Cuentos para el div¨¢n
La sevillana Marina Perezagua presenta 'Criaturas abisales', un libro de relatos sobre personas solas e incomprendidas
Tan misteriosos como los peces que habitan las aguas profundas, esos seres de aspecto monstruoso acostumbrados a la oscuridad que reina en el oc¨¦ano a m¨¢s de 1.000 metros de profundidad, as¨ª son los protagonistas de los cuentos de Marina Perezagua. Lo dice su t¨ªtulo, Criaturas abisales, pero no son peces, sino seres humanos solos, incomprendidos, mani¨¢ticos y, algunos, deliciosamente exc¨¦ntricos.
La obra, editada por Los Libros del Lince (Barcelona), es la primera que publica Marina Perezagua, sevillana de 33 a?os, aunque atesora tres obras de teatro y muchos otros relatos, historias que escribe desde los 17 a?os, y actualmente est¨¢ trabajando en un segundo libro. Criaturas abisales re¨²ne 14 cuentos escritos entre 2008 y 2010, cuando viv¨ªa en Nueva York y daba clases en la Universidad Estatal de Stony Brook, en Long Island.
"Hasta hace tres a?os nunca le dejaba leer mis cosas a nadie. Solo, muy de vez en cuando, le pasaba algo a mi madre. Supongo que ten¨ªa miedo y quer¨ªa sentirme completamente segura antes de hacerlos p¨²blicos", explica Perezagua, quien se licenci¨® en Historia del Arte en Sevilla y, a los 25 a?os, recibi¨® una beca para hacer el doctorado en literatura hisp¨¢nica en Estados Unidos, donde ha pasado cinco a?os alternando las clases en Stony Brook con su doctorado sobre el cuento latinoamericano y espa?ol en los siglos XX y XXI.
Su estancia en Nueva York es el germen de las 14 historias de Criaturas abisales. "Reconozco que a mis criaturas habr¨ªa que echarlas en el div¨¢n de un psiquiatra. Pero, la verdad, despu¨¦s de la gente que he conocido en Estados Unidos, mis cuentos se quedan cortos. Supongo que la soledad y el estr¨¦s hacen que las personas tengan cada vez m¨¢s fobias. Nueva York es una ciudad en la que todo el mundo se siente de all¨ª pero tambi¨¦n sienten que no son de ning¨²n sitio y eso crea un problema de identidad grave", explica la escritora, due?a de un universo cercano a la literatura g¨®tica cuyos protagonistas est¨¢n llenos de man¨ªas y tienen una necesidad imperiosa de automarginaci¨®n.
En Fredo y la m¨¢quina, uno de los relatos, una chica entra en coma despu¨¦s de un accidente de tr¨¢fico y se siente tan identificada con la m¨¢quina que la mantiene viva y con su estado vegetativo que le grita a su madre, desde su pensamiento: "Te prometo que yo soy feliz con mi suerte, de hecho soy m¨¢s feliz que nunca... el d¨ªa del accidente fue el m¨¢s feliz de mi vida, aquel d¨ªa compadec¨ª a todos los andantes, porque yo s¨ª que s¨¦ lo que es vivir, yo s¨ª que soy afortunada".
Juan Carlos Marset, escritor y director de la revista de arte, m¨²sica y literatura Sibila, ha sido el primero en descubrir la calidad literaria de la autora sevillana, algo que han refrendado despu¨¦s el escritor Justo Navarro, Julio Ortega, de la Brown University, y Lou Charnon-Deutsch, de Stony Brook. Adem¨¢s de publicar algunos de sus cuentos en Sibila, Marset -exdirector del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y Musicales (INAEM)- la anim¨® a presentar sus cuentos a una editorial y Enrique Murillo, editor de Los Libros del Lince, apost¨® por el proyecto desde el principio. Marina Perezagua ha colaborado con Marset en su biograf¨ªa Mar¨ªa Zambrano. Los a?os de formaci¨®n. Actualmente trabaja en el Instituto Cervantes de Lyon (Francia) y el pr¨®ximo septiembre se mudar¨¢ otra vez a la Gran Manzana para participar en el M¨¢ster de Escritura Creativa en Espa?ol de la New York University, el mismo en el que da clases Antonio Mu?oz Molina.
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