Adolfo S¨¢nchez V¨¢zquez, fil¨®sofo hispanomexicano
Adolfo S¨¢nchez V¨¢zquez, ilustre fil¨®sofo y escritor nacido en Algeciras en 1915, falleci¨® hace justo una semana a los 95 a?os en la capital de M¨¦xico, pa¨ªs que lo acogi¨® como exiliado tras la Guerra Civil. Fue, junto con Jos¨¦ Gaos, uno de los m¨¢s prestigiosos maestros espa?oles de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), donde ense?¨® durante 30 a?os. Desde el punto de vista literario, su personalidad vino marcada por la M¨¢laga de su infancia y juventud donde se expand¨ªa entonces la generaci¨®n del 27. Emilio Prados ser¨ªa ya pronto y hasta el final su mentor po¨¦tico y mejor amigo.
Comunista desde la juventud, primero en las Juventudes Comunistas, m¨¢s tarde en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), y finalmente en el PCE, se enfrent¨® en 1957, junto con la organizaci¨®n de M¨¦xico, a los "m¨¦todos autoritarios y antidemocr¨¢ticos" que, seg¨²n ¨¦l, imperaban en el comit¨¦ central del PCE, lo que le llev¨® finalmente a dejar toda responsabilidad pol¨ªtica, a "ser solo un militante de filas y consagrarme sobre todo a mi trabajo en el campo te¨®rico". Como intelectual, ha sido muy influyente en el pensamiento de la izquierda latinoamericana, a la que aport¨® un marxismo cr¨ªtico y antidogm¨¢tico.
El fil¨®sofo marxista se distanci¨® del PCE en 1957 por su autoritarismo
Entre sus m¨¢s de 25 libros, cabe mencionar algunos de los editados en fechas m¨¢s recientes: A tiempo y destiempo (FCE, 2003) ?tica y pol¨ªtica (2007) o, en su faceta de poeta, su vocaci¨®n inicial, El pulso ardiendo, obra escrita en los a?os treinta y reeditada en 2004.
Fue distinguido con el doctorado honoris causa por las universidades mexicanas de Puebla, Nuevo Le¨®n y Guadalajara y las espa?olas de C¨¢diz, UNED y Complutense de Madrid, adem¨¢s de la universidad de La Habana (Cuba).
Su incorporaci¨®n a la vida cultural espa?ola vino de la mano del fil¨®sofo Javier Muguerza, que tanto se ha esforzado por difundir en nuestro pa¨ªs el legado de los pensadores del exilio. La primera actividad acad¨¦mica de S¨¢nchez V¨¢zquez en su tierra natal tuvo lugar en la Universidad de M¨¢laga en el a?o 1983. En esa misma ciudad se public¨® en 1983 la primera semblanza sobre ¨¦l en el diario Sur, reproducida en mi libro Personajes y escenas de M¨¢laga (2005). A partir de entonces visit¨® con frecuencia Espa?a como conferenciante.
Sobre el exilio dej¨® esta amarga reflexi¨®n: "El exilio es un desgarr¨®n que no acaba de desgarrarse, una herida que no cicatriza, una puerta que parece abrirse y que nunca se abre. El exiliado vive siempre escindido: de los suyos, de su tierra, de su pasado". Al final de su vida, volvi¨® a pensar sobre el socialismo, eje de su actividad intelectual y de su vida pol¨ªtica. Pese a los errores hist¨®ricos, sigui¨® defendiendo su validez para nuestra sociedad: "Algunas esperanzas se han desvanecido. Sin embargo, hoy estoy m¨¢s convencido que nunca de que el socialismo (... ) sigue siendo una alternativa necesaria, deseable y posible".
Era sencillo en el trato, dialogante y reflexivo, elegante en la expresi¨®n y en el vestir, siempre amable con todos, querido por sus alumnos, respetado por los colegas, amante de su tierra de acogida y andaluz de ra¨ªz. Su legado literario humanista y su testimonio civil a favor de la democracia y la igualdad han encontrado un suelo fecundo donde germinar a uno y otro lado del Atl¨¢ntico.
Andr¨¦s Mart¨ªnez Lorca es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa Medieval en la UNED.
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