨®n que lucha por reducir las barreras a la creatividad en la Red -y de la que fue consejero delegado-. Es miembro del consejo de administraci¨®n de la Mozilla Foundation, que promueve una red abierta y participativa. Vinculado a WITNESS (que invita a usar los v¨ªdeos para defender los derechos humanos) y Global Voices (red de blogueros que trata de dar voz a los m¨¢s desamparados) es un emprendedor entusiasta, un inversor sin complejos y un feroz defensor del c¨®digo abierto y del software libre. Esta semana pas¨® por Madrid para presentar el libro Innovaci¨®n: perspectivas para el siglo XXI y la web OpenMind, dos proyectos que ha puesto en marcha el BBVA.
"El cliente est¨¢ acostumbrado a ser tratado como un criminal, pero en el futuro ser¨¢ como un mecenas"
Pregunta: ?Y cu¨¢l es su ideario b¨¢sico?
Respuesta: Cuestiona la autoridad. Piensa por ti mismo. S¨¦ libre en tu modo de actuar. Y permite el libre acceso.
Joichi Ito es un hombre con una visi¨®n panor¨¢mica de Internet. Cuando habla de la Red dibuja sus explicaciones en el aire, usa las manos para colocar los elementos en el espacio. Dice que se lo debe todo a Internet: le permiti¨® poner en marcha negocios sin necesidad de t¨ªtulo universitario, innovar sin pedir permiso, conectar sin l¨ªmites, desarrollar su torrencial creatividad. A sus 44 a?os, es uno de los grandes pensadores del impacto de las tecnolog¨ªas en la sociedad.
P. ?Estamos ante una burbuja de las redes sociales, tal y como advierten algunos?
R. Tal vez. No se puede predecir el poder de monopolio que pueden llegar a tener las redes sociales. El poder de monopolio puede convertirse en m¨¢rgenes muy grandes si se ejerce ese monopolio. As¨ª como no pudimos predecir el poder de monopolio de Windows y mucha gente infraestim¨® cu¨¢nto dinero pod¨ªa ganar Microsoft, tal vez ahora estemos infraestimando cu¨¢nto dinero pueden hacer Facebook, LinkedIn o Google. Los que compran sus acciones esperan grandes retornos y los que dicen que se trata de una burbuja no piensan que estas empresas se vayan a convertir en monopolios. No s¨¦ qui¨¦n est¨¢ en lo cierto, ambas visiones tienen las mismas posibilidades. Creo que la competencia puede aparecer r¨¢pido y que las grandes pueden acabar desmantel¨¢ndose. Apple puede perder con Google, y Google con Facebook, o Facebook con Twitter, pero cualquiera de ellas puede hacerse con el monopolio y convertirse en una red global en la que su coste de adquisici¨®n de clientes es tan barato y sus posibilidades de distribuci¨®n tan grandes que todo el mundo tenga que pagar peaje, igual que todo el mundo lo paga con Microsoft.
P. Entre los medios de comunicaci¨®n existe una cierta ansiedad por encontrar un modelo de negocio, lo cual tal vez denota hasta qu¨¦ punto no se est¨¢ asumiendo que es dif¨ªcil encontrar soluciones r¨¢pidas ante cambios tan profundos como los que comporta la revoluci¨®n digital.
R. Estamos en un estado muy, muy primario de la revoluci¨®n digital. Sobreestimamos el corto plazo e infraestimamos el largo. El efecto a largo plazo es que la revoluci¨®n digital cambiar¨¢ completamente los gobiernos y los mercados. El cambio va a ser tan sustancial que ni siquiera podemos imaginarlo en estos momentos y esto puede que ocurra en 50 a?os, no s¨¦ cuando se producir¨¢ exactamente. Cuando se derrumben las barreras y todo el mundo pueda estar conectado, cuando el software nos permita comunicar y dar el poder al ciudadano, todo cambiar¨¢. El mercado asume que todo el mundo es ego¨ªsta y que el comportamiento ego¨ªsta es la fuerza que permite la asignaci¨®n de recursos. Esta met¨¢fora funcionaba en un contexto de escasez. No creo que los mercados y los banqueros vayan a arreglar esto. Creo que, de alg¨²n modo, algo contribuir¨¢ a que cambien las cosas. El software de c¨®digo abierto, las ONG, los emprendedores sociales, las redes sociales e Internet servir¨¢n para dar el poder a la ciudadan¨ªa. No hay m¨¢s que ver la primavera ¨¢rabe. Mubarak gast¨® millones de d¨®lares en sistemas de seguridad para prevenir la disidencia. Un par de chavales sin dinero le dieron la vuelta a todo. Hoy hay una gran asimetr¨ªa entre el poder del dinero y el poder social. Esto cambiar¨¢ muchas cosas.
P. El movimiento 15-M en Espa?a, del que no s¨¦ si habr¨¢ o¨ªdo hablar, reclama que se apliquen las nuevas tecnolog¨ªas para que el ciudadano pueda participar de modo m¨¢s directo en las decisiones pol¨ªticas. ?Veremos pronto tecnolog¨ªas que permitan una democracia m¨¢s participativa?
R. S¨ª, he o¨ªdo hablar del movimiento. El voto es una manera muy pobre de saber lo que la gente quiere. En el pasado era la ¨²nica forma de recoger la opini¨®n popular, pero la gente ahora puede hablarte directamente a trav¨¦s de las redes sociales. Creo que las voces ser¨¢n m¨¢s importantes que los votos. El periodismo es importante, pero lo importante es encauzar la voz de los ciudadanos, como ocurre con los procesos de democracia deliberativa: tomas una muestra aleatoria de poblaci¨®n, la encierras en un cuarto y los pones a debatir; al final, esa muestra de gente es capaz de llegar a tener una opini¨®n muy espec¨ªfica sobre cuestiones complejas como los impuestos o el sistema de salud. El ciudadano medio tiene mucha m¨¢s capacidad de participar en la gobernanza de lo que se piensa, si se le da la informaci¨®n adecuada y se le hace ver que su voz est¨¢ siendo escuchada.
P. Y volviendo a los medios, ?se opone usted a cualquier tipo de cobro en la Red?
R. Yo creo que se puede cobrar, pero hay que ser cuidadoso con d¨®nde cobras y por qu¨¦ cobras. Conseguir que el cobro venga en la cuenta de tel¨¦fono, por ejemplo, no es una mala idea. Hacer que alguien pague por leer un art¨ªculo causa una gran fricci¨®n. La publicidad es una manera indirecta de cobrar. Hay que pensar en el consumidor y en el producto: no hay problema en cobrar, pero no puedes cobrar por cosas que la gente no quiere
Ito cree en un modelo a medio plazo en el que el consumidor elegir¨¢ qu¨¦ paga en la red. Y piensa que se pagar¨¢: "Al principio ser¨¢ dif¨ªcil porque el cliente est¨¢ acostumbrado a ser tratado como un criminal pero cuando pasen unas generaciones, ser¨¢ un mecenas, un patrocinador. No pagar¨¢ por lo que no le gusta, pero s¨ª por lo que le gusta. El problema es que se ha roto por completo la confianza entre el consumidor y el creador. Si se reconstruye la confianza, el dinero fluir¨¢. Solo hay que librarse de los intermediarios. Nadie quiere pagar a los grandes medios de masas porque no los ven como amigos. Si conectas directamente al periodista con el lector o al m¨²sico con los fans, se solucionar¨¢ el tema de los pagos". -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.